domingo, 20 de marzo de 2016

Movilización del paciente.


Vamos a ver cómo se realiza la movilización de pacientes, tanto si se trata de movilizaciones de urgencia como movilizaciones no urgentes.

En la atención extrahospitalaria, y sobre todo en la atención de la urgencia o emergencia, el bloque inmovilización-movilización van muy relacionados.

¿Qué sería primero la inmovilización o la movilización?

Esto dependerá de la situación del paciente. Por ejemplo si encontramos a un paciente accidentado, que está en el suelo y tenemos que llevarlo hasta la camilla de la ambulancia para trasladarlo, en el caso de sospecha de lesiones cervicales o de fracturas, lo inmovilizaremos antes de movilizarlo, pero si tenemos a un paciente atrapado en un vehículo o en un lugar donde hay que hacer una extracción de urgencia, primero lo movilizaremos hasta ponerlo en una zona segura, a continuación procederemos a su inmovilización y traslado hasta la ambulancia.
 

Posiciones del paciente

¿Sabes en cuantas posiciones podemos colocar a un paciente en la asistencia extrahospitalaria?

Las posiciones en las que pongamos al paciente variarán en función de:
  • El estado o patología del paciente (pacientes inconscientes, que vomitan, que tienen dificultad respiratoria o con patología cardiaca, etc.).
  • Si se les ha de hacer una exploración o tratamiento.
  • La prevención de prevenir lesiones o complicaciones (lesiones medulares, agravar el estado de una fractura, mujeres embarazadas, lesiones por inmovilidad, etc.)
  • Disminuirles el dolor de la lesión que ya tienen (lesión abdominal, herida en la zona torácica, etc.)
  • Facilitar su comodidad en la camilla durante el transporte.
Las posiciones que expondremos son las más utilizadas en la atención en emergencias sanitarias y en el transporte sanitario. Son las siguientes:
  • Decúbito supino o dorsal.
  • Decúbito lateral.
  • Decúbito prono o ventral.
  • Posición de Fowler.
  • Posición ginecológica o de litotomía modificada.
  • Posición lateral de seguridad o posición de recuperación. (PLS)
  • Posición de Trendelenburg o anti-shock.
  • Posición de antitrendelenburg, Trendelenburg inversa, o de Morestin.

Colocación del paciente en las diferentes posiciones

Decúbito supino o dorsal

Pacientes tumbados sobre la espalda en horizontal, en el plano paralelo al suelo, con brazos y piernas en extensión, próximos al cuerpo y en una posición cómoda. Algunas de sus indicaciones son: la prevención de lesiones medulares, en el traslado en tabla espinal, realización de la RCP, pacientes politraumatizados, para ciertas exploraciones, ciertos ejercicios físicos, etc.



Decúbito lateral

Paciente tumbado sobre un lateral, derecho o izquierdo, en el plano paralelo al suelo, espalda recta, brazos flexionados y próximos a la cabeza, pierna inferior en extensión o semiflexionada y pierna superior flexionada por la cadera y la rodilla. Algunas de sus indicaciones son: pacientes que vomitan, pacientes politraumatizados, colocación de la camilla en el paciente, estancias en cama, etc. En mujeres embarazadas se utiliza el decúbito lateral izquierdo con el útero desplazado hacia el lado derecho.



Decúbito prono o ventral

Paciente tumbado sobre el abdomen en plano paralelo con el suelo, con las piernas extendidas y la cabeza girada hacia un lado. Los brazos están próximos al cuerpo y pueden estar extendidos con las palmas de las manos tocando la camilla o flexionados por el codo a diferente altura, dependiendo de la comodidad del paciente. Algunas de sus indicaciones son: exploraciones médicas, lesiones de la zona dorsal, ciertos ejercicios físicos, etc.




Decúbito semiprono

Es una posición intermedia entre el decúbito prono y el decúbito lateral (unos 45º entre las dos posturas). Se apoya sobre el lateral del tórax, la cabeza está ladeada, el brazo inferior extendido hacia atrás y ligeramente separado del cuerpo, el brazo superior está flexionado y próximo a la cabeza, la pierna inferior está semiflexionada por la rodilla y la superior flexionada por la rodilla y cadera.



Posición de Fowler

Paciente semisentado con las rodillas ligeramente flexionadas o piernas estiradas. El respaldo de la camilla estará a 45º. Algunas de sus indicaciones son: pacientes con problemas respiratorios o cardíacos, exploraciones de cara o tórax, administración de medicación por vía oral, etc.



Semifowler

Elevación del respaldo de la camilla a 30º. Indicada para disminuir la presión intracraneal de pacientes.




Fowler elevada

Elevación del respaldo de la camilla a 30º. Indicada en pacientes con disnea.



Semi-incorporado

Otra variante en que el paciente se coloca semi-incorporado, apoyado en el lado lesionado. Indicada en pacientes con heridas penetrantes en tórax, de esta forma le facilitamos la ventilación del pulmón sano.



Posición ginecológica o de litotomía modificada

Paciente en decúbito supino con las piernas flexionadas por la cadera y las rodillas, separadas entre sí, y con los pies apoyados en la camilla. Indicada para revisiones ginecológicas, exploración de embarazadas, atención a un parto, sondaje vesical masculino o femenino.



Posición lateral de seguridad o posición de recuperación (PLS)


La secuencia para colocar esta posición es la siguiente.
  • Colocaremos el brazo del paciente más cercano formando un ángulo recto con el cuerpo, con el codo doblado y con la palma de la mano hacia arriba.
  • Pondremos el brazo del paciente más lejano sobre su tórax y el dorso de la mano lo acomodaremos bajo la mejilla de la víctima que esté más cercana a nosotros (mantiene la inclinación de la cabeza).
  • Con la otra mano, cogeremos la pierna más alejada del paciente, justo por encima de la rodilla y tiraremos de ella hacia arriba, manteniendo el pie en el suelo.
  • Reajustaremos la posición de la cabeza.
  • Esta posición está indicada en pacientes inconscientes que respiran por sí mismos y que no han padecido un traumatismo con sospecha de lesión medular, con el objetivo de conseguir la estabilidad del cuerpo y de mantener la vía aérea permeable (evita aspiración de posibles vómitos y que la lengua obstruya las vías respiratorias). Es la postura de elección en estos pacientes mientras se espera para proceder a su traslado, y mientras lo trasladamos a un centro sanitario, ya que es totalmente estable y permite valorar la respiración y el pulso.
Esta posición se ha de mantener 30 minutos y después hemos de girar al paciente hacia el lado opuesto para aliviar la presión en el antebrazo.


Posición de Trendelenburg o anti-shock

Paciente en decúbito supino, pero con la cabeza más baja que las extremidades (plano oblicuo de 30-45º). De esta manera conseguimos un mejor riego sanguíneo en partes vitales del organismo. Algunas de sus indicaciones son: pacientes hipotensos, pacientes que necesiten mejorar la circulación sanguínea en el encéfalo, lipotimias, síncopes etc. Se descarta en pacientes traumatizados con presión intracraneal.


Posición de antitrendelenburg, Trendelenburg inversa, o de Morestin

Esta posición es inversa a la anterior. El paciente está en decúbito supino, pero con la cabeza más alta que las extremidades. Algunas de sus indicaciones son: facilitar la circulación sanguínea en las extremidades, pacientes con problemas respiratorios, etc.




Movilización de pacientes

¿Qué entendemos por movilización en la asistencia extrahospitalaria?

Es el conjunto de técnicas destinadas al desplazamiento del paciente desde el lugar donde se encuentra (domicilio, hospital, lugar del accidente) hasta su lugar de destino, sin que ello suponga un agravamiento de su patología o lesiones.

La movilización, por tanto la podemos clasificar en dos grandes bloques:
  • Movilización no urgente: Es la que realizaremos en pacientes que tienen un traslado programado para una visita de consultas externas, diálisis, etc., o en pacientes que han sido dados de alta hospitalaria y los tenemos que trasladar a su domicilio.
  • Movilización urgente: Es la que no está programada y se ha de realizar de urgencia, porque ha habido un accidente, una enfermedad grave del paciente, una catástrofe, etc. En este tipo de movilizaciones podemos encontrarnos que necesitemos hacer una movilización de urgencia o evacuación para rescatar al paciente de una situación de potencial peligro, para proceder a su inmovilización y siguiente movilización hasta la ambulancia y al centro hospitalario.
El objetivo de la movilización urgente es asistir al paciente de forma adecuada para evitar la producción o el agravamiento de sus lesiones durante la extricación, la movilización, inmovilización y traslado.


La estabilización del paciente son las maniobras destinadas a preservar la vida del paciente, en las mejores condiciones, evitando lesiones sobreañadidas, hasta su transferencia al centro hospitalario.
En esta fase es cuando también procedemos a la estabilización del paciente. Recuerda que es la 7ª fase del Decálogo prehospitalario.

Indicación de técnicas de movilización urgente

¿Qué es una movilización de urgencia? Es cualquier maniobra de levantamiento, arrastre o acarreo que se le realiza a un paciente, para evacuarlo de una zona con un peligro efectivo o potencial.

¿Sabes cuando hemos de realizar una movilización urgente? Se procederá a la movilización de urgencia de un accidentado en los siguientes casos:
  • Si se produce riesgo de incendio o explosión.
  • Si existe posibilidad de intoxicación por vía inhalatoria.
  • Si hay una situación de parada cardio-respiratoria.
  • Si hay peligro de nuevos accidentes: derrumbamiento, vehículos en carretera, riesgo químico, etc.
  • Si existe una situación de violencia o amenaza de violencia.
  • Si el paciente se encuentra en una situación crítica y en el lugar donde se encuentra no se le puede asistir con eficacia.
  • Si el paciente está entorpeciendo la asistencia a otro paciente que se encuentra en una situación crítica.


Si un paciente se encuentra en el suelo, para movilizarlo hasta el dispositivo o material de movilización tendremos que hacer unas maniobras previas:
  • Alineación del cuerpo, rotándolo en bloque y colocándolo en decúbito supino.
  • Retirada del casco y colocación del collarín cervical.
  • Realización de las técnicas de inmovilización-movilización, como el puente simple o puente mejorado o la lateralización en bloque del paciente.
  • Adosado del paciente a la tabla espinal con inmovilizador de cabeza.
Siempre movilizaremos lo mínimo posible a un paciente para poderlo inmovilizar, escogiendo el tipo de inmovilización en función del enfermo y del entorno. Y siempre movilizaremos teniendo en cuenta que hemos de preservar nuestra salud, adoptando las posturas correctas para no lesionarnos.

A continuación podremos ver las maniobras previas para movilizar a un paciente hasta el dispositivo o material de movilización, y veremos movilizaciones de urgencia sin material.


Alineación del cuerpo y rotación del paciente

Para prevenir lesiones medulares mantendremos esta posición alineada neutra hasta que el paciente esté completamente inmovilizado.

¿Conoces las técnicas que se utilizan? Vamos a verlas a continuación:

Estabilización y alineación manual de la columna cervical

La columna cervical se ha de estabilizar y alinear manualmente antes de proceder a extraer un casco a un paciente, al inmovilizarlo con collarín cervical o al movilizarlo en bloque (por ejemplo realizando la técnica del puente mejorado), para colocarlos en dispositivos de inmovilizaciónmovilización.

A continuación veremos la manera correcta de efectuar la estabilización y alineación manual de la columna vertebral desde la parte delantera del paciente y si el paciente se encuentra en decúbito supino:

Desde la parte delantera del paciente:
  • Nos situaremos delante del paciente.
  • Colocaremos nuestras manos a ambos lados de la cabeza, como se ve en la imagen.
  • Con los pulgares sostendremos el mentón pasando por el ángulo de la mandíbula.
  • Con los demás dedos sostendremos la base de la cabeza, sujetando al paciente por las prominencias del hueso occipital.
  • Haremos una ligera tracción dejando la cabeza alineada con el tronco, en posición neutra,
  • aplicando cierta presión para que la cabeza permanezca estable.

Con el paciente en decúbito supino:
  • Nos situaremos por encima de la cabeza del paciente, en la parte superior.
  • Situamos nuestras las palmas manos a ambos lados de la cabeza del paciente cubriéndole sus orejas.
  • Los dedos pulgares los situaremos en la apófisis cigomática de la cara.
  • Los demás dedos sostendremos la base de la cabeza, sujetando al paciente por las prominencias del hueso occipital.
  • Haremos una ligera tracción dejando la cabeza alineada con el tronco, en posición neutra, aplicando cierta presión para que la cabeza permanezca estable.


Estabilización y alineación manual de la columna cervical

A continuación veremos la manera correcta de efectuar la estabilización y alineación manual de la columna vertebral desde la parte trasera del paciente y si hemos de acceder a él desde la parte lateral:

Desde la parte trasera del paciente:
  • Nos situaremos por encima de la cabeza del paciente, en la parte superior.
  • Colocaremos nuestras manos sobre las orejas del paciente sin mover la cabeza.
  • Los dedos pulgares los colocaremos en la parte posterior del cráneo, y los dedos meñiques por debajo del ángulo de mandíbula.
  • El resto de dedos los abriremos en forma de abanico sobre las mejillas del paciente.
  • Si la cabeza no se encuentra en una posición alineada neutra, la moveremos ligeramente hasta conseguirla.
  • Apoyaremos los brazos en la propia espalda del paciente o contra el asiento o cabecero del coche, para lograr un mejor apoyo y estabilidad.

Desde un acceso lateral al paciente:
  • Nos situaremos en el lateral del paciente al que tengamos acceso (por ejemplo, en un vehículo).
  • Pasaremos nuestro brazo sobre el hombro más cercano del paciente, para sujetar con nuestra mano parte posterior de su cabeza. Tendremos especial cuidado de no desplazársela.
  • Con la otra mano, colocaremos nuestros dedos pulgar e índice sobre ambos lados de la cara, dejando la abertura de ambos dedos por debajo del labio inferior y sujetando la cara por debajo de las apófisis cigomáticas del paciente.
  • Si la cabeza no se encuentra en una posición alineada neutra, la moveremos ligeramente hasta conseguirla.
  • Apoyaremos los brazos sobre el propio cuerpo del paciente para lograr un mejor apoyo y estabilidad.

Alineación y preparación del cuerpo del paciente para proceder a su rotación a decúbito supino

1. Nos preparamos para alienar al paciente que está en decúbito prono y poderlo rotar. Siempre que sea posible, lo haremos rotar en situación contraria a la que se encuentra su cara. No pasaremos nunca por encima del enfermo. Se hará entre 3 sanitarios.

2. El sanitario A se coloca por encima de la cabeza del paciente, estabilizando manualmente la cabeza y la zona cervical como hemos visto en el apartado anterior.

3. El sanitario B se pondrá en el lado opuesto al que giraremos al enfermo.

4. Colocará una mano por encima del codo y otra por la muñeca del paciente.

5. Ejercerá una tracción del antebrazo.

6. Baja el brazo hasta ponerlo a 45º sobre el cuerpo. De esta forma se mueve el primer segmento del
brazo.

7. Deja la mano que sujetaba la mano del paciente y coloca su otra mano en la axila, sujetando la axila y el brazo justo por debajo del hombro.

8. Irá bajando el brazo, realizando una ligera rotación, hasta colocarlo alineado con el cuerpo. Éste será el segundo segmento del movimiento. Siempre se tiene que ir haciendo por segmentos, para no forzar ninguna articulación del brazo e ir haciendo las rotaciones para que el brazo quede en una posición anatómica, y no quede forzado.

9. Lo dejará con la palma de la mano mirando hacia arriba, como se ve en la ilustración. Si el paciente está en decúbito lateral o en semiprono, el brazo que alinearemos quedará por encima de su cuerpo.

10. El sanitario C se coloca a los pies del paciente.

11. El sanitario A no deja en ningún momento de mantener estabilizada la columna cervical.

12. El sanitario C coge al paciente de los pies, los eleva unos 10 cm. y los estira hacia sí, de forma que el cuerpo quede alineado. Si el paciente estaba en decúbito lateral o semiprono, el sanitario B lo sujetará por las caderas para controlar el movimiento de alineación y el sanitario C cogiéndolo de los pies, alineará el cuerpo. Eleva unos 10 cm. los pies y los sitúa en línea recta con el cuerpo mientras que el sanitario A tiene estabilizada la cabeza y el sanitario b fija la pelvis.

13. Mientras el sanitario A sigue con la estabilización de la cabeza y la zona cervical, el sanitario A se coloca en el lado del paciente sobre el que giraremos. Coloca una mano sujetándole la muñeca y la otra mano sujetando la axila y el brazo justo por debajo del hombro.

14. Empieza a movilizar el brazo del paciente hacia arriba hasta colocarlo a 90º con el cuerpo.

15. Lo sigue sujetando por la muñeca y la otra mano la pone a la altura del codo.

16. Fijando el codo, eleva el antebrazo para dejar el brazo con una flexión de 90º.

17. Sujeta el paciente por la muñeca y por el brazo, por la parte posterior y superior al codo.

18. Deja el brazo del paciente sobre el lado que lo giraremos elevado por encima de la cabeza.

19. A la voz de "1-2-3" del sanitario A, que coordina el movimiento, los tres sanitarios giran al paciente en bloque para ponerlo en decúbito supino.

20. Una vez el paciente está en decúbito supino, sin que el sanitario A haya dejado en ningún momento de acompañar la cabeza en el movimiento, y manteniéndola en posición neutra, se le coloca el collarín cervical.


Retirada del casco

¿Sabías que es muy importante realizar bien la técnica de la retirada del caso, ya que si no se hace correctamente en accidentados con lesión de columna vertebral, podríamos producirle una parálisis definitiva?.

El casco se retirará sólo si el accidentado se encuentra en parada cardio-respiratoria, y hemos de proceder a la RCP (reanimación cardiopulmonar). No lo retiraremos si no estamos suficientemente entrenados, si no se cuenta con dos personas y si el paciente está consciente, respira sin dificultad y se s ospecha que tiene una lesión de la columna vertebral. En este caso, se retirará tras realizarle un estudio radiológico en el hospital. Al paciente lo tranquilizaremos, le diremos que no mueva el cuello, le abriremos la visera para facilitarle la respiración y le colocaremos un collarín cervical. (La técnica de la colocación del collarín cervical la veremos en la unidad de trabajo siguiente).

A continuación describiremos el método de retirada de casco de un motorista con sospecha de lesión cervical. Harán falta dos sanitarios expertos en la técnica: sanitario A y sanitario B.

1. Una vez hayamos hecho la protección del entorno, accederemos al paciente desde su campo visual.

2. Para iniciar la retirada del casco, es necesario que el paciente esté situado en el suelo en decúbito supino y con la cabeza, cuello y tronco alineados. Si no se encuentra en esta posición, lo movilizaremos desde su posición inicial hasta ponerlo en decúbito supino aplicando la técnica de la alineación del cuerpo y giro en bloque, vista en el apartado anterior.

3. El sanitario A se coloca en la cabecera del accidentado y fija el casco, para que la cabeza no se mueva. El sanitario B se coloca en sentido craneal al paciente y aguanta el casco desde la parte inferior delantera, delante de la barbilla, abre la visera y comprueba el estado de consciencia y la respiración. Entonces procede a desabrochar la correa. Si el cierre es complicado, la cortará.

4. El sanitario A aguanta el casco y acompaña a los movimientos que hará el sanitario B. El sanitario B pone sus manos por debajo del casco, cogiendo al paciente de la mandíbula y el occipital, hace tracción y acaba de colocar la cabeza del paciente rotando la cabeza a la línea media, con posición neutra.


5. El sanitario A continúa aguantando el casco sujetando la cabeza en la posición alineada.

6. El sanitario B deja la sujeción que tenía del paciente, saca las manos y las vuelve a introducir entre el casco con las manos juntas (como si comenzara nadar a braza) y sujeta al paciente por la mandíbula y el hueso occipital y tracciona la cabeza sujetándola firmemente en esta posición.

7. El sanitario A se prepara y comienza a retirar el casco. Pone sus manos en la parte lateral anterior del casco, lo ensancha y empieza a tirar hacia atrás.

8. Cuando pasa por la nariz, hacer un ligero movimiento de vaivén para liberar la nariz y las prominencias óseas. Y acaba de sacar el casco. Mientras el sanitario B sigue sujetando la cabeza del
paciente.

9. El sanitario A sujeta al paciente por el arco cigomático de la cara y por el occipital, manteniendo la alineación.

10. Cuando ya lo tiene sujeto el sanitario B deja de sujetar al paciente y va a buscar un collarín cervical para colocárselo.

11. Para acabar la maniobra, bajan la cabeza del paciente lentamente hasta el suelo.

En el siguiente vídeo podrás ver cómo se realiza la técnica de la retirada del casco que hemos descrito.


Técnica del puente simple y del puente mejorado

¿Sabes qué tenemos que hacer si tenemos que asistir a un paciente traumatizado que lo encontramos tendido en el suelo? Hemos de hacer una movilización rápida de urgencia mediante un levantamiento en bloque, para situarlo en una tabla espinal, en un colchón de vacío o en una camilla.
Tendremos en cuenta unas normas básicas:
  • La persona que lidera el equipo de movilización de un paciente es la que se coloca a la altura de la cabeza del enfermo de cara al resto de los miembros del equipo.
  • El líder da órdenes claras y precisas antes de iniciar las movilizaciones para coordinar los movimientos.
  • Se moviliza en bloque, respetando el eje cabeza-cuello-tronco-extremidades y manteniéndolo en una tracción suave.
A continuación veremos la técnica del puente simple y del puente mejorado.

Técnica del puente simple
  • Para esta técnica se necesitan 4 sanitarios.
  • El sanitario 1 se pone de rodillas a la cabecera del paciente, mirando en sentido caudal, con una rodilla apoyada en el suelo y la otra flexionad. Fija el cuello del paciente, introduciendo sus manos en su región escapular y con la cara interna de de sus antebrazos sujeta firmemente la cabeza del paciente a nivel de la región parieto-occipital.
  • El sanitario 2 introduce las manos del paciente dentro de su pantalón y se coloca por encima del paciente en sentido craneal, quedando éste entre sus piernas y agarrándolo firmemente por las dos caderas.
  • El sanitario 3 se coloca en posición similar al sanitario 2 y coge al paciente firmemente por sus pantorrillas.
  • A la orden del sanitario 1 se eleva al paciente en bloque a la altura suficiente para colocar la camilla o la tabla espinal.
  • El sanitario 4 introduce la camilla plegada o la tabla espinal desde los pies del paciente hasta su cabeza, hasta que el sanitario indique que ya está en posición correcta.
  • A la orden del sanitario 1 se deposita suavemente y en bloque al paciente sobre la camilla o la tabla espinal.

Técnica del puente mejorado
  • Para realizar esta técnica se necesitan 5 sanitarios.
  • El sanitario 1 fija con las dos manos y por la parte lateral del paciente su segmento cervical.
  • El sanitario 2 coloca sus manos imitando la forma de pala por debajo de las dos escápulas del paciente.
  • El sanitario 3 coloca las manos en la zona lumbar y por debajo de la pelvis.
  • El sanitario 4 coloca sus antebrazos, uno bajo la zona femoral media y el otro bajo los músculos gemelos.
  • El sanitario 1 da la orden de levantar al paciente en bloque, suavemente, hasta la altura necesaria para poner la camilla o la tabla espinal.
  • El sanitario 5 desliza la tabla espinal bajo el paciente elevado.
  • Cuando la tabla espinal se encuentra a la altura pertinente, el sanitario 1 coordina la bajada del paciente de la misma manera que se levantó.

En el siguiente vídeo podrás ver cómo se realiza la técnica del puente simple.



Movilización sin material

¿Podemos movilizar sin material a un paciente traumatizado antes de inmovilizarlo de columna y extremidades?

Sí, pero sólo está indicada esta movilización en situaciones en que exista peligro para el paciente o para el equipo. Recuerda que en la unidad de trabajo pasada pudiste aprender unas técnicas de movilización urgente sin material, para la extricación de un paciente: la técnica de la anaconda o de la boa y la maniobra de Rautek.

Existen otras técnicas de movilización de pacientes sin material que has de conocer. Estas técnicas se harán siempre teniendo en cuenta las lesiones de los enfermos. A continuación expondremos algunas de ellas:
  • Asiento sobre manos. 
  • Método del arrastre de urgencia. 
  • Método del bombero. 
  • Método del cangrejo. 
  • Método cuchara. 
  • Muleta humana con dos socorristas. 
  • Tomar al paciente en brazos. 
  • Tomar al paciente en la espalda. 
  • Tomar al paciente por las extremidades

En todas las maniobras de movilización sin material que intervienen varios rescatadores, y hay sospecha de lesión de columna vertebral, quien asume el liderazgo para realizar los movimientos coordinados es el rescatador que se sitúa en la cabeza del enfermo. El resto de los rescatadores han de obedecer las órdenes que esté indiqué.

Asiento sobre manos

Tenemos varias modalidades:

Silla de manos

Sillón de la reina

Sillón con tres manos y respaldo

Método del arrastre de urgencia

Es útil si hemos de desplazar una víctima corpulenta o pesada, si no contamos con suficiente personal para movilizarla, si hay que rescatarla de un lugar de difícil acceso o un lugar estrecho.

Realizaremos el arrastre siguiendo el eje largo del cuerpo de la víctima, y podemos hacerlo por varios métodos:
  • Arrastre sobre una manta. Colocaremos al paciente sobre la manta. Si lo hace una sola persona, tirará de la manta, cogiendo los dos extremos de al lado de la cabeza del paciente con una mano. Podremos avanzar de cuclillas o de rodillas tirando del paciente. Si se puede hacer entre dos personas, cada una cogerá un extremo de la manta para tirar de ella. Siempre mantendremos la espalda recta.
  • Arrastre tirando de la ropa: Se puede hacer con un TES o con dos. Si lo hace una sola persona, se cogerá al paciente por su ropa a la altura de los hombros, y tiraremos de él con las dos manos. Nuestra posición será: nos situaremos a la altura de la cabeza del paciente, en cuclillas, con nuestra espalda recta. Tiraremos del paciente avanzando de espaldas. Si lo hacen dos personas, cada una lo cogerá de la ropa de la altura de los hombros por el lado que se sitúe y tirarán del paciente simultáneamente.
  • Arrastre por las extremidades superiores. Introduciremos nuestros brazos por las axilas del paciente, lo sujetaremos por los hombros y lo arrastraremos situándonos en cuclillas. Es importante estabilizar la cabeza y la zona cervical del paciente en la medida que nos sea posible.
  • Arrastre a horcajadas sobre la víctima. Nos colocaremos a horcajadas sobre la víctima. Las manos de ésta estarán colocadas en nuestro cuello. Si la víctima está inconsciente se las ataremos con un pañuelo o una venda para que queden sujetas a nuestro cuello. Avanzaremos "a gatas", arrastrando a la víctima

Método del bombero
 
Es útil para desplazar víctimas inconscientes, que no sean más corpulentas que el rescatador.

Nos situaremos frente a la víctima y la cogeremos por las axilas. La levantaremos hasta que la pongamos de rodillas. Pasaremos nuestro brazo izquierdo por el muslo izquierdo del paciente y cargaremos su tronco sobre nuestros hombros y espalda. Nos ponemos de pie y desplazamos el peso de la víctima para que quede repartido sobre nuestros hombros. Sujetaremos el antebrazo izquierdo de la víctima con nuestra mano izquierda. La mano derecha nos quedará libre. De esta forma podremos hacer contrapeso para guardar el equilibrio, sujetarnos a una barandilla, etc.

 
Método del cangrejo

Nos colocaremos detrás de la víctima. Apoyaremos su cabeza y cuerpo sobre nuestro tórax, poniendo nuestras piernas flexionadas entre sus axilas. La sujeción la haremos con la fuerza de nuestras piernas, desplazándonos en posición sentada hacia atrás.



Método cuchara

Se necesitan 4 rescatadores. Todos se sitúan agachados al mismo lado del paciente con una rodilla en el suelo. El sanitario A: se sitúa a la cabeza del paciente, sujetándole la cabeza. El sanitario B: pasa uno de sus brazos por debajo del cuello del paciente y con su mano lo coge del hombro; el otro brazo lo pasa a la altura de la zona dorsal del paciente. El sanitario C pasa un brazo por la zona lumbar y  otro por debajo de las nalgas. El sanitario D coge al paciente por las rodillas y los pies. Una vez todos están preparados, a la voz de 1-2-3 que dice el sanitario A se levanta al paciente y se coloca encima de la rodilla que no está en el suelo. El sanitario A acompaña la cabeza del enfermo inmovilizándola manualmente para que no pierda el eje cabeza-cuellocolumna.

A continuación y a la voz de 1-2-3 del sanitario A, los cuatro sanitarios se ponen de pie sujetando al paciente en bloque. Seguidamente, a la voz de 1-2-3 los sanitarios A, B y C colocan al paciente de lado sujetándolo junto a su tórax, mientras el sanitario A acompaña la cabeza del enfermo en el giro. Situado el paciente en esta posición se puede movilizar y trasladarlo a la camilla de la ambulancia o a un lugar seguro para su atención sanitaria. Para dejarlo en el lugar de destino, se seguirán los mismos pasos, pero al revés.


Muleta humana con dos socorristas

Se utiliza en accidentados sin lesiones graves y que pueda caminar por sí mismo.

Los dos socorristas cruzan los brazos detrás de la espalda del paciente. El paciente pasa sus brazos alrededor de nuestro cuello y lo sujetamos por sus muñecas. Es útil para bajar escaleras con el paciente.


Tomar al paciente en brazos

Se utiliza en pacientes no muy corpulentos, sin ninguna lesión importante y que no puedan caminar.

Colocaremos una mano debajo de las rodillas de la víctima, sosteniéndole las piernas y la otra
alrededor de su espalda, sosteniéndole el peso del tronco. El paciente puede cogerse pasando sus manos alrededor de nuestro cuello.



Tomar al paciente en la espalda

Colocaremos al paciente sobre nuestras espaldas "a caballo".

Entrelazaremos nuestras manos por detrás de la espalda, sujetando al paciente por debajo de sus  nalgas y por la parte superior de los muslos.

El paciente se aferrará a nosotros poniendo sus manos alrededor del cuello.



Tomar al paciente por las extremidades

  • Si intervienen dos rescatadores con una víctima: El sanitario A se coloca arrodillado detrás del cabeza de la víctima, apoya la cabeza y espalda de la víctima en su tórax, coloca sus manos por las axilas del paciente y le sujeta sus manos. El sanitario B se coloca a la altura de las rodillas de la víctima, dándole la espalda y lo sujeta bajos las rodillas. Ambos sanitarios se levantan hasta la posición de cuclillas y después se ponen de pie.
  • Se puede hacer que tres rescatadores lleven a dos víctimas.


Movilización con material de las unidades asistenciales

¿Sabes cuáles son los medios materiales de movilización de las unidades asistenciales?

En los vehículos asistenciales el material más común de que disponemos para la movilización de pacientes es el siguiente: camilla de la ambulancia, silla de transporte, camilla de cuchara, tabla espinal, colchón de vacío.

Hay los dispositivos de movilización pueden ser utilizados sólo en situación de urgencia o emergencia y otros que también se pueden usar en servicios programados. Vamos a ver cómo se utilizan en la movilización de pacientes.

Silla de transporte
 
Es una silla plegable que llevan las ambulancias en su dotación sanitaria.
  • Se utiliza para el traslado de pacientes en sedestación. Han de ser pacientes que no presenten traumatismos o lesiones graves. Está indicada para movilizaciones por sitos estrechos o para bajar y subir escaleras de un domicilio, y para pacientes con dificultades respiratorias.
La forma de utilización es la siguiente:
  1. Liberaremos el trayecto de obstáculos.
  2. Tranquilizaremos al paciente y le daremos seguridad.
  3. Desplegaremos la silla y colocaremos una sábana o una manta para tapar al paciente.
  4. Aseguraremos al paciente con las cinchas que tiene incorporada la silla.
  5. Los dos técnicos que llevan la silla han de ir en el sentido de la marcha.
Hay que advertir al paciente que no ha de sujetarse a ningún objeto o barandilla mientras sea transportado, ya que podría suponer un peligro para él mismo y para los TES.


Camilla de cuchara
 
También recibe el nombre de camilla de tijera, de palas o telescópica. Es un soporte metálico, transparente para los RX, formado por 2 palas simétricas extensibles, ligeramente cóncavas, que de forma longitudinal se adaptan a la talla del paciente. Están articuladas en sus extremos superior o inferior, con un sistema de anclaje. La camilla de palas es muy útil para la recogida, movilización y traslado del paciente hasta el vehículo asistencial, pero no se ha de utilizar durante el transporte en la ambulancia.

La forma de colocación es la siguiente: Se requieren 4 rescatadores.
  • El paciente está situado en decúbito supino.
  • El sanitario 1 inmoviliza con las dos manos el segmento cervical del paciente.
  • El sanitario 2 ajusta el collar cervical del paciente.
  • El sanitario 3 despliega la camilla de cuchara y la pone a la medida del paciente, antes de separar las dos palas.
  • El sanitario 3 separa las palas de la camilla y las coloca una a cada lado del paciente.
  • El sanitario 1 coordina la maniobra, mientras controla el segmento cervical del paciente.
  • El sanitario 2 sujeta al paciente por el hombro y la pelvis y lo gira levemente hacia su posición.
  • El sanitario 3 introduce su parte de la camilla de cuchara.
  • El sanitario 1 da la orden y junto con el sanitario 2 dejan caer suavemente al paciente sobre esta parte de la camilla de cuchara.
  • Se repite el movimiento con la segunda parte de la camilla de cuchara.
  • Se cierra el dispositivo. Siempre se cierra primero el de la parte superior y después el de la inferior.
  • Fijaremos al paciente a la camilla con cinchas o cinturones.
  • Tenemos al paciente preparado para trasladarlo a la tabla espinal larga, al colchón de vacío o a la camilla de la ambulancia.

En el siguiente vídeo podrás ver la utilización de una camilla de cuchara.



Tableros espinales

Los tableros espinales pueden ser cortos, largos o pediátricos. Son superficies planas y rígidas que se utilizan para la inmovilización-movilización de accidentados. Pueden estar hechas de madera, plástico, etc. Tienen aberturas laterales que permiten la fijación de inmovilizadores laterales de cuello y de cinchas o cinturones para el resto del cuerpo. Los tableros espinales pediátricos son de un tamaño más reducido y con una concavidad a nivel occipital para evitar la hiperflexión del cuello del niño.

Normalmente se usan para el traslado del accidentado en decúbito supino desde el lugar del accidente hasta la ambulancia. Para depositar al paciente en el tablero espinal se suelen usar otros dispositivos como la camilla de cuchara o el inmovilizador de Kendrick.

La forma de colocación de la tabla espinal larga puede ser diferente, en función de la posición del enfermo:
  • Extricación de un vehículo.
  • Colocación en la tabla espinal larga a partir de la camilla de cuchara:
  1. Se coloca al paciente que está situado en la camilla de cuchara sobre la tabla espinal larga.
  2. Se abren los anclajes de la camilla de cuchara.
  3. Sujetando al paciente como se ha descrito en el apartado anterior, de la camilla de cuchara, se procede a sacar las palas con los movimientos inversos a los explicados para su colocación.
  • Colocación en la tabla espinal siguiendo el método del puente simple o el puente mejorado
  • Colocación en la tabla espinal con la maniobra de la lateralización en bloque:
  1. Se necesitan 3 o 4 rescatadores. El paciente ha de estar en decúbito supino.
  2. El sanitario A realiza la tracción cervical del paciente, controlando el cuello y la cabeza. Es el que coordinará la movilización.
  3. A la orden del sanitario A, los sanitarios B y C movilizan al paciente girándolo de lado, sosteniéndolo en bloque junto con el sanitario 1.
  4. El sanitario D coloca la tabla espinal debajo del paciente, manteniéndola en ajustada en ángulo contra su espalda.
  5. A la orden del sanitario A, los cuatro sanitarios tumbarán suavemente al paciente sobre la tabla espinal.
  6. Una vez esté en decúbito supino el paciente sobre la tabla, se acabará de ajustar su posición.
  7. Colocaremos los dispositivos de inmovilización cervical al paciente, si no los tenía ya (collarín cervical y el inmovilizador de cabeza o dama de Elche).
  8. Fijaremos al paciente a la camilla con cinchas o cinturones: En situación de poca movilización, podemos utilizar correas con "velcro". Pasaremos las cinchas por los agujeros que tiene la tabla espinal, sujetando firmemente al paciente a la altura de los pies, el tercio distal tibio-peroneal, el tercio proximal de los fémures, la pelvis y los hombros. En situaciones de movilización compleja también colocaremos correas tipo cinturón de seguridad, sujetando al paciente también por las axilas.





En el siguiente vídeo podrás ver una de las técnicas de colocación de un paciente en la tabla espinal larga, con tres rescatadores.



Colchón de vacío
 
¿Sabes qué es y cómo se utiliza un colchón de vacío?


Es un dispositivo de inmovilización-movilización de material plástico, que contiene en su interior unas "bolitas de poliespan", y una válvula lateral que, al abrirla, permite la entrada o salida de aire.
Esta válvula se conecta a un bombín manual o a un aspirador, de esta forma podemos extraer el aire de su interior, creando un vacío que permite que el colchón se adapte completamente al cuerpo del paciente. Para movilizar al paciente lo fijaremos al colchón con unos cinturones.


La forma de colocación es la siguiente:

  • Extendemos el colchón
  • Distribuiremos uniformemente el relleno o bien lo llevaremos hacia la zona del paciente que especialmente nos interesa inmovilizar.
  • Colocamos al paciente encima del colchón, manteniendo siempre el alineamiento de la columna vertebral.
  • Abriremos la válvula del colchón y la conectar al sistema de aspiración, haciendo el vacío mientras mantenemos los bordes laterales del colchón pegados al cuerpo del paciente.
  • Una vez extraído el aire del interior, cerraremos la válvula. Al retirar el aire, el colchón se endurece y forma un molde perfecto con el cuerpo del paciente adaptándose a las curvaturas fisiológicas y patológicas de todo su cuerpo. De esta forma impide desplazamientos.
  • Colocaremos los cinturones para sujetar el paciente al colchón.
  • Colocaremos el colchón en un soporte rígido para evitar arqueamientos: la tabla espinal larga o la camilla de la ambulancia. Par ello nos ayudaremos de unas asas laterales que posee y que permite desplazarlo. (No usaremos como soporte rígido la camilla de cuchara, ya que impide el correcto ajuste al contorno del paciente.


En el siguiente vídeo podrás ver como funciona el Colchón de vacío.


Hay veces que utilizamos dispositivos de movilización de pacientes que tienen una vía venosa con medicación o bien están conectados a dispositivos de ventilación mecánicos. Hemos de procurar que nuestras maniobras de movilización y traslado no entorpezcan la continuidad de las medidas terapéuticas que se han aplicado al paciente durante su estabilización.


Transferencia del paciente de una camilla a otra

¿Qué tipos de transferencias de un paciente de una camilla a otra se pueden realizar?

Vamos a ver la técnica de transferencia de una camilla asistencial a otra y de una camilla de cuchara a la camilla asistencial.

Transferencia de una camilla asistencial a otra.


Un ejemplo de este tipo es el que se realiza cuando hacemos la transferencia del paciente de nuestra unidad asistencial a un centro hospitalario, o bien si de una unidad de soporte vital básico tenemos que transferir al enfermo a una unidad de soporte vital avanzado.
  • La realizaremos con 4 profesionales.
  • Juntaremos las dos camillas, poniéndolas al mismo nivel y a una altura que nos permita trabajar de pie.
a) La colocación de los sanitarios es la siguiente: Dos sanitarios se colocan en el lado donde está el paciente, uno en la parte superior del cuerpo y oto en la parte inferior. Los otros dos sanitarios se colocan al lado de la camilla a la que transferiremos al paciente, enfrente de la posición de los anteriores. Los cuatro sanitarios enrollan un poco la sábana por sus bordes para mantener tensión en la sábana, lo cual nos facilitará la maniobra. Los que están al otro lado de la camilla lo hacen a través de la camilla a la que transferiremos al paciente. Uno de los sanitarios coordina la maniobra e indica cuando se ha de iniciar. Una vez que los sanitarios tensan la sábana y están preparados, elevan ligeramente al paciente. Los sanitarios del lado donde se transferirá al paciente tiran de la sábana hacia ellos y los que estaban al lado del paciente hacen una extensión de los brazos y se apoyan sobre la camilla, con la espalda recta para acompañar el movimiento de transferencia. Acomodaremos al paciente.

b) La colocación de los sanitarios es la siguiente: El primer sanitario se coloca a la cabeza del paciente, el segundo a los pies del paciente, el tercero al lado del paciente, a la altura de su tórax y abdomen y el cuarto al otro lado de la camilla a la que se ha de hacer la transferencia, enfrente del tercer sanitario. Los cuatro sanitarios enrollan un poco la sábana y la tensan. El sanitario que está a la cabeza coordinará la maniobra, y cuando indique los cuatro sanitarios a la vez elevarán al paciente y lo desplazarán sobre la otra camilla. Acomodaremos al paciente.



Transferencia de una camilla de cuchara a una camilla asistencial.

  • Realizaremos la técnica o técnicas explicadas para movilizar a un paciente a una camilla de cuchara.
  • Movilizaremos al paciente hasta la camilla asistencial de la ambulancia.
  • Colocaremos encima de la camilla asistencial, la camilla de cuchara.
  • Abriremos los dispositivos de encaje de las dos palas de la camilla.
  • Giraremos un poco lateralmente al paciente para liberar una pala y haremos lo mismo con la segunda pala.
  • Acomodaremos al paciente en la camilla asistencial.

Antes de hacer cualquier movilización transferencia del enfermo, tendremos presente su estado, las circunstancias que lo rodean (las vías con el suero, el oxígeno, las sondas que lleve, si está  monitorizado, etc.) y los medios de que disponemos.


Medidas de confort en la camilla asistencial

¿Te habías planteado la importancia de la comodidad del paciente cuando lo estamos trasladando?

Cuando colocamos a un paciente en la camilla asistencial para proceder a su traslado, siempre hemos
de procurar realizar una serie de medidas de confort. Entre ellas tenemos las siguientes:

  • Explicaremos al paciente lo que le vamos a hacer y los pasos que seguiremos para su movilización y traslado.
  • Lo colocaremos en la camilla una vez realizadas las inmovilizaciones que necesite para no agravar sus lesiones y para no provocarle más dolor.
  • Pondremos al paciente en la posición adecuada para el traslado, según su estado.
  • Taparemos al paciente con una sábana o una manta.
  • Pondremos las cinchas o cinturones de seguridad de la camilla al paciente, para que no haya accidentes durante el trayecto.
  • Tranquilizaremos al enfermo y le daremos seguridad.
  • Aplicaremos medidas contra el dolor.
  • Los aparatos electromédicos o terapias que lleve el enfermo no han de interferir en su confort o en la posición que haya de estar el paciente.
  • Evitaremos usar la señalización acústica si no es totalmente imprescindible.
  • Realizaremos una conducción constante y segura.


Ergonomía y mecánica corporal


Una parte importante del trabajo de los técnicos en emergencias sanitarias es la movilización de enfermos. Esta actividad puede comportar un riesgo de lesiones de espalda, especialmente si se realizan técnicas no correctas, sobreesfuerzos o posturas inadecuadas. Para evitar el riesgo, se han de seguir los principios de la ergonomía y aplicar una mecánica corporal correcta, así como realizar la actividad física que nos aporte flexibilidad y potenciación de nuestra musculatura.


¿Recuerdas qué es la Ergonomía?


Es una disciplina científica cuyo objetivo es estudiar las características laborales, con el fin de adaptar los productos, las tareas, las herramientas, los espacios y el entorno en general a la capacidad y necesidades de las personas, generando más confort, seguridad, eficiencia y productividad. También analiza aquellos aspectos que abarcan el entorno del trabajo de las personas, relacionándolo directamente con los actos y gestos involucrados en la actividad que realiza. Respetar los principios de la ergonomía evita la aparición de lesiones y enfermedades profesionales.


Ergonomía tiene su origen en la palabra griega "ergon", que significa TRABAJO y "nomos", que significa LEY. Literalmente se traduciría como "reglas del trabajo".


La mecánica corporal significa que en los gestos que realizamos aplicamos los principios de la ergonomía. En las maniobras de levantamiento o movilización de un paciente de los servicios de emergencias sanitarias, aplicar una mecánica corporal correcta es tener cuidado de nuestra salud.


A nivel legislativo, se ha tenido en cuenta la importancia de la seguridad y la salud relativas a la manipulación de cargas. Al hablar de la prevención de riesgos laborales citamos el Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los  trabajadores.



Principios básicos y fundamentos de la ergonomía

¿Sabes cuáles son los principios básicos y los fundamentos de la ergonomía? Vamos a verlos a continuación:
  • Aprenderemos las técnicas adecuadas para levantar pesos.
  • Planificaremos el trabajo a realizar y la distancia a recorrer con la carga.
  • Disminuiremos todo lo posible los levantamientos a realizar. Solicitaremos ayuda siempre que lo necesitemos.
  • Separaremos los pies para aumentar la base de sustentación y mantener un buen equilibrio.
  • Cuando tengamos que coger un objeto (camilla, etc.), lo haremos utilizando ambas manos, haciendo sujeciones firmes con la mano entera, y no sólo con los dedos.
  • Procuraremos distribuir un peso similar en ambas manos, realizando un buen agarre.
  • Situaremos las cargas frente a nuestro cuerpo manteniéndolas lo más cerca posible. Si no lo hacemos así, someteremos a tensión nuestros músculos y ligamentos de la espalda, con lo que aumentará la presión de nuestros discos intervertebrales. Cuanto más nos acerquemos la carga a levantar, con más seguridad lo haremos, ya que se requiere poco esfuerzo para mantener el equilibrio.
  • Flexionaremos las rodillas manteniendo la espalda recta en todo momento, para que los discos intervertebrales realicen su función sin lesionarse.
  • Utilizaremos la musculatura más fuerte de nuestro cuerpo (músculos de las piernas, glúteos) en lugar de los músculos de la espalda.
  • Tensaremos los músculos antes de iniciar el movimiento.
  • Nos levantaremos lentamente evitando movimientos bruscos.
  • Mantendremos la carga lo más cerca posible de nuestro cuerpo para mantenerlo en nuestro centro de gravedad y mantener el equilibrio.
  • Evitaremos girar el tronco, en su lugar giraremos todo el cuerpo, ayudándonos del giro de los pies. Si giramos el cuerpo a la vez que levantamos el peso, estamos aumentando el riesgo de lesionarnos la espalda. Pondremos los pies en posición de marcha, en dirección al objeto a levantar. Lo levantaremos y desplazaremos posteriormente nuestro cuerpo sobre el pie que hemos situado en la dirección que debemos girar.
  • No adoptaremos posturas forzadas durante un periodo de tiempo prolongado.
  • Disminuiremos todo lo posible la distancia que recorreremos transportando una carga.
  • Desplazaremos los pies en el sentido del movimiento en lugar de girar el tronco.
  • Siempre que podamos, utilizaremos la energía mecánica, en lugar de cargar con el peso.
  • Cuando depositamos la carga en su lugar de destino, primero la apoyaremos y después la colocaremos. Si el lugar donde la hemos de colocar está por encima de nuestros hombros, haremos una parada intermedia para cambiar la sujeción.



Biomecánica de la columna vertebral

Nuestra espalda sostiene nuestro cuerpo y permite su movimiento, contribuye a mantener el centro de gravedad y protege la médula espinal.

Para sostener el peso del cuerpo ha de tener huesos resistentes y músculos potentes.
Para permitir el movimiento ha de ser flexible.


La columna vertebral tiene 33 vértebras:
  • 7 cervicales, 
  • 12 dorsales 
  • y 5 lumbares 
Que están separadas por discos intervertebrales; 5 sacras y 4 coccígeas, que están fusionadas formando los huesos sacro y cóccix.



Las vértebras tienen una forma especial, con un agujero en el centro, para proteger la médula espinal.


Entre las vértebras cervicales, dorsales y lumbares tenemos el "disco intervertebral" que actúa como amortiguador de los movimientos. Las vértebras están unidas por músculos y ligamentos. Para que se mantenga la columna vertebral recta, se coordinan diferentes músculos: los paravertebrales, los abdominales y el músculo psoas. Los glúteos proporcionan estabilidad y fijan la columna a la pelvis. Los músculos están muy inervados, con lo que una sobrecarga o una lesión producen mucho dolor. La musculatura de la espalda ha de ser potente, ya que compensa los movimientos que hacemos en el resto del cuerpo, actuando como contrapeso. Si observamos la columna vertebral de frente, veremos que está perfectamente alineada verticalmente.



Y si la observamos de perfil, veremos que tiene una serie de curvaturas fisiológicas. Son de concavidad anterior las cifosis (dorsal y sacrococcígea) y de convexidad anterior las lordosis (cervical y lumbar). Esta forma le permite que sea muy resistente a las cargas que se le aplican en dirección vertical, ya que sus curvaturas le aportan flexibilidad y se mantiene el centro de gravedad en el eje de la columna.


¿Sabías que en algunos países transportan la carga en la cabeza? De esta forma la musculatura de la espalda trabaja mínimamente.

Gracias a la constitución de la columna vertebral podemos hacer diversos movimientos:
  • mantenernos en posición neutra (de pie, mirando al frente), 
  • podemos hacer flexión (inclinación hacia delante), 
  • extensión (inclinación hacia atrás)
  • y rotación (manteniendo las extremidades inferiores fijas en dirección al frente, giramos el cuerpo hacia un lado).
Cuando la columna se mantiene recta los discos intervertebrales simplemente hacen de transmisores de fuerzas, repartiendo normalmente las presiones. Todo el sistema está equilibrado y los discos intervertebrales no se desplazan. Cuando hacemos movimientos de flexión, el centro de los discos intervertebrales se desplaza hacia atrás por el efecto de cuña que ejercen las vértebras sobre ellos. Si el peso lo levantemos lejos del cuerpo, las vértebras se abren mucho más en su parte posterior, y el disco intervertebral recibe mucha presión. En los movimientos de extensión el disco se desplaza hacia delante. Cuando volvemos a poner la columna recta los discos intervertebrales regresan al centro.




En los movimientos de flexión y extensión las fibras musculares y los ligamentos que unen las vértebras estarán tensas en las zonas de estiramiento, provocando un trabajo anormal. En los movimientos de rotación, el disco intervertebral queda pellizcado. Si estos movimientos son muy repetitivos o se realizan llevando una carga, producen un efecto muy deteriorante. Cuando el núcleo del disco intervertebral se degenera al realizar rotaciones o flexiones importantes, puede quedar atrapado. La deformación puede provocar la excitación de la raíz de un nervio motor, provocando dolor. Cuando el dolor se produce en la parte baja de la espalda, recibe el nombre de lumbalgia.



Técnicas de levantamiento y transporte de cargas

¿Sabes qué partes anatómicas hemos de utilizar cuando levantamos pesos aplicando la higiene postural?
  • Musculatura: Hemos de tener los abdominales y glúteos contraídos. Utilizaremos de los músculos de las piernas, y no los de la espalda.
  • Articulaciones: Realizaremos flexión de rodillas y cadera. Realizaremos movimientos con flexión de extremidades superiores.
  • Columna vertebral: Hemos de mantenerla siempre recta, sin flexiones ni torsiones. No forzarla nunca.



Hay que actuar con mucho cuidado en la manipulación de cargas para reducir al máximo el riesgo de lesión de espalda. Tomaremos las siguientes medidas preventivas:

  • Examinaremos bien la carga antes de moverla y decidir que maniobras realizaremos.
  • Planificaremos cómo haremos el levantamiento, por dónde cogeremos la carga y dónde la depositaremos posteriormente.
  • Apartaremos del camino lo que nos pueda molestar.

A continuación expondremos la técnica a seguir en el levantamiento y transporte de cargas, aplicando los principios básicos de la ergonomía:

  • Pondremos los pies separados hasta que consigamos una postura estable. Adelantaremos un pie sobre el otro para ampliar la base de sustentación y tener mejor equilibrio.

El objeto a levantar, la camilla o el paciente, lo situaremos lo más cerca posible del cuerpo.

  • Aseguraremos el objeto cogiéndolo con la palma de la mano y la base de los dedos. De esta forma la superficie es mayor y reducimos el esfuerzo que hemos de hacer mientras lo levantamos y lo transportamos.
  • Para levantar un objeto del suelo doblaremos las rodillas y mantendremos la espalda recta.
  • Acercaremos el peso lo máximo posible a nuestro cuerpo. Tendremos los brazos enganchados a nuestro cuerpo.
  • No giraremos nunca el tronco mientras levantamos el peso. La columna la protegeremos manteniéndola en posición vertical, erguida y sin rotaciones. La posición para proteger la columna vertebral es la siguiente: Bajaremos ligeramente la cabeza con el mentón contraído, tendremos la musculatura abdominal contraída y flexionaremos las piernas doblando las rodillas y levantaremos siempre el peso con la fuerza con los músculos los glúteos y de las piernas.
  • Levantaremos gradualmente la carga sin dar tirones ni hacer movimientos bruscos. Realizaremos preferiblemente la flexión de rodillas y caderas o de extremidades superiores haciendo participar lo mínimo posible la columna vertebral.
  • Haremos la fuerza con todo nuestro cuerpo, aprovechando nuestro peso.
  • Si hemos de trabajar con los brazos, los estiraremos, manteniendo suspendida la carga pero sin elevarla. Para sujetar la carga lo haremos manteniéndola pegada al cuerpo con los brazos extendidos, no los flexionaremos.
  • Transportaremos la carga a la altura de la cintura y lo más cerca posible de nuestro cuerpo.
  • Para desplazar una carga, teniendo que girar, lo haremos sin torsiones del tronco. Primero levantaremos la carga y luego giraremos todo el cuerpo, haciendo pequeños pasos para conseguir el giro en el desplazamiento.
  • Para desplazar un peso, por ejemplo una camilla, la empujaremos, en lugar de tirar de ella, con los brazos extendidos y bloqueados para que nuestro peso se transmita íntegro a la camilla.
  • La posición de los pies ha de estar en el sentido de la dirección que se a va a tomar. De esta manera evitaremos giros de la columna.
  • Levantaremos la carga siempre que nos sea posible en colaboración con otros miembros del equipo asistencial. Repartiremos la carga según la talla de los intervinientes, los de menor talla irán delante en el sentido de la marcha. Para trasladarla con otros miembros del equipo, excluiremos la improvisación, ya que una falsa maniobra podría provocar accidentes.
  1. Se necesitan 3 o 4 rescatadores. El paciente ha de estar en decúbito supino.
  2. El sanitario A realiza la tracción cervical del paciente, controlando el cuello y la cabeza. Es el que coordinará la movilización.
  3. A la orden del sanitario A, los sanitarios B y C movilizan al paciente girándolo de lado, sosteniéndolo en bloque junto con el sanitario 1.
  4. El sanitario D coloca la tabla espinal debajo del paciente, manteniéndola en ajustada en ángulo contra su espalda.
  5. A la orden del sanitario A, los cuatro sanitarios tumbarán suavemente al paciente sobre la tabla espinal.
  6. Una vez esté en decúbito supino el paciente sobre la tabla, se acabará de ajustar su posición.
  7. Colocaremos los dispositivos de inmovilización cervical al paciente, si no los tenía ya (collarín cervical y el inmovilizador de cabeza o dama de Elche).
  8. Fijaremos al paciente a la camilla con cinchas o cinturones: En situación de poca movilización, podemos utilizar correas con "velcro". Pasaremos las cinchas por los agujeros que tiene la tabla espinal, sujetando firmemente al paciente a la altura de los pies, el tercio distal tibio-peroneal, el tercio proximal de los fémures, la pelvis y los hombros. En situaciones de movilización compleja también colocaremos correas tipo cinturón de seguridad, sujetando al paciente también por las axilas.


Ejercicios de flexibilización y potenciación muscular


A continuación podrás ver algunos ejercicios de resistencia y de elasticidad para potenciar la musculatura que interviene en el sostén y funcionamiento normal de la espalda. En tablas de gimnasia, podrás encontrar mucha diversidad de ejercicios de cada una de las zonas corporales a trabajar. Aquí presentamos algunos que te servirán para potenciar los músculos que intervienen en el manejo y carga de pesos. Si potenciamos estos músculos disminuiremos el riesgo de padecer lesiones y dolores de espalda por la práctica de nuestro ejercicio profesional.


Hemos de evitar el riesgo de lesionarnos al hacer los ejercicios. Si estamos poco entrenados, en cada sesión que hagamos de ejercicios, realizaremos pocas repeticiones de cada movimiento y pocas series de un ejercicio determinado, y a medida que estemos en mejor forma física, aumentaremos las repeticiones y las series de cada ejercicio.


1. Ejercicios cérvico-dorsales. Flexión de brazos en bipedestación.

Posición:

  • Serie A: Nos situaremos de pie entre la esquina de dos paredes, apoyando nuestras manos en cada una de las paredes, con los brazos estirados y paralelos a la altura de nuestros hombros y los pies separados unos 10 cm.
  • Serie B: Igual que la serie A, pero con los brazos a la altura del pecho.

Movimiento:

1. Comenzamos con la seria A. Sin mover los pies, con las manos apoyadas en las paredes, inclinamos nuestro cuerpo, flexionando los brazos, acercando nuestra cara todo lo posible a la esquina de las paredes.

2. Aguantamos la posición.

3. Volvemos a la posición inicial.

4. Haremos 10 repeticiones.

5. Comenzaremos la serie B y seguiremos los pasos del 1 al 4.

6. Realizaremos tres series alternadas de las series A y B.

Observaciones:

  • Los pies no se han de mover de su posición inicial.
  • Inspiraremos en la posición inicial. Espiraremos mientras nos aproximaremos a la pared, volveremos a inspirar de retorno a la posición inicial. Mantendremos la respiración continua.

2. Ejercicios abdominales inferiores: Basculación pélvica en bipedestación.

Posición:

  • Nos situamos de pie, apoyándonos contra una pared. A la pared toca la zona dorsal de la espalda y los glúteos, pero la zona lumbar no toca la pared.
Movimiento:

1. Haremos que nuestra zona lumbar toque la pared. Para ello haremos una basculación de la pelvis: realizaremos una contracción de los músculos abdominales, contraeremos los glúteos de manera que las nalgas las movamos hacia arriba y hacia delante.

2. Aguantar la posición 15 segundos.

3. Volver a la posición inicial. Descansar 10 segundos.

4. Repetiremos la serie 15 veces.

Observaciones:
  • Este movimiento puede ser ayudado con una ligera flexión de rodillas.
  • Inspiraremos antes de iniciar el movimiento, espiraremos realizando el movimiento. Mantendremos la respiración continua.

3. Ejercicios para la musculatura dorsal: Estiramientos.

Posición:
  • Nos sentaremos en un taburete enfrente de una pared. Nuestros pies tocarán la pared. Estiraremos los brazos apoyando las palmas de las manos tan arriba como nos sea posible.
Movimiento:

1. Acercaremos el tronco y la cabeza en bloque a la pared, como si quisiéramos poner la cara en la pared.

2. Mantendremos la posición 10 segundos.

3. Volveremos a la posición inicial.

4. Haremos 15 repeticiones.

Observaciones:
  • Las manos y los pies permanecerán siempre en la misma posición, tanto en la posición inicial como en los estiramientos.
  • Inspiraremos en la posición inicial. Espiraremos mientras realizamos el estiramiento. Nos mantendremos en apnea hasta que volvamos a la posición inicial.

4. Ejercicios dorsolumbares: Nos estiraremos en decúbito prono, con los brazos estirados por encima de la cabeza y las manos tocando el suelo. Las piernas las tendremos estiradas.

Posición:
  • Nos estiraremos en decúbito prono, con los brazos estirados por encima de la cabeza y las manos tocando el suelo. Las piernas las tendremos estiradas.
Movimiento:

1. Elevamos lo que podamos el brazo derecho y la pierna izquierda. La cabeza la mantenemos en línea recta con la columna vertebral. Aguantamos en esta posición de 5 a 10 segundos.

2. Bajamos las extremidades y la cabeza suavemente.

3. Haremos 5 repeticiones del paso 1 y 2.

4. Realizamos el movimiento igual que los pasos 1, 2 y 3, pero con las extremidades opuestas, es decir, brazo izquierdo y pierna derecha.

5. Repetimos esta serie 3 veces, descansando entre una y otra unos 30 segundos, o bien alternándolas con ejercicios diferentes.

Observaciones:
  • Elevaremos las extremidades suavemente, de forma controlada, sin dar tirones hacia arriba, manteniéndolas horizontales, con la pierna ligeramente flexionada.
  • Hemos de tener la columna vertebral recta, sin arquearla.
  • En cada serie completaremos las repeticiones de un lado y después haremos el lado opuesto, sin alternar los movimientos.
  • Mantendremos una respiración continua. Inspiraremos al empezar la elevación de las extremidades, espiraremos en el momento de la extensión

5. Ejercicios para la musculatura lumbar: De relajación.

Posición: 

  • Nos situaremos en decúbito supino con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas en el suelo. Situaremos los brazos a lo largo del cuerpo.
Movimiento:
1. Elevaremos las rodillas hasta el pecho.

2. Flexionaremos el cuello, acercando la cabeza a las rodillas, como si quisiéramos tocarlas con la frente.

3. Cogeremos cada una de las rodillas con la mano del mismo lado.

4. Abrazaremos nuestras rodillas con las manos.

5. Apretaremos ligeramente las rodillas contra el pecho.

6. Mantenemos la posición 10 segundos.

7. Volvemos a la posición inicial que la mantendremos 5 segundos.

Observaciones:
  • No forzar la postura del cuello.
  • Mantener la espalda recta en el suelo.
  • Inspiraremos en la posición inicial. Espiraremos mientras realizamos la flexión. Nos mantendremos en apnea hasta que volvamos a la posición inicial.

6. Ejercicios para glúteos, músculos posteriores del muslo y musculatura de la espalda. De extensión.

Posición:
  • Nos situaremos en una superficie elevada del suelo, en decúbito prono con las extremidades inferiores sujetas y el tronco colgando en vertical, sin apoyo.
Movimiento:

1. Cruzaremos nuestros brazos delante del pecho, o detrás de la cabeza.

2. Levantaremos lentamente el tronco hasta los 45 grados. Trabajamos los músculos glúteos e isquiotibiales.

3. Seguiremos levantando el tronco, llegando como máximo a la altura de nuestras piernas (posición
horizontal: 180º). Trabajamos la musculatura de la espalda.

4. Bajaremos lentamente a la posición inicial.

5. Repetiremos 15 veces.

Observaciones:
  • Para poder realizar el ejercicio y tener el tronco en suspensión, nos situaremos en un aparato de un gimnasio que nos trabe las piernas por la parte inferior de las caderas y por la parte superior de los tobillos. También lo podremos realizar con otra persona que nos sujete las piernas mientras realizamos el movimiento.
  • No sobrepasaremos nunca la horizontal en la elevación del tronco para no sobrecargar la columna vertebral.
  • Inspiraremos al elevar el tronco, espiraremos al bajarlo. Mantendremos la respiración continua.

7. Ejercicios para los músculos isquiotibiales: Estiramientos.

Posición:
  • Nos pondremos de decúbito supino con la rodilla derecha flexionada y la planta del pie derecho apoyada en el suelo. Estiraremos la pierna izquierda y pasaremos una cincha o cinturón por la planta del pie, sujetando ambos extremos.
Movimiento:
1. Levantamos lentamente la pierna izquierda, manteniéndola estirada.

2. Cuando empecemos a notar tirantez en los isquiotibiales, dejaremos la pierna en este ángulo durante 20 segundos.

3. Bajaremos la pierna lentamente.

4. Descansaremos 20 segundos.

5. Repetiremos 5 veces.

6. Haremos la misma secuencia con la pierna derecha.

Observaciones:
  • Nos ayudaremos de los brazos para levantar la pierna, no lo haremos exclusivamente con la fuerza de los músculos de la pierna. El cinturón nos ayudará a mantener el peso de la pierna.
  • La pierna que estiramos ha de tener la rodilla completamente estirada.
  • No sobrepasar la tirantez hasta producir dolor.
  • Inspiraremos en posición inicial. Espiraremos con el estiramiento de la pierna.

Si decides ir al gimnasio, encontrarás máquinas especializadas en trabajar determinados grupos musculares. Un monitor te puede diseñar una tabla de ejercicios adecuada a tus necesidades para fortalecer la musculatura de la espalda, que son los que requieren mayor esfuerzo. Potencia también la musculatura que por tu trabajo permanece más inactiva. Si utilizas pesas para fortalecer tu musculatura, no asumas riesgos innecesarios y déjate aconsejar por una persona experta en el tema.

Si decides correr, ten en cuenta que es un ejercicio que efectúa una carga y descarga rítmica sobre los discos vertebrales de la columna, por la sucesión de saltos que supone. Utiliza un buen calzado, haz siempre un calentamiento previo de unos 15 minutos, no lo hagas sobre el asfalto, sino por superficies blandas como tierra o césped y por lugares que no tengan pendientes, para no sobrecargar la musculatura de la columna vertebral.

Unos de los mejores deportes para fortalecer la musculatura de la espalda es la natación, sobre todo en los estilos "croll" y espalda. En cambio el estilo "braza" puede comportar una sobrecarga de la musculatura cérvico-dorsal.



Ergonomía en la actividad profesional

Para evitar lesiones de espalda los profesionales de la asistencia extrahospitalaria han de tener en cuenta tres factores:

1. Tener conocimientos de anatomía y fisiología del aparato locomotor.

2. Conocer las técnicas de movilización de los pacientes.

3. Mantener una buena forma física: un buen tono muscular, sobre todo en las espalda y en las extremidades inferiores y conseguir una buena elasticidad.

¿Sabes cómo manipularemos la camilla con una mecánica corporal correcta?

Con el ejemplo de la manipulación de la camilla, aplicaremos de forma práctica en nuestra profesión los principios de ergonomía.

Para efectuar el levantamiento de la camilla y colocarla en la ambulancia lo haremos de la siguiente manera:
  • Posición: Pies separados a la distancia de nuestros hombros. Piernas flexionadas. Espalda recta.
  • Procedimiento: Flexionamos las rodillas. Mantenemos la espalda recta. Contraemos los músculos abdominales y los glúteos. Hacemos fuerza con los músculos de las piernas.
  • Mantenemos el torso recto, evitando flexionar la cintura. Asimos la camilla con las manos separadas entre sí, con las palmas hacia arriba y con los dedos sujetando completamente la barra de la camilla. Acercarnos la camilla a nuestro cuerpo. Realizamos movimientos sin brusquedad, de forma coordinada con la otra persona que participa con nosotros en los movimientos de la camilla.
  • Levantamos simultáneamente la camilla hasta escuchar el mecanismo que la bloquea. Para introducirla en la ambulancia, un TES la empuja, mientras que el otro la dirige en la guía y controla que quede bloqueada en el anclaje de la ambulancia, delantero y trasero.


5 comentarios:

  1. Hola Marcio, gracias por tu tiempo en este blog, en lo personal me está ayudando mucho. Me podrías sacar de una duda, a un paciente con TCE o hipotension en que posición se lo debe trasladar?? Es que una tutora me dice que en trendelenbug, pero no me cuadra con todo lo que he visto... Muchas gracias de antemano...

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    1. Para un TCE lo mas acertado seria hacerlo en Anti - trandelburg. Tampoco muy pronunciado, es decir, decúbito subino con una ligera inclinación en Anti - trandelburg

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  2. Según mis conocimientos tu tutora tiene razón, si el paciente tiene la tensión baja se pondría en Tren, o en supino con las piernas levantadas, para que haya mayor concentración de sangre en la cabeza y en el cuerpo, así le afectaría menos esa hipotension de la que se habla. Es así como se hace en la Urgencias del hospital donde yo trabajo.

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  3. Si sufriera un TCE sería contraproducente el Trendelemburg, ya que se podría aumentar la presión intracraneal.

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  4. Me gustaría que me explicaras como se moviliza a una persona que ha sido atendida en la calle por un PCR a la camilla y ambulancia. Muchas gracias por este blog y por el tiempo que le dedicas.

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