martes, 12 de abril de 2016

Control de suministros y residuos.


El material de primera intervención, fundamentalmente el correspondiente a material de logística, englobaba varios grupos de material específico para atender a necesidades diversas, y diferentes de las propias de la acción sanitaria.

¿Qué importancia tiene la gestión de estos materiales en este tipo de situaciones? ¿Qué dificultades pueden generarse por un deficiente despliegue del material destinado a suministros de agua, etc.?


El material de logística engloba a una amplia diversidad de elementos precisos para dar respuesta a otras necesidades de las personas damnificadas, derivadas de la propia emergencia, y que no sólo se limitaban a material para la intervención sanitaria. Entre los que comentamos, y que quedaban pendientes de trabajar, estaban los necesarios para dar respuesta a la distribución y potabilización de agua y para el saneamiento y gestión de residuos.

La importancia que tiene este tipo de material es fundamental para una gestión satisfactoria de los problemas derivados de una catástrofe. Generalmente los esfuerzos iniciales de atención en este tipo de situaciones se focalizan en las operaciones de rescate y atención sanitaria inicial, sin embargo no podemos dejar de lado, que una de las principales consecuencias de una catástrofe es la aparición de enfermedades transmisibles, que en situaciones de hacinamiento y ruptura de las condiciones de higiene, provoca graves epidemias. En la mayoría de los casos se producen como consecuencia de la escasez de medios para suministrar agua potable a la población, así como por las dificultades en la gestión de los residuos generados por la población y los equipos de intervención que operan en el lugar.

La aparición de epidemias ocasiona, en periodos relativamente cortos de tiempo, graves problemas de salud en la población, y generalmente afecta a los más desprotegidos, como son personas ancianas, enfermas y niños o niñas, donde una simple diarrea, en situaciones donde el acceso al agua es dificultoso, suele ser el factor causante del fallecimiento.

Además este tipo de necesidades son prioritarias desde el inicio, pues el agua es un elemento esencial y de primera necesidad. Si no se provee a la población desde los primeros momentos tras la catástrofe, ésta puede acceder a aguas contaminadas y comenzar a aparecer enfermedades secundarias a las propias de la emergencia.


Gestión del agua: procedimientos de planificación

¿De qué modo debemos preveer las necesidades de agua en casos de catástrofe?. 

Generalmente las características del propio suceso implican graves daños y afectación de los recursos locales.  

¿Por dónde debemos comenzar para tramitar adecuadamente la gestión sobre el suministro de agua?

Las situaciones de emergencia se producen por un conjunto amplio y diverso de causas, como pueden ser desastres ocasionados, causas naturales (terremotos, inundaciones, tsunamis, etc.) o emergencias debidas a factores humanos (desplazamientos de refugiados, conflictos bélicos, atentados terroristas, etc.) incluso otro tipo de causas como explosiones químicas, etc. todos estos elementos influyen de manera directa en las consecuencias que ocasionan y van a ser un factor indispensable para conocer algunas particularidades en cuanto a necesidades de la población relacionadas con el suministro y gestión del agua.

Antes de precipitarnos a actuar directamente tras el suceso, es preferible planificar las necesidades particulares que presente la emergencia para que su gestión sea eficiente. Por ejemplo, si la catástrofe no ha afectado de modo grave a los recursos locales de suministro de agua, o la afectación ha sido mínima, ésta será la fuente principal a partir de la cual se gestionará todo el suministro a la población. Sería completamente diferente, por ejemplo, el caso de una explosión de una central radiactiva que ha contaminado seriamente las fuentes locales de agua, con lo cuál el desplazamiento de este recurso desde fuentes externas será en este caso fundamental.

Para lograr por lo tanto una gestión eficiente, antes de proceder a trasladar nada, realizaremos un plan de actuación para evaluar las necesidades reales de los damnificados de ese suceso en concreto.

Para ello debemos considerar los siguientes aspectos:

1. Evaluación por personas expertas en materia hidráulica del nivel de afectación de los recursos locales, en concreto de la fuente de suministro (si mantiene las características adecuadas del agua) y de la red de distribución, si se ha visto afectada y de qué manera (grave, leve, etc.).

2. Disponibilidad en la región, en el caso de que estén afectadas las de uso habitual, de fuentes de suministro adecuadas y posibilidad de contar con medios en el lugar para su traslado y distribución.


Proyecto esfera y la gestión del agua y el saneamiento en catástrofes

Para que este tipo de actuaciones se realicen en igualdad de condiciones para todas las personas afectadas en una catástrofe, independientemente de las características del país donde se produzca, y con objeto de que no se creen situaciones de desigualdad, se estableció una iniciativa internacional destinada a mejorar la respuesta en casos de desastre. Esta iniciativa se contempló en el Proyecto Esfera, en julio de 1997, en donde un grupo de organismos humanitarios, entre los que se encuentran Cruz Roja y la Media Luna Roja, realizaron un esfuerzo para mejorar la asistencia que se presta en situaciones de desastre a los afectados por éstas.


El Proyecto Esfera recogió en la Carta Humanitaria y en Las Normas Mínimas de Respuesta ante Desastres, sus dos pilares fundamentales. Por un lado que todas las medidas a tomar en este tipo de situaciones deben ir dirigidas a aliviar el sufrimiento humano, y por otro lado, que las personas afectadas por desastres tienen derecho a la vida con dignidad y por lo tanto a la asistencia. En concreto contempla de forma específica las actuaciones que deben seguirse en materia de Agua y Saneamiento para que los damnificados reciban la ayuda pertinente.


Cálculo de las necesidades de agua

¿Cómo podemos evaluar, en una catástrofe de esas dimensiones las necesidades de agua requeridas para esta población?

Para poder planificar correctamente las actuaciones en materia de suministro de agua, una de las fases previas de organización estará dedicada a evaluar las necesidades, en cantidades concretas de agua, que va a necesitar la población afectada.

El Proyecto Esfera establece una serie de indicadores clave que deben cumplirse para garantizar una ayuda digna y equitativa a los afectados por desastres, en materia de suministro de agua. En primer lugar como requisito indispensable establece que todas las personas tienen que tener un acceso seguro y equitativo a una cantidad suficiente de agua para beber, cocinar y para la higiene personal y doméstica, así como que los lugares de distribución pública de agua deben estar suficientemente cercanos a los hogares para permitir el uso de este recurso.

Para cumplir esta premisa se deben establecer los siguientes indicadores clave:

1. El uso medio de agua para responder a las necesidades de beber, cocinar e higiene básica se establece en 15 litros por persona y día.

2. La distancia entre el punto de distribución y el hogar debe ser como máximo de 500 metros.

3. El tiempo de espera establecido para obtener el agua, es decir el tiempo haciendo cola en el lugar de distribución, no debe superar los 15 minutos.

4. Se determina un número máximo de personas por fuente de suministro que se adecuará al flujo y rendimiento de dicha fuente. Por ejemplo, para un grifo que administre unos 7,5 litros/minuto no debe superar las 250 personas receptoras de agua.

5. Cada hogar debe tener al menos dos recipientes para la recogida de agua de capacidad entre 10-20 litros, además de suficientes contenedores de almacenamiento de agua limpia para que siempre tengan agua limpia disponible en el hogar.


Todos estos indicadores clave son orientativos y establecen una serie de normas mínimas que deben asegurarse, pero como ya sabemos, las características de cada catástrofe son diferentes y habrá que adecuarse a ellas. De este modo, en el momento de la planificación se deberán contemplar también algunos factores que pueden hacer variar estas necesidades de agua, como por ejemplo, la climatología, que es uno de los factores más influyentes, ya que en países en donde el clima sea muy caluroso habrá que considerar que las necesidades mínimas son superiores a los 15 l/día.

En la siguiente tabla se puede ver la distribución de agua en las necesidades básicas de cada persona y las variaciones que pueden producirse en base a particularidades de la catástrofe.



NECESIDADES BÁSICAS DE AGUA
Agua para bebida.
2,5-3 litros por día.
Variable en función de:
  • Características climatológicas.
  • Individuo (personas enfermas, niños y niñas, etc.).
Agua para higiene básica.
2-6 litros por día.
Variable en función de:
  • Costumbres sociales y culturales.
Agua para cocinar.
3-6 litros por día.
Variable en función de:
  • Tipo de comida.
  • Costumbres culturales.
Total 7,5-15 litros por día.




Calidad del agua de suministro

¿Qué características debe cumplir como mínimo el agua para que se considere de calidad y apta para el consumo humano?

La prioridad en este tipo de situaciones de emergencia, por supuesto es que la población tenga acceso a agua, en el menor tiempo posible, considerando que ésta es un bien prioritario, pero no podemos olvidar que el agua es una de las fuentes principales de transmisión de enfermedades por lo tanto, junto con el acceso de la población al agua en las cantidades antes analizadas, debemos asegurarnos que el agua sea de una calidad adecuada.

Se establece como mínimo de calidad que el agua suministrada a la población debe ser suficiente para ser bebida y utilizada para la higiene personal y doméstica sin que cause daños sobre la población.

Los principales problemas que ocasionan insalubridad del agua de bebida están relacionados con dos tipos de contaminantes:
  • Por un lado los contaminantes microbiológicos, es decir, el conjunto de bacterias, virus, etc. que pueden encontrarse en el agua y que son causantes de graves manifestaciones de varias enfermedades ocasionando cuadros de diarrea, vómitos, fiebre, etc.
  • Por otro lado los contaminantes debidos a la presencia de compuestos tóxicos.
La determinación de contaminación microbiológica se realiza tomando como referencia la presencia de bacterias coliformes en el agua, éstas son un conjunto de microorganismos causantes de un porcentaje altísimo de enfermedades transmitidas por el agua que ha sido contaminada con residuos fecales de origen humano o animal. La determinación de contaminantes químicos precisa de una serie de análisis más sofisticados y en muchos casos inaccesibles en el lugar de la catástrofe.

Junto con estos dos elementos no podemos olvidar, que las características organolépticas del agua, deben conseguirse en la medida de lo posible, es decir, el color, sabor, olor, ausencia de partículas, etc. de ésta debe ser adecuado, pues en muchas ocasiones, aún tratándose de agua potable, si tiene un olor fuerte a cloro o un aspecto turbio, puede causar un rechazo en la población y ocasionar que ésta se dirija a otras fuentes no aptas para el consumo para disponer del agua de bebida.


Requisitos para la calidad del agua de suministro

¿Qué requisitos fundamentales debe cumplir el agua de suministro para considerarse como de calidad?

1. Se debe asegurar que existe un bajo riesgo de contaminación fecal, de modo que al analizar el agua no se encuentren más de 10 coliformes por 100ml de agua analizada microbiológicamente.

2. Para el suministro de agua corriente o en casos donde ya se hayan detectado casos de diarrea, el tratamiento de agua debe realizarse siempre con desinfectante químico, dejando como mínimo un residuo en cloro de 0,5mg/l.

3. El grado de turbidez no debe superar nunca las 5 NTU (unidades turbidimétricas: Unidad de medida de turbidez, de falta de transparencia de un líquido, debido a la presencia de partículas en suspensión).

4. No se debe constar la presencia de ningún efecto para la salud a corto plazo por la presencia de productos químicos o por procedencia radiológica. Para ello se debe evaluar que no existe en el entorno ningún factor de riesgo que haga sospechar la presencia de este tipo de contaminantes.

5. Aun cuando se haya determinado que el agua es potable, se debe asegurar que contenga buenos indicadores de sabor, vista y olor.


Selección de fuentes de suministro de agua

¿Es válido utilizar cualquier tipo de arroyo, río, o pozo para obtener agua para el suministro?

Al realizar el plan de abastecimiento lo primero que se debe evaluar es la posibilidad de que pueda utilizarse la red de distribución habitual de suministro de agua, pero efectivamente en muchas catástrofes esta red se ve gravemente afectada, o el origen de procedencia de este agua se ha visto contaminado de forma severa, de manera que esa fuente queda totalmente inutilizada.

En estos casos lo ideal es poder acceder a una fuente de abastecimiento, que si bien no aporte agua totalmente potable, ésta esté lo menos contaminada posible, de manera que con un simple tratamiento, se pueda conseguir, de forma rápida, agua de suficiente calidad para uso humano.


Tipos de aguas en función de su procedencia

¿Cómo influye la procedencia en el tipo del agua y su calidad?


Las características del agua van a depender evidentemente del lugar de origen desde donde se adquiere. Nos podemos encontrar así, diferentes tipos de aguas en función de su procedencia:

1. Aguas de fuentes subterráneas (manantiales): Este tipo de fuentes de abastecimiento por lo general se encuentran en zonas bastantes protegidas, de ahí que este tipo de agua se considere de buena calidad. El paso a través de la roca favorece los procesos de filtración, de ahí que no presenten cantidades importantes de residuos ni de microorganismos. Aunque las características del agua van a depender de la profundidad desde donde se abastece, ya que a mayor profundidad, menos probabilidad de que se encuentre contaminada. Por el contrario, si obtenemos agua de manantiales poco profundos, se debe considerar que ésta ya puede haberse contaminado por filtraciones superficiales, por lo que disminuye bastante la calidad. En muchos casos se realizan trabajos de perforación para obtener acceso a algún manantial, y no siempre se puede utilizar maquinaria adecuada que permita acceder a una profundidad suficiente para garantizar una menor contaminación.

2. Aguas superficiales procedentes de ríos, estanques, etc.: Se considera, de forma general, que son aguas bastante contaminadas, además de que la persistencia de ciertos embalses o estanques está muy influenciada por la climatología, y en épocas más calurosas puede que queden totalmente secos, por lo tanto la sostenibilidad de este tipo de fuentes en el tiempo no va a poder asegurarse. En el caso de utilizar este tipo de agua para el suministro en emergencias, deberán realizarse una serie de procedimientos físicos y químicos que mejoren la calidad del agua.

3. Agua de lluvia: Se trata de un recurso poco utilizado, pues es muy difícil que pueda abastecer de forma regular, de ahí que su uso sea muy limitado. Además el agua de lluvia, aun siendo de buena calidad, carece de una serie de elementos suplementarios, de manera que un consumo prolongado de este tipo de agua podría provocar enfermedades en la población.


Otros factores a considerar en la selección de fuentes de suministro 

En el punto anterior establecimos una serie de criterios para la elección de la fuente de abastecimiento más idónea, considerando como criterio fundamental la calidad del agua, pero no se han reflejado hasta este momento otras características que pueden condicionar, en una situación de
emergencia, la selección de una u otra fuentes de abastecimiento.

¿Qué otros factores es necesario contemplar para que la selección de un tipo de fuente u otra sea completamente adecuada a las características de la emergencia, de la población, de la región, etc.?

Efectivamente no podemos limitarnos a decidir sobre el suministro de agua en base al único criterio de que esta agua sea de calidad, aunque es evidente que éste va a ser uno de los factores condicionantes fundamentales.

Además debemos considerar una serie de criterios:
  • La disponibilidad y sostenibilidad de una cantidad suficiente de agua, aportando un flujo continuo en el suministro.
  • Si se debe realizar un tratamiento del agua, la disponibilidad de los medios técnicos para que pueda realizarse, considerando siempre que el coste no sea muy elevado.
  • La tecnología y financiación disponible para poder desarrollar la infraestructura necesaria de obtención desde la fuente de abastecimiento y posteriormente la distribución a la población.
  • Contemplar la opción de que una fuente se utilice un tiempo prolongado, por lo que en el momento de la selección habrá que considerar la posibilidad de que el recurso no se sobreexplote y se termine por agotar el acuífero.

En la toma de decisiones en relación a la selección de la fuente es fundamental que intervengan especialistas en la materia, que puedan disponer de la información necesaria sobre las características de la zona.

Es por esto que se debe priorizar la participación de especialistas locales sobre los que proceden de zonas alejadas, ya que el conocimiento de los recursos locales va a ser una factor fundamental para que la decisión sea adecuada a cada uno de las factores anteriormente mencionados. Por supuesto debe tratarse de un personal perfectamente cualificado en esta materia.

Por último debemos considerar además, que obtener una cantidad suficiente y de calidad para atender a una población afectada por una catástrofe puede que no sea suficiente para garantizar el acceso con equidad al suministro de agua, como derecho fundamental de todas las personas afectadas. Esto puede producirse si no consideramos que existe parte de esta población que presenta unas características particulares, y para la que deberán contemplarte medidas especiales en la distribución. Entre este tipo de personas podríamos considerar personas mayores, con movilidad reducida o enfermas, niños y niñas, etc. Para estos casos se crearán dispositivos e instrumentos especiales que faciliten el acceso al agua por igual. Entre éstos puede encontrarse el uso de recipientes de menor tamaño adaptados a personas que tienen dificultad para soportar grandes pesos, etc.


Métodos de potabilización

¿Qué tipo de procedimientos se podrán realizar en situaciones de emergencia para potabilizar el agua para su consumo humano?
La contaminación del agua en situaciones de catástrofes es la causa primera de aparición de enfermedades transmisibles por contaminación oral-fecal como el cólera, la diarrea, etc. El tratamiento mediante diferentes técnicas para la potabilización del agua es por lo tanto una tarea de enorme importancia para la formación del personal que va a intervenir en situaciones de emergencia. No podemos olvidar la situación de la que vamos a partir, ya que esto va a condicionar mucho el tipo de metodología empleada, es decir, existen numerosos procedimientos de potabilización de agua, algunos de ellos basados en una tecnología altamente sofisticada, pero no adaptable al uso en catástrofes.

Para que las técnicas sean adecuadas, deben cumplir los requisitos que comentamos se deben considerar en cualquier aparato o material de uso en emergencias, es decir, de transporte sencillo, fácil manipulación y reparación, que no requiera de personal para su puesta en marcha altamente cualificado, costes asumibles, etc.

Toda la metodología empleada para la potabilización del agua va dirigida a obtener un agua:
  • Libre de microorganismos patógenos.
  • De aspecto, olor, sabor, etc. adecuado a las características normales del agua.
  • Exenta de productos tóxicos.
Se van a realizar una serie de procedimientos que secuencialmente irán mejorando la calidad del agua, hasta el tratamiento último de desinfección que permite obtener definitivamente un agua apta para el consumo humano.

Los métodos empleados vamos a presentarlos detalladamente en los siguientes apartados y son:
  1. Desbaste, tamizado y sedimentación.
  2. Clarificación.
  3. Desinfección.


Desbaste, tamizado y sedimentación

Secuencialmente, el desbaste, tamizado y sedimentación es el primer procedimiento que se aplica al agua para mejorar su calidad. ¿En qué crees que consiste?

1) Separación de grandes sólidos: desbaste, tamizado y sedimentación.

El objetivo de esta etapa es realizar un pretratamiento al agua tras ser obtenida de la fuente de abastecimiento. Con el pretratamiento se pretende eliminar del agua contaminada la mayor cantidad de materiales de tamaño considerable (ramas, rocas, partículas grandes, etc.).

Este procedimiento se realiza mediante un conjunto de procesos muy sencillos, aunque esto no disminuye la importancia de su práctica, pues la presencia de partículas de gran tamaño puede impedir la ejecución de las etapas posteriores por obstrucción de bombas, válvulas, depósitos, etc.


Para la realización en esta fase del desbaste y tamizado se emplean una serie de rejillas o filtros con aberturas uniformes que están diseñadas para retener partículas de determinado tamaño. Junto con este proceso se puede emplear un método de desarenación, es decir, del mismo modo que en el caso anterior voy a eliminar partículas sólidas de un tamaño considerable, aunque en este paso, en vez de hacer pasar al agua por diferentes filtros, lo que voy a hacer es dejarla sedimentar. La fuerza de la gravedad ejercida sobre este tipo de sólidos es suficiente para, en poco tiempo, permitir la sedimentación de este tipo de partículas.


Clarificación 

Los procesos para la potabilización del agua agrupan a varios métodos tanto físicos como químicos. Ya hemos visto en el apartado anterior cómo quitar las partículas de tamaño considerable, mediante desbaste, tamizado y sedimentación.

¿Cómo continuaríamos con el procedimiento hasta la obtención de agua potable para el consumo humano?

2) Clarificación del agua:

El objetivo de este proceso es dotar al agua de una serie de características adecuadas a un agua de calidad, es decir aportarle una turbidez mínima o ausencia de partículas en suspensión, contribuir a una claridad y aspecto apropiados, etc. Es decir, dotar al agua de las características organolépticas suficientes para asemejarse a un agua potable, de manera que se impida el rechazo por parte de la población.

La clarificación es un proceso que se realiza en varios pasos y que permite eliminar todos aquellos sólidos que, por tener un tamaño muy pequeño, han quedado suspendidos en el líquido. Para este tipo de partículas de tamaño tan pequeño los procesos de sedimentación no son eficientes pues se requeriría de mucho tiempo, días o incluso meses, para que este tipo de partículas sedimente, pues su velocidad de sedimentación debida a la fuerza de la gravedad es muy baja.


Se pueden realizar varios métodos de clarificación, bien por separado o aplicando varios de ellos de manera conjunta, en función de las características de contaminación del agua del que partimos, entre los que se encuentran:
  • Coagulación o Floculación: Se trata de añadir a la solución de aguas y partículas una serie de sustancias que tienen la capacidad de retener las partículas en suspensión, agregándolas en partículas más grandes llamadas flóculos. Los flóculos ya sí pueden depositarse por gravedad en los tanques de clarificación, o pueden eliminarse haciéndoles pasar por un filtro adecuado. Este proceso permite eliminar partículas de diámetro inferior a 0,01mm. Como sustancias floculantes pueden utilizarse sales de hierro o aluminio y carbón activo, entre otras, que por sus características químicas tienen esa capacidad de agregación de partículas.
  • Decantación: Es un método físico de separación de mezclas (tanto de diferentes líquidos como de líquido-sólido) basado en la diferencia de densidad entre los dos componentes. Al dejar la solución en reposo, el compuesto de menor densidad se desplaza hacia la parte superior del contenedor, mientras que en la inferior quedaría la parte de la mezcla de mayor densidad. El agua clarificada que queda en la parte superior puede ser redirigida a un nuevo depósito, eliminando de ésta una parte importante de contaminantes.
  • Filtración: este proceso consiste en la eliminación de partículas en suspensión de tamaño pequeño, para lo que debemos utilizar un filtro con un tamaño de poro adecuado a éstas. En muchos casos se utiliza una masa filtrante que retiene partículas de tamaño pequeño.


Desinfección

La realización de todos estos procesos estudiados hasta este momento permite obtener un agua, de aspecto totalmente semejante al agua de bebida.

¿Sería suficiente con este tratamiento para considerar que el agua es apta para el consumo o habrá que continuar con el proceso?

Efectivamente el aspecto del agua obtenida una vez realizados los procesos de separación de partículas y clarificación es bastante semejante al del agua potable, pero no podemos aún considerar que esta agua es potable, pues los procesos anteriores no garantizan la eliminación de microorganismo patógenos, por lo que no se puede emplear con garantías de potabilidad. Para poder obtener un agua completamente exenta de microorganismos causantes de enfermedades debemos realizar un tratamiento de desinfección sobre el agua ya procesada mediante la metodología estudiada.

3) Desinfección: El proceso de desinfección de agua puede realizarse mediante una amplia gama de procedimientos físicos y químicos, aunque la mayoría de éstos no se adecuan a las características que demanda la situación de emergencia, por ejemplo, es bastante habitual el uso de depósitos de uso doméstico que contiene una serie de filtros de tamaño muy pequeño, capaces de retener incluso a los microorganismo patógenos. Aunque en principio pueda parecer un método sencillo y poco costoso, la realidad impide su utilización, pues el tiempo de obtención de agua potable es muy prolongado, con lo cual su uso se limita sólo a pequeñas necesidades domésticas y no es apto para suministrar agua a grandes poblaciones.

Entre los procedimientos utilizados para obtención de agua desinfectada y que pueden adaptarse a situaciones de emergencias se encuentran dos:
  • Desinfección por procedimientos físicos: Ebullición.
  • Desinfección por procedimientos químicos: Cloración.
Vamos a explicarte brevemente ambos:

a) Desinfección mediante procedimientos físicos: Ebullición.



El proceso de ebullición es un procedimiento físico de fácil aplicación, por lo que en principio puede parecer bastante indicado para emergencias. En realidad se requiere llevar a ebullición (> 100ºC) durante un tiempo en torno a unos 15 minutos a toda el agua que se quiera desinfectar. Aunque la metodología es sencilla, en la práctica este proceso resulta muy costoso porque se requiere de grandes cantidades de combustible, lo que limita bastante su uso en grandes catástrofes.


b) Desinfección por procedimientos químicos: Cloración.




La desinfección por procedimiento químico es el método más utilizado para la obtención de agua en situaciones de emergencia. Se pueden utilizar diferentes compuestos químicos como es el yodo, aunque está generalizado el uso de derivados clorados, porque permiten una metodología sencilla sin aportar sabor ni color al agua, y con resultados excelentes en la eliminación de patógenos. Los derivados clorados son excelentes agentes germicidas, y además su carácter oxidante realiza funciones de blanqueante, mejorando el aspecto del agua.

La metodología empleada para realizar la desinfección por cloración consiste en suministrar dentro de los depósitos de agua (que en ningún caso puede elaborarse con materiales metálicos, pues pueden reaccionar con el cloro disminuyendo su eficacia), una solución de cloro calculada en base a los litros de agua a desinfectar, y dejar actuar unos treinta minutos. Tras este proceso podríamos realizar un método de determinación de cloro residual que nos garantiza que este componente ha realizado su función desinfectante.

Aunque la metodología es muy sencilla no podemos olvidar que el cloro es un compuesto químico corrosivo, emisor de gases y tóxico, por lo que siempre se deben establecer unas medidas de precaución adecuadas durante su manipulación.


Métodos de análisis de agua

En la potabilización del agua después de todo el tratamiento se realizan una serie de determinaciones en el laboratorio para comprobar que efectivamente la metodología se ha realizado de forma correcta, y que el agua es apta para el consumo humano.

Ahora te preguntas si este tipo de determinaciones se deben también realizarse en emergencias, y si es así, de qué modo podremos trasladar esta metodología a una situación en donde se carece, por lo general, de recursos suficientes.

¿Qué tipo de determinaciones analíticas serán esenciales en estas situaciones? ¿Qué metodología y materiales emplean?

Junto con la importancia que tiene el poder obtener una cantidad de agua adecuada a las necesidades que demanda la propia situación de emergencia, y la realización de métodos de potabilización, hay que considerar que el agua obtenida definitivamente cumpla con una serie de características que garanticen su calidad para el consumo humano, tanto antes de su distribución como durante ésta.

La realización de estos métodos de análisis van encaminados a garantizar por un lado que el aspecto del agua se asemeje en la medida de lo posible al agua de calidad (sin partículas en suspensión, olores, sabores extraños, etc.), ya que esto podría causar un rechazo en la población y hacerles utilizar fuentes posiblemente contaminadas. Y por supuesto que carezca de contaminantes microbiológicos, químicos o físicos que pueden ocasionar problemas de salud tras su consumo.

Las técnicas de análisis del agua son:

1. Turbidimetría.
2. Determinación de cloro residual.
3. Análisis bacteriológico.


En los siguientes subapartados analizamos cada uno de estos métodos.


Turbidimetría

La Turbidimetría es una técnica que permite detectar la presencia de sólidos disueltos en la suspensión. La medida de la turbidez en el agua es un indicador de calidad, incluso aunque esta agua sea potable porque no presente ninguna sustancia tóxica.
  • Los indicadores establecidos desde los organismos internacionales, en relación a la calidad del agua en situaciones de suministros de emergencia, indican que el agua no puede superar el valor de 5 NTU (unidades de turbidez), para que sea considerada como de calidad.
  • La determinación se realiza mediante el uso del turbidímetro. Existen en el mercado una amplia gama de equipos para realizar esta determinación, algunos de pequeño tamaño y portátiles, que podrían desplazarse en situaciones de emergencia.

Determinación de cloro residual

La Determinación de cloro residual nos permite conocer si el tratamiento con éste ha sido efectivo o no.

Las instituciones establecen que para que se considere una desinfección adecuada, una vez realizada la administración del cloro, y esperado los treinta minutos del proceso, debemos encontrar en al agua una cantidad de cloro residual entre 0,2 y 0,5 mg/l, en función de las características del abastecimiento.

La determinación del cloro residual se realiza con dispositivos preparados para ello, y de fácil aplicación, generalmente se emplean comparadores de cloro que se presentan mediante una escala colorimétrica que se compara con el agua a analizar tras añadirle un reactivo.

Junto con la determinación del cloro se suele realizar en paralelo la medida del pH de esa agua, pues las modificaciones de éste pueden condicionar la cantidad de cloro necesaria para desinfectar el agua. La determinación del pH se realiza con un pH-metro, que emplea una escala colorimétrica de fácil interpretación para conocer el valor del pH del agua. En algunas catástrofes, las propias características de ésta condicionan la acidez del agua o la alcalinidad (por ejemplo en vertidos tóxicos, en erupciones volcánicas, etc.)


Análisis bacteriológico

La determinación de contaminantes químicos o físicos y la detección de microorganismos patógenos, ¿cómo podemos realizarla?

El Análisis bacteriológico detecta los numerosos microorganismos causantes de enfermedades que existen y que pueden transmitirse a través del agua, aunque como método de referencia válido para al análisis microbiológico se considera la determinación de coliformes (conjunto de microorganismos entre los que se encuentran la mayoría de los que producen patologías por consumo de agua de mala calidad).

Como vimos anteriormente para considerar un agua de calidad, no pueden encontrarse más de 10 coliformes en 100 ml de agua analizada.

  • Procedimiento: Para la determinación microbiológica se necesita un conjunto de materiales que permitan realizar la siembra e incubación del agua y posteriormente analizar la presencia o no de coliformes. La realización de este proceso en emergencias se realiza mediante el uso de equipos preparados con todos los materiales, se trata de pequeños laboratorios portátiles en donde podemos encontrar desde placas y medios de cultivo, hasta una pequeña incubadora para aportar las condiciones de temperatura necesarias para el crecimiento bacteriano.
La determinación de productos químicos o de contaminación radiológica supone la realización de análisis que requieren unos equipos tecnológicamente más sofisticados, lo que dificulta su uso en emergencias.
  • Por lo general la presencia de determinados metales, o elementos químicos en pequeñas cantidades y para uso de agua en emergencias (que se considera no va a ser muy prolongado) se supone que no debe causar ningún tipo de perjuicio. En el caso de que el consumo se vaya a prolongar si habrá que asegurase de realizar este tipo de análisis.
En una catástrofe lo que se debe hacer siempre es realizar una adecuada encuesta epidemiológica sobre las actividades que se realizan en la zona (tipo minería, centrales nucleares), o sobre enfermedades que podrían haberse ocasionado como consecuencia del consumo de agua con determinados metales, y ante la más mínima sospecha de posible contaminación del agua, clausurar esa fuente de abastecimiento como apta para el consumo humano.


Plan de abastecimiento de agua

La población cuando se ha tenido que desplazar a zonas más seguras, alejadas de las zonas más devastadas por la catástrofe, dificulta la distribución de agua potable a cada uno de los núcleos de desplazados.

¿Cómo puede resolverse este problema de abastecimiento? ¿Qué tipo de equipos serán necesarios para responder, en tan sólo pocos días, al acceso necesario al agua?

Una vez evaluado el impacto de la propia catástrofe, y valoradas las necesidades de abastecimiento de agua, los equipos de intervención y quienes representan a las personas damnificadas deben enfrentarse en las primeras horas o días, al reestablecimiento de un mínimo suministro de agua que garantice que se cubran las necesidades más básicas. Se debe considerar el abastecimiento de los desplazados a diferentes campamentos temporales, así como a los dispositivos desplegados en el lugar de intervención, entre los más importantes, por supuesto, los hospitales de campaña.

En muchos casos el reestablecimiento de un suministro de agua más o menos prolongado supone la reparación de la red de distribución normal de la región, para lo que se tomarán medidas mediante el desplazamiento de recursos materiales y personales, aunque este proceso puede demorarse hasta semanas, de ahí que haya que tomar una serie de medidas previas.


Generalmente las primeras necesidades en el suministro de agua se van a cubrir mediante el desplazamiento de camiones cisternas, o de agua embotellada (siempre que se tenga acceso a este tipo de formato). Una vez cubiertas las primeras demandas deberemos realizar una serie de operaciones que van a constituir un plan de abastecimiento de agua apropiado a suministrar agua a la población de manera más prolongada.


Equipos para la captación de suministro de agua

¿Qué equipos vamos a utilizar para reestablecer un suministro de agua durante una emergencia que pueda prolongarse durante un periodo de tiempo relativamente prolongado?

Los procesos de abastecimiento van a englobar:

  • Captación de agua.
  • Equipos de almacenamiento.
Veámoslos a continuación, en este y en el siguiente apartado.

1. Captación de agua de la fuente de abastecimiento:

Para la captación del agua se emplearán equipos de bombeo que permitan la extracción del agua desde el pozo o el embalse y que la lleven hasta el depósito de almacenamiento.
  • El tipo de bomba a utilizar dependerá de la profundidad a la que se encuentre el agua, del caudal que necesitemos ir extrayendo, etc.
  • Tipos de bombas: Se pueden emplear diferentes tipos de bombas, entre éstas se encuentran: 
  1. las bombas manuales que suministran pequeñas cantidades de agua (en torno a 15-20 l/min), así como 
  2. bombas eléctricas o a motor, cuya capacidad de extracción puede ir desde los 200-250 l/min. hasta los 600 l/min. Este tipo de bombas se emplean fundamentalmente en pozos poco profundos, con una tecnología y manipulación sencillas. En el caso de pozos más profundos suele trabajarse con bombas sumergibles, muy fiables para este tipo de profundidades, y con caudales de extracción en torno a los 100 l/min. Actualmente en el mercado existe una amplia diversidad de modelos con diferentes prestaciones y especificaciones para cada tipo de situación.

Equipos para el almacenamiento de suministro de agua

Ya hemos comentado que el restablecimiento del abastecimiento requiere fundamentalmente de equipos de captación y de equipos de almacenamiento. Ya comentamos la captación en el apartado anterior, ahora te hablamos del almacenamiento.

2. Equipos de almacenamiento:


El almacenaje de agua suele realizarse en tanques de fácil montaje fabricados en diferentes materiales plásticos, para evitar que reaccionen con los productos químicos de cloración. Existen en el mercado diversos modelos, en función del tipo de material y de la capacidad.

Entre los más utilizados se encuentran:
  • Tanques flexibles o plegables denominados burbuja o bladder. Son grandes depósitos en forma de burbuja o bolsa con capacidades que van desde los 5.000 l a los 50.000 l, de alta resistencia y fácil manipulación. En la selección del tipo de tanque se recomienda el uso de unidades de tamaño intermedio o pequeño por su mejor manipulación y efectividad de cloración. Generalmente se requiere para su colocación de zonas sobreelevadas en el terreno para que el agua tenga una presión adecuada.
bladder
  • Tanques desmontables elaborados con láminas de acero galvanizado. Se trata de un sistema muy práctico para el almacenamiento del agua, generalmente se utilizan para el almacenamiento de agua antes de ser tratada, ya que su apertura superior no garantiza el mantenimiento del agua en las mejores condiciones. Están elaborados con materiales muy sólidos por lo que son utilizados en casos de almacenamiento prolongado. Su capacidad es también variable dependiente del modelo seleccionado, aunque pueden llegar a contener hasta 700.000 l de agua.
  • Otros: Se pueden emplear otros tipos de depósitos de almacenamiento para el agua construidos en el mismo sitio donde se vaya a ubicar, y utilizando materiales como fibrocemento, plástico, etc.

Equipos para la distribución de agua

¿Cómo una vez almacenada y tratada el agua para su consumo, ésta puede distribuirse a todas las personas damnificadas?.

La distribución del agua en este tipo de situaciones va a realizarse utilizando diferentes sistemas de distribución que se establecerán según las propias características del lugar de ubicación de los damnificados, es decir, si se trata de campos de desplazados de grandes dimensiones, si se cuenta con parte de infraestructura que se pueda utilizar, si son pequeñas poblaciones rurales alejadas y de difícil acceso, etc.

En el caso de la distribución del suministro de agua se pueden utilizar diferentes sistemas:

1. Sistemas de distribución aislados: En realidad no se trata de complejos sistemas de distribución, en cuanto a que constan de un único depósito y de una red única de tuberías con una salida de acceso directo al lugar de recogida del agua. Este tipo de sistema se emplea para pequeñas poblaciones aisladas o en el caso del inicio de la gestión de la emergencia, antes de desplegar sistemas de distribución más complejos que requieren un tiempo de instalación.

2. Sistemas lineales: Constan de un depósito desde el que sale una única red de tuberías, y ésta va recorriendo cada uno de los puntos de distribución, con varias salidas de grifos a lo largo del recorrido. El montaje de este sistema es sencillo aunque presenta varios inconvenientes, por un lado la presión va disminuyendo a lo largo del recorrido, pudiendo ser muy baja al final de la red de tuberías. Y además la ruptura de esta única red afecta a todo el sistema por completo.


3. Sistemas radiales: Son los más desarrollados al utilizarse desde el depósito de almacenamiento varias salidas de redes de tuberías independientes, en forma radial, desde el centro donde está ubicado el depósito. Esta distribución soluciona las dificultades del sistema lineal, ya que la avería de una red no afecta a todo el sistema y la presión no disminuye pues cada sistema de tuberías tiene una longitud más pequeña que en el caso anterior.







Sistemas Autónomos de Potabilización

Existen actualmente en el mercado sofisticados sistemas autónomos de potabilización de agua que cuentan con tecnología que les capacita para realizar todas las operaciones de tratamiento y desinfección del agua.

Este tipo de equipos son construidos para ser fácilmente adaptables a vehículos o al transporte aéreo, lo que facilita el manejo de la emergencia, pues pueden acceder en poco tiempo a lugares muy alejados aportando un suministro adecuado a la población.

Los equipos están dotados de sistemas para la captación, filtración y desinfección del agua, incluso en muchos casos cuentan con generadores autónomos de corriente, lo que implica que sólo necesitamos contar con una fuente de abastecimiento para poder proporcionar agua potable.

Aunque en principio todo parecen ventajas en su uso, el coste elevado y la necesidad de ser manejados por personal cualificado específicamente para ellos, implican que su utilidad real en catástrofes se limite a sólo emergencias particulares (lugares de difícil acceso) o en los primeros días tras la catástrofe mientras se desarrollan otros sistemas de abastecimiento.


Gestión de víveres: planificación y gestión de alimentos


¿Cómo debe gestionarse todo lo relacionado con el suministro de productos de primera necesidad?

La gestión de víveres va a ser otra de las tareas que debe organizarse por parte de las autoridades competentes de forma adecuada para evitar graves problemas. En aquellas catástrofes en donde la población se ha visto amenazada de forma importante, y ha temido fundamentalmente por no tener acceso a productos de primera necesidad, se han producido problemas de seguridad en el suministro y almacenamiento de este tipo de productos, produciéndose episodios violentos con la necesidad de que intervengan las fuerzas del orden público. Para evitar este tipo de problemas, lo más importante es que la población sienta que el suministro va ha llegar, en condiciones de igualdad, a todas las personas afectadas.

El objetivo fundamental que deben tener los equipos de intervención, y sobre todo las autoridades que gestionen la catástrofe, es que a todas las personas damnificadas se les provea de todo lo necesario para atender a las necesidades más básicas del ser humano que garantizan un mínimo de condiciones de vida. El acceso al alimento y el mantenimiento de un adecuado estado nutricional es un factor determinante en la supervivencia de la población afectada por una catástrofe. La desnutrición, así como la dificultad en el acceso a una higiene adecuada y a elementos básicos de ropa, son determinantes de la disminución en la aparición de enfermedades y otras complicaciones en la población.


Evaluación de elementos fundamentales en la gestión de víveres

La gestión de víveres pasa, como el resto de la organización de una catástrofe, por evaluar y considerar una serie de elementos fundamentales:
  • Si se determina que la población afectada no tiene un acceso a las necesidades más básicas de alimento, ropa e higiene se debe restablecer el abastecimiento a corto plazo, en la medida de lo posible.
  • Realizar una evaluación de la capacidad del mercado local para abastecer de los productos de primera necesidad, si hay imposibilidad de acceso local a estos productos se recurrirá a mercados extranjeros.
  • Considerar dentro de la población afectada aquellos grupos más vulnerables, como niños y niñas, personas ancianas, enfermas, o mujeres embarazadas, a quienes se debe garantizar un acceso igualitario, considerando en su caso necesidades particulares de alimentación (leche en lactantes, etc.)
  • Considerar la posibilidad de conflictos violentos, para lo que se establecerán todos los recursos de personal e instalaciones necesarios para evitar robos o situaciones descontroladas en la distribución.
  • Llevar un registro adecuado de la distribución.
  • Siempre que sea posible implicar a las comunidades locales en las tareas de control y de planificación de la distribución.


Gestión de raciones

¿Cómo vamos a calcular cuáles son las necesidades básicas de la población en los productos de primera necesidad? ¿Qué consideraciones deberemos seguir para garantizar que se cubren las necesidades nutricionales adecuadas en la población?

En la gestión de productos alimentarios se han realizado una serie de estimaciones por parte de las principales instituciones internacionales encargadas de la gestión de catástrofes en donde se establecen:

Necesidades de nutrientes y planificación de las raciones:
  • Las necesidades calóricas por persona y día se establecen en 2.100 Kcal.
  • El 10% total de la energía suministrada debe proceder de las proteínas.
  • Un 17% del total procede de las grasas.
  • Debe considerarse la presencia adecuada de micronutrientes esenciales.
  • Para los grupos más vulnerables (niños y niñas, personas ancianos o enfermas) estas condiciones deben adecuarse con los suplementos necesarios a las demandas concretas, por ejemplo, administración de leche en niños y niñas lactantes, etc.
Cuando la población se ha desplazado de su lugar de origen, generalmente no tienen acceso a ningún tipo de alimento, por lo que se debe establecer el suministro de raciones que aporten todas las necesidades especificadas. Sin embargo en la mayoría de las situaciones de catástrofe, la población no se desplaza y puede tener acceso a parte de los alimentos necesarios. En estos casos se hará una estimación de las necesidades reales en función del acceso y tipo de alimentos que puedan obtener.



REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES ESTABLECIDOS POR LA OMS
PARA LA POBLACIÓN
NUTRIENTES
NECESIDADES DE LA POBLACIÓN
NUTRIENTES
NECESIDADES DE LA POBLACIÓN
Necesidades calóricas totales

Proteínas

Grasas

Vitamina A
Tiamina (B1)
Riboflavina (B2)
Ácido Fólico
Niacina (B3)
Vitamina B12

Vitamina C
Vitamina D

2,100 kcals

53g (10% de la energía total)
40g (17% de la energía total)
550mcg RAE
1.1mg
1.1mg
363 μg DFE
13.8mg
2.2mcg

41.6 mg
6.1mcg

Hierro

Iodo

Magnesio

Zinc
Selenio
Vitamina E
Vitamina K
Vitamina B5
Vitamina B6 (pyridoxina)
Cobre
Calcio

32mg

138mcg

201 mg

12.4 mg
27.6 mcg
8.0 mg alpha-TE
48.2 μg
4.6 μg
1.2 mg

1.1mg
989mg



Gestión de productos de higiene y ropa

¿Y en materia de higiene personal y de elementos necesarios para cubrir las necesidades básica de ropa para vestir y para dormir? 
¿Cuáles van a ser los elementos necesarios para cubrir la demanda más básica en la población?
¿Deben cubrirse las necesidades sin atender a las diferencias culturales en ropa, etc.?

Efectivamente, en el suministro de elementos relacionados con la ropa nos encontramos con diferencias importantes entre diferentes comunidades que deben considerarse a la hora de proporcionar este recurso, pues el vestir de un modo u otro en determinadas culturas puede ser fundamental para garantizar un mínimo de dignidad a la comunidad.

La relación de productos necesarios para cubrir la higiene personal así como la ropa de vestir y de cama deben proporcionarse siempre considerando que éstos aseguren la dignidad, seguridad y bienestar de las personas.

Se debe cumplir en todos los casos:
  • Administrar ropa de cama y accesorios necesarios para dormir (esterillas, sacos, etc.) adaptados a las condiciones climatológicas y permitiendo que cada persona pueda dormir por separado.
  • Aportar ropa suficiente para garantizar un mínimo de higiene, considerando que personas enfermas o niños y niñas puedan necesitar un mayor número de elementos para que puedan realizarse los cambios necesarios, y permitir realizar el lavado de las mismas.
  • La ropa se ajustará a las características culturales de la población, considerando sus costumbres, modos, etc.
  • Todas las familias deben tener un acceso a un mínimo de productos de higiene (jabón de lavado de ropa, gel, etc.), el resto de productos de higiene se adecuarán a las costumbres y características culturales (cepillo de dientes, pasta de dientes, maquinillas, etc.)
  • Se considerarán aportes suplementarios de productos de higiene necesarios para cubrir demandas específicas, por ejemplo, a personas enfermas con incontinencia, mujeres durante la menstruación o bebés, se les suministrarán todos aquellos materiales que cubran estas necesidades específicas.


Eliminación de excretas y tratamiento de residuos

Junto con el suministro de aquellos elementos esenciales para facilitar las condiciones adecuadas y prioritarias a la población en materia de alimento, ropa y productos de higiene, una parte muy importante de la gestión de las catástrofes deriva de un correcto procedimiento en la eliminación de excretas y cualquier otro tipo de residuo.

Esta tarea tiene una especial dificultad, fundamentalmente cuando se producen grandes desplazamientos de la población a zonas en donde no existe ningún tipo de infraestructura de saneamiento previo, y además cuando se concentran grupos de personas en recintos pequeños sin la adecuada infraestructura para dar respuesta a la eliminación de residuos.

¿Cómo se podrá organizar y dar cobertura a la población en materia de saneamientos mínimos para la eliminación de residuos?

El impacto que tienen las catástrofes sobre los servicios de saneamiento suele ser generalmente grave, condicionando las condiciones mínimas de salubridad de la población. Los residuos que se producen en situaciones de emergencia provocan un riesgo importante, por lo que se hace necesario establecer una serie de medios para la eliminación de éstos como factor prioritario en la gestión de la crisis.

Existen diferentes tipos de residuos generados en este tipo de situaciones:
  • Residuos asimilables a urbanos.
  • Residuos hospitalarios.
  • Residuos peligrosos.
El tratamiento de los residuos hospitalarios y de los tóxicos requiere generalmente de un tratamiento específico como consecuencia del potencial tóxico que aportan, generalmente se realiza un empaquetamiento hermético en contenedores específicos en función de las características del residuo y posteriormente son derivados a plantas especiales de tratamiento de residuos en donde se realizan diferentes procedimientos como la incineración, o tratamientos específicos en el caso de residuos radiactivos, medicamentos o que contengan metales pesados.

La mayoría de los residuos generados en catástrofes son aquellos producidos por las excretas, aunque también habrá que considerar otros, como residuos de lodos y escombros, etc.

Antes de considerar el tratamiento de residuos, los organismos internacionales establecen una serie de condiciones mínimas para la evacuación de excretas mediante el acceso a baños de la población, que proporcionen unas condiciones mínimas sanitarias:
  • Se debe poner como mínimo un baño para cada 20 personas, (en determinadas situaciones estas condiciones no son fáciles de cumplir y se puede aumentar a 50 personas por baño hasta que mejoren las condiciones de la crisis).
  • Deben mantenerse las condiciones mínimas de limpieza e higiene en ellos.
  • La instalación de baños se realizará alejada de las fuentes de suministro de agua para evitar contaminaciones por filtraciones.

Métodos de eliminación de residuos

¿Qué métodos se utilizarán para la eliminación de residuos, cuando generalmente los recursos para la creación de infraestructuras son limitados en situaciones de emergencias?

La eliminación de residuos siempre debe realizarse en lugares donde no puedan generar problemas secundarios sanitarios ni ambientales, de ahí que en la mayoría de los casos se va a requerir de procesos previos de recolección y transporte a zonas adecuadas.

Los principales métodos que se utilizan para la eliminación de residuos en catástrofes son los siguientes:

1. Empleo de rellenos sanitarios: se trata de lugares destinados a disponer de modo definitivo los desechos, sin que ello suponga un problema de salud ambiental. En los rellenos sanitarios se van depositando los residuos y se van compactando de manera que los productos se vayan descomponiendo. Este tipo de eliminación sólo será adecuada para residuos orgánicos que se descompongan de modo natural. En muchos casos se aprovecha la orografía del terreno para la ubicación de éstos rellenos, considerando que los terrenos no están siendo utilizados para ninguna otra función.



2. Enterramiento: es el método apropiado para utilizar en el caso de pequeñas poblaciones. Se cava una fosa donde se introducen los residuos y posteriormente se cubre con una capa de tierra. Hay que considerar en muchos casos la utilización de sustancias limitantes de la putrefacción, sobre todo cuando en los residuos se encuentran restos de animales que potencialmente puedan transmitir enfermedades, una de las sustancias utilizadas con más frecuencia es la cal viva.

3. Incineración: se trata de eliminar mediante su quema aquellos residuos combustibles. Para facilitar su incineración se utilizan diferentes combustibles como el keroseno. En el caso de tratarse de sustancias con mayor potencial tóxico esta incineración, en vez de realizarse al aire libre, se realizara en hornos adecuados para soportar altas temperaturas.


En muchos casos la eliminación de residuos no es sólo un problema, sino que puede utilizarse como generadora de otros recursos, por ejemplo energéticos. Los residuos orgánicos pueden utilizarse como fuente generadora de energía, o utilizarse para compostaje en terrenos agrícolas, de manera que se emplea como recurso reutilizable, realizando una gestión más conservadora y eficiente con el medio ambiente.


Desinfección, desinsectación y desratización

El personal encargado de las tareas de control y vigilancia de transmisión de enfermedades, primero analiza si los procedimientos de tratamiento de excretas y residuos serán suficientes para evitar que aparezcan epidemias en la población. La incidencia de este tipo de problemas es muy frecuente, y no parece que el control de residuos sea el único medio que permita disminuir este riesgo de transmisión de enfermedades tan importante.

¿Qué otros procedimientos habrá que considerar?

Junto con la adecuada eliminación de residuos se insta, por parte de las principales instituciones en materia de gestión de catástrofes, a realizar procedimientos de desinfección, desinsectación y desratización en casos de grandes catástrofes, pues el riesgo de que aparezcan epidemias es muy importante y sus consecuencias pueden ser fatales para la población.

La OMS define estos procedimientos de la siguiente manera:

  • Desinfección: Procedimiento mediante el cual se adoptan medidas sanitarias para controlar o eliminar agentes infecciosos presentes en el cuerpo humano o animal, o en otros utensilios de uso cotidiano (mesas, maletas, contenedores, etc.), mediante su exposición directa a agentes químicos o físicos.
  • Desinsectación: Procedimiento mediante el cual se adoptan medidas sanitarias para controlar o eliminar insectos vectores de enfermedades humanas de todo tipo de materiales y utensilios.
  • Desratización: Procedimiento mediante el cual se adoptan las medidas sanitarias para controlar o matar roedores vectores de enfermedades humanas.

Todos estos procesos van precedidos, en la mayoría de los casos, de procedimientos iniciales de limpieza que garanticen la eliminación de aquellos residuos de mayor tamaño, y faciliten el acceso de los productos empleados al material que se quiera desinfectar o desinsectar.

Junto con la realización de este tipo de procedimientos se debe realizar un análisis de las características de la catástrofe para adecuar los mejores métodos en función de las necesidades, es decir, la probabilidad de transmisión de enfermedades a través de alimentos y agua en países con climas cálidos o temperaturas elevadas es mayor que en climas más fríos y obliga a un incremento de las medidas de control y de higiene para impedir la aparición de epidemias.

Del mismo modo, si la zona presenta una población elevada de animales transmisores de enfermedades, habrá que focalizar los esfuerzos en la eliminación o control de éstos.

En todos estos casos la información y educación de la población en materia de salud pública debe ser una tarea tan importante como la realización de todos estos procedimientos, pues en muchos casos medidas tan sencillas como el lavado de manos pueden ser mucho más efectivas que algunos verdaderos procedimientos más sofisticados en materia de desinfección o de desinsectación


Procedimientos para la desinfección

¿Qué métodos son los más adecuados para realizar la desinfección de aquellos materiales y utensilios utilizados por parte de la población y de los equipos de intervención?


Como hemos visto en el apartado anterior, la desinfección implica la eliminación de microorganismos patógenos de superficies y objetos. La variedad de microorganismos que pueden encontrarse presentes es muy amplia, aunque de modo genérico se agrupan según el tipo de germen en bacterias, virus, hongos y parásitos.

La desinfección pueden realizar utilizando métodos físicos y químicos, y siempre se realizará teniendo en cuenta una serie de características: el tipo de objeto contaminado, su superficie, así como el material que lo compone, el tipo de desinfectante utilizado y el tiempo de contacto entre ambos. No puede emplearse en muchos casos los procedimientos físicos en materiales que no aguantan altas temperaturas.

Los métodos de desinfección más utilizados en situaciones de catástrofes son:
  • métodos físicos y
  • métodos químicos.
Vamos a verlos en los siguientes apartados.


Métodos Físicos

Es una práctica muy segura que permite destruir mediante procesos muy sencillos a los microorganismos patógenos. Se puede emplear la ebullición para desinfectar así como el uso de radiación ultravioleta. Son métodos muy eficaces que presentan la ventaja de no dejar ningún tipo de residuo.


Métodos Químicos

Mediante el empleo de desinfectantes químicos. Entre los más utilizados se encuentran:
  • Cloro y compuestos clorados: Uno de los principales desinfectantes utilizados en catástrofes, pues su efecto es muy rápido y además persistente. La ventaja principal que presentan es que son de bajo coste, aunque no podemos olvidar que pueden irritar la piel y que son corrosivos con el metal. Entre ellos se encuentra la clorhexidina cuyas propiedades son muy buenas para la desinfección de manos y utensilios.
  • Yodo y sus derivados: Uno de los má s utilizados es la povidona yodada, fundamentalmente en desinfección de heridas, aunque la fácil volatilidad del yodo impide en muchos casos su efectividad. Es poco tóxico aunque puede manchar las superficies sobre las que se aplica.
  • Derivados de amono cuaternario: Se presentan en forma de soluciones jabonosas. Son generalmente inodoros, incoloros y no irritantes. Su actividad antimicrobiana fundamentalmente es antibacteriana, aunque la presencia de material orgánico reduce su actividad.
  • Fenoles: Tienen un olor característico, son muy efectivos contra los agentes bacterianos y algunos hongos y virus.
  • Peróxidos: El más utilizado es el peróxido de hidrógeno, conocido como agua oxigenada, muy activo frente a bacterias, hongos y virus, a bajas concentraciones.
Todos los desinfectantes químicos requieren de un tiempo de contacto suficiente para ser efectivos, que va a depender de la composición química del desinfectante así como de las propias
características del microorganismo que se pretende eliminar. De ahí que se tengan que utilizar a
una concentración adecuada respetando los tiempos de acción.


Procedimientos para la desinsectación y desratización

Junto con la desinfección, principalmente de la piel o de algunos objetos, en catástrofes es muy importante eliminar, o al menos controlar tanto a los insectos como a las ratas como posibles transmisores de enfermedades. ¿Qué metodología se empleará para conseguir la eliminación o control de este tipo de animales, teniendo en cuenta que muchos de los lugares de ubicación de personas damnificadas en una catástrofe se desplazan a zonas rurales?
En la mayoría de los casos las personas damnificadas son instaladas en tiendas de campaña, con lo que el contacto con el terreno es directo, y la probabilidad de que penetren en estas ubicaciones temporales los insectos, muy sencilla.
  • La desinsectación: El objetivo de los procedimientos de desinsectación es eliminar y controlar las plagas de insectos que están acosando los lugares habitados. Existe una amplia variedad de técnicas aplicables en procesos de desinsectación, fundamentalmente de tipo físicos (mediante el uso de procesos de retención o de atrapamiento de insectos) o de tipo químico con el uso de insecticidas o de repelentes que maten o alejen de las zonas pobladas a los insectos. La elección de uno u otro método se realiza en base al tamaño de la zona a tratar, de ahí que en catástrofes generalmente se utilicen productos químicos para realizar esta tarea.
  • Entre los insecticidas más utilizados se encuentran los derivados del Piretro (Piretroides) y los carbamatos, que actúan provocando en el insecto alteraciones nerviosas que le llevan a la muerte, además a veces proporcionan un olor característico que actúa también como repelente.
  • Los métodos de aplicación de insecticidas pueden ser variados: Nebulización, espolvoreo, pincelación (uso de un pincel para pasar por aquellos lugares donde puedan refugiarse los insectos una laca insecticida), etc.
  • La desratización: Los procedimientos de desratización tiene como objeto la eliminación de roedores, en cuanto a que estos animales son una fuente muy importante de transmisión de enfermedades en lugares donde las condiciones higiénicas no son adecuadas.
- La dificultad principal que presentan estos métodos están derivados de la gran capacidad de adaptación de los roedores a numerosos hábitats, con una capacidad para sobrevivir altísima.

- Se pueden emplear, como en el caso anterior, procedimientos de eliminación físicos, basados en el uso de trampas o procedimientos químicos mediante la utilización de sustancias tóxicas. La dificultad principal que presenta el uso de las trampas es que los roedores terminan por reconocer las trampas y a largo plazo no son eficaces, de ahí que para problemas de plagas importantes se elija la utilización de los productos químicos.

- Algunos de los productos utilizados para la eliminación de roedores son: fosfuro de cinc y norbomida.


Riesgos para la salud relacionados con el suministro de agua y la eliminación de residuos

¿Cuáles son las principales enfermedades que pueden aparecer en las catástrofes?
¿Qué consecuencias tiene la aparición de este tipo de enfermedades?


Los desastres de todo tipo (naturales, humanos, etc.) están estrechamente relacionados con la aparición de una serie de condiciones de insalubridad que proporcionan un medio ideal para la proliferación de una serie de enfermedades, que además son fácilmente transmisibles entre la población. Los diferentes estudios de catástrofes ya pasadas, han puesto de manifiesto las características que provocan la aparición de estas enfermedades, que por lo general desembocan en grandes epidemias, y sus consecuencias más directas, fundamentalmente en el aumento de mortalidad.


La epidemiología ha puesto de manifiesto, que si bien este era un problema generalizado en las catástrofes sucedidas hasta el siglo XIX, actualmente son los países menos desarrollados los que sufren este tipo de situaciones, particularmente enfermedades como el sarampión, la poliomielitis, la malaria, la fiebre tifoidea y algunas enfermedades víricas transmitidas por artrópodos como el dengue o la fiebre amarilla.


Factores que determinan la aparición de enfermedades

Los factores que determinan la aparición de enfermedades son:

1. Países en desarrollo que ya tiene en su región algunos microorganismos patógenos de forma endémica.

2. Cambios ecológicos resultantes del desastre, por ejemplo, las zonas inundadas durante el desastre son más proclives a padecer enfermedades transmitidas por determinados mosquitos.

3. Desplazamiento de personas damnificadas, generalmente van a desplazarse a zonas que van a quedar sobrecargadas de población, o a áreas con presencia de determinadas enfermedades.

4. Cambios en la densidad de población, pues todas las enfermedades transmitidas por la respiración o por contacto directo, se van a transmitir más fácilmente en estas condiciones de alta densidad de población.
5. Pérdida de los servicios públicos, entre ellos los servicios básicos de salud.

No podemos olvidar, además, que si estas situaciones se producen en una población que parte de un estado de salud algo deteriorado, porque sus condiciones nutricionales no han sido adecuadas, y un porcentaje importante sufren estados de malnutrición, la probabilidad de adquirir una enfermedad es mucho mayor, sobre todo en aquellos grupos de población más vulnerables como son los niños y las niñas, las personas ancianas, las embarazadas, o las personas enfermas.


Principales enfermedades derivadas de una catástrofe

¿Qué enfermedades aparecen fundamentalmente tras haber sucedido una catástrofe?
¿Cuáles son las principales medidas sanitarias que se pueden establecer para evitar su aparición o posteriormente su control?


Las principales enfermedades que pueden aparecer tras una catástrofe, junto con las medidas recomendadas para evitar su aparición o posteriormente su diseminación y la vía de transmisión las puedes ver en la siguiente tabla:



 
ENFERMEDAD
 
VÍAS DE TRANSMISIÓN
MEDIDAS DE CONTROL
Fiebre tifoidea.
Agua o alimentos contaminados.
 
  1. Eliminación adecuada de heces y orina.
  2. Suministro de agua potable
  3. Preparación higiénica de alimentos.
  4. Lucha contra plagas
  5. Aislamiento y tratamiento de casos detectados.
  6. Vacunación (en fiebre tifoidea y cólera).
  7. Vigilancia de enfermedades.
Cólera.
Leptospirosis.
Intoxicación por aguas contaminadas.
Intoxicación por alimentos contaminados.
Shigelosis.
Enfermedades transmitidas por contacto.
 
  1. Reducción del hacinamiento.
  2. Aseos adecuados a la población.
  3. Educación sanitaria.
  4. Aislamiento y tratamiento de casos detectados.
  5. Vacunación (en hepatitis y tétanos).
  6. Vigilancia de enfermedades.
Infecciones de la piel.
Sarna.
Hepatitis infecciosa.
Tétanos (contacto heridas).
Sarampión.
Enfermedades transmitidas por vía aérea.
 
  1. Reducción del hacinamiento.
  2. Aislamiento y tratamiento de casos detectados.
  3. Vacunación (en sarampión).
  4. Vigilancia de enfermedades.
  5. Realización de vacunación primaria en niños y niñas
Tos ferina.
Difteria.
Virus Influenza.
Tuberculosis.
Tifus transmitido por piojos.
Enfermedades transmitidas por vectores.
  1. Desinfección de la zona.
  2. Lucha contra plagas.
  3. Aislamiento y tratamiento de casos detectados.
  4. Vigilancia de enfermedades.
Peste (pulga de la rata).
Fiebre recurrente.
Malaria.
Encefalitis vírica.




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