domingo, 27 de marzo de 2016

La salud y la enfermedad.

¿Qué es para ti la salud? ¿Cuándo dices que estás enfermo?

En el entorno sanitario vamos a tratar con personas que en mayor o menor medida han perdido la salud temporal o de forma permanente. Y precisamente todas las actuaciones van a intentar recuperar esa salud o en todo caso, si eso no es posible, mejorar la calidad de vida.

Pero ¿cuál es la línea que separa esos dos estados de salud y enfermedad? ¿Todo el mundo los percibe de igual forma?

Iniciaremos la inmersión a la Patología, ese campo que se refiere, como recordarás, al estudio de las dolencias, de las enfermedades.

Por ello, para empezar debemos ponernos de acuerdo en lo que significa salud y lo que significa
enfermedad.

Sorprende que la salud, un término manejado por todos según nuestro razonable criterio, haya generado tanta escritura. Pero es cierto que, dado que la enfermedad es precisamente la alteración de la salud, y que las actividades médicas pretenden devolver la salud, hay que ser precisos en su definición.

No es fácil definirla, ya que la constituyen elementos complejos, y además, hay que añadirle la percepción personal que cada cual tiene de ella, el punto de vista de quien es preguntado sobre su salud; y que por tanto estará sometido también a la percepción del entorno social de la persona e incluso al momento histórico en el que se vive.

¿No te parece que en un ambiente de dificultades económicas, en el que lo más importante es la simple supervivencia, un dolor de cabeza puede pasar desapercibido? ¿Tendrá el mismo valor un problema digestivo de acidez en una persona inmersa en un conflicto bélico que para cualquiera de nosotros?

La idea que la misma persona tiene de su estado de salud es muy importante, pero tampoco podemos considerarla exclusiva. Alguna vez hemos oido algo parecido a esto:
"Estoy perfectamente, me encuentro bien, pero me han detectado un tumor y van a operarme"

¿Debemos considerar sana a una persona que se siente bien pero padece un tumor?

Incluso, dependiendo de la generación a la que nos refiramos o del grado de desarrollo de una sociedad, la concepción de la salud es mucho más amplia de lo que supone para nosotros, en el sentido de que un estado saludable puede incluir incluso cierto grado de trastornos. Es frecuente en ancianos pensar que sus achaques son propios de la edad y que su estado es inmejorable, teniendo en cuenta sus años. O por ejemplo, en algunas zonas de China, donde tradicionalmente se ha padecido hambre, estar gordo se considera síntoma de buena salud, lo que ha provocado que con el desarrollo económico el número de niños obesos haya aumentado preocupantemente, y sin embargo sus padres y madres los ven plenamente saludables.

En los primeros intentos de ponerse de acuerdo en el término, se habia considerado que la salud era algo tan sencillo como la ausencia de enfermedad, pero decir eso, aunque lo entendamos perfectamente, no es decir demasiado; ya que pretende definir mediante una negación. Finalmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) la definió como "el estado de completo bienestar físico, mental y social y no tan solo la ausencia de afecciones o enfermedades" pero también esa definición a lo largo de los años ha sido reconsiderada.

El Diccionario Terminológico de Ciencias Médicas define la enfermedad como: "Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, de etiología (causa) en general conocida, que se manifiesta por síntomas y signos característicos y cuya evolución es más o menos previsible".

¿Te parece una buena descripción? 

Pues está sujeta a diversas criticas que defienden una postura mucho más positiva ante la enfermedad. Para entendemos, existe una tendencia general a darle un valor extraordinariamente negativo a los trastornos, mientras que algunas disciplinas defienden un sentido "positivo" de la enfermedad, ya que supone las manifestaciones de la lucha por restablecer la salud.

De todos modos, hay un hecho importante y es que la salud supone un equilibrio que se rompe con la
aparición de la enfermedad. Y la ruptura de este equilibrio, requiere afrontar la enfermedad desde diferentes puntos de vista.

La enfermedad es el resultado de la reacción del organismo en particular frente a un agente que lo altera. Por ello en realidad no deberíamos hablar de enfermedades sino de enfermos.






Las fuentes de la patología

Aunque no habíamos conseguido ponernos de acuerdo en estas apreciaciones, cuando estamos ante cualquier problema de salud se sigue un protocolo mental que intenta identificar el proceso dinámico de la supuesta dolencia.

La patología, muy relacionada con la anatomía y la fisiología humanas, va a estudiar ese proceso. Es la parte de la medicina encargada del estudio de las dolencias en su más amplio sentido, es decir, como procesos o estados anormal de causas conocidas o desconocidas.

Y para dar respuesta la esas tres preguntas, existen tres disciplinas encargadas del estudio de las alteraciones del organismo:
  • La etiología investiga el porqué, es decir, cuáles son las causas de la dolencia, que la desencadena. Ya veremos más adelante que en muchas ocasiones no hay una causa única para una dolencia, sino que generalmente existen diferentes posibles causas, o mismo la combinación de ellas, aunque es verdad que algún factor juega un papel primordial. Imaginemos un trastorno cualquiera, por ejemplo una gastroenteritis originada por un alimento que probablemente no estaba en buen estado. En este caso, la causa de la gastroenteritis es infecciosa, por la presencia de microorganismos que contaminaron el alimento. Pero se habíamos hablado de las gastroenteritis en general, al pensar en la etiología, puede que se nos ocurriera alguna otra causa, como por ejemplo, la ingestión de un tóxico.
  • La fisiopatología va a tratar el cómo, ya que estudia las alteraciones en el funcionamiento del organismo en el curso de la dolencia. En el caso de esa gastroenteritis que surgió, explicaría los fenómenos anómalos que desencadena en el estómago y en el intestino la infección.
  • La semiología analiza el que ocurre, o las manifestaciones y los fenómenos que ocasiona el trastorno. Seguramente conocemos bien los que aparecen en una gastroenteritis: dolor en la boca del estómago, vómito, pérdida de apetito, dolor abdominal en forma de retortijones, diarrea, etc.
De estas subdivisiones vamos a centrarnos especialmente en la Etiología y la Semiologia, ya que son los apartados que van a resultarnos más útiles al tratar las enfermedades más frecuentes por aparatos y sistemas en las siguientes unidades de trabajo.


La Etiología de la enfermedad

A pesar de la gran cantidad de factores etiológicos, causantes de trastornos, y que muchas veces actúan en combinaciones diversas, es importante hacer una clasificación general de las causas que originan enfermedad.

Pero recuerda que no debe caerse en la simplificación de relacionar un factor etiológico (causa) con una enfermedad, ya que la realidad es muy distinta. Un ejemplo para entenderlo: está completamente demostrado que la inhalación de humo del tabaco es un factor relacionado con el cáncer de pulmón, pero como bien sabes no todas las personas fumadoras padecerán esta enfermedad. Eso significa que, aunque haya relaciones muy estrechas entre causa-efecto, hay otros factores que también están presentes, como es el caso de la predisposición personal o familiar e incluso factores probablemente desconocidos hasta el momento.

Algunos trastornos tienen un origen genético, son las denominadas enfermedades hereditarias, que se transmiten de progenitores a descendientes a través de la información genética de las células.

Este tipo de enfermedades pueden manifestarse ya desde el momento del nacimiento o bien aparecer en edades posteriores. Es el caso por ejemplo del acné vulgar, la miopía, la epilepsia o la sordera de nacimiento...

Este último ejemplo te va a permitir distinguir la diferencia entre Las enfermedades congénitas y hereditarias. Las enfermedades congénitas son las que se presentan desde el momento del nacimiento.

Pero muchas de las afecciones congénitas no son hereditarias sino producidas durante el crecimiento del feto en el embarazo o durante el parto. Sobre la sordera que hemos mencionado como ejemplo, debes saber que no todas son de origen hereditario, sólo 1/3, ya que el resto se deben a problemas surgidos durante el embarazo. Y de forma parecida: un parto difícil que ha ocasionado lesiones en el recién nacido puede dar lugar a una parálisis cerebral congénita, desde el nacimiento, que no tiene
relación alguna con la herencia.
 
No todas las enfermedades hereditarias son congénitas ni todas las enfermedades congénitas son hereditarias.

También hay agentes físicos causantes de enfermedad. Es el caso de los factores mecánicos, que provocan traumatismos, lesiones que se producen cuando un objeto choca contra el cuerpo o cuando es el cuerpo humano el que se desplaza hacia un objeto. O el caso de las lesiones producidas por calor o frio, quemaduras o congelaciones; o por radiaciones.


¿Recuerdas el caso que habia impresionado tanto Marta por el gravisimo estado en el que se encontraba aquel joven?
 
También los agentes quimicotóxicos constituyen un grupo de factores que pueden originar enfermedades. Los tóxicos son sustancias que en cantidades relativamente pequeñas pueden producir enfermedad e incluso la muerte. Podemos incluir gases, venenos y un gran número de productos quimicos que pueden penetrar en el organismo por distintas vias de entrada.

Seguro que conoces la recomendación de no abrir las latas de conservas vegetales que estén abombadas o que al abrir emiten un sonido de expulsión de gas. Esa lata podria contener un tóxico liberado por microorganismos que ha contaminado el alimento; y cuya ingesta origina un trastorno muy grave que puede ocasionar la muerte.


Los agentes biológicos también van a ser causantes de trastornos. Bacterias, virus, hongos, parásitos, etc. provocarán las enfermedades infecciosas y parasitarias.

Seguramente a estas alturas ya se te habrán ocurrido una gran cantidad de factores causantes de enfermedades: las deficiencias y los desórdenes en alimentación, los factores psicológicos y emocionales (eccema, algún tipo de dolor de cabeza...).

No vamos a verlas todas, pero fíjate que incluso la propia actividad médica para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades puede generar otro trastorno o agravar el que ya existía. Las enfermedades iatrogénicas son las que aparecen como consecuencia no de una mala práctica médica, sino como resultado de los riesgos, los efectos secundarios o indeseables de las actividades terapéuticas.

Por último, cabe la posibilidad de que en algunos trastornos seamos incapaces todavia de identificar la causa directamente relacionada. En este caso hablamos de enfermedades idiopáticas. Con un
ejemplo va a ser fácil comprender el sentido de este término: de todas las formas de obesidad, un porcentaje importante no está ligado a alteraciones conocidas que puedan ser la causa de ese problema. Una persona obesa por un trastorno en el funcionamiento de alguna glándula del organismo, decimos que padece de una obesidad secundaria a un problema endocrino; y además es probable que en ese caso se resuelva su sobrepeso si se consigue resolver su problema glandular. Pero si se desconoce la causa que origina su sobrepeso, diremos que la persona padece una obesidad idiopática. Idiopático significa de origen desconocido.


Síntomas y signos de enfermedad

Las manifestaciones de la enfermedad pueden ser de dos tipos, síntomas y signos, según sean detectables o no por la persona que está observando:
  • Los síntomas, son todas las manifestaciones que son únicamente perceptibles por la persona afectada. Son datos completamente subjetivos, que nota uno mismo.
  • Los signos son las manifestaciones observables y medibles por la persona que examina. En este caso son los datos objetivos que pueden palparse, verse, oirse..

Los síntomas más frecuentes

Ahora que ya conoces la diferencia entre un síntoma y un signo vamos a ver algunas de las manifestaciones más frecuentes de las enfermedades y que pueden aparecer en diversos trastornos.

Hay síntomas que son más o menos generales, y otros que están relacionados con determinados aparatos o sistemas.

El dolor, es una sensación de molestia, de intensidad variable, pudiendo llegar a ser incapacitante, que puede tener una afectación emocional importante; es decir que puede alterar completamente el estado de ánimo de la persona o impedirle la funcionalidad de alguna parte de su cuerpo. Por ejemplo, si te duele un pie, procurarás no moverlo, y si te duele mucho, es posible que directamente no puedas moverlo.

Aunque resulte un síntoma desagradable, ejerce una función de aviso, ya que generalmente indica que se está produciendo una lesión en los tejidos. Asi por ejemplo, el dolor tras una quemadura indica que hay lesión en la piel, el dolor en un infarto de corazón indica que hay lesión en ese órgano, o el dolor permanente en una rodilla indica que la articulación probablemente está lesionada.

Es un síntoma que puede manifestarse de forma muy variada. ¿Verdad que cualquier persona ha sentido en algún momento un dolor punzante, un dolor difuminado, un dolor ondulante...? E incluso puede adoptar formas especiales según el órgano o el territorio afectado. Es muy distinto el dolor de estómago, el dolor muscular o el dolor que en ocasiones acompaña a la menstruación. Dolor de cabeza, dolor muscular, dolor articular, dolor de estómago, sea cual sea el tipo según localización, es uno de los motivos de consulta más frecuente en los centros de salud.

Una diferencia importante que debemos tener en cuenta es la duración del cuadro doloroso. El dolor agudo puede ser muy intenso pero tiene una duración limitada, corta, mientras que el dolor crónico, permanente, se acompaña generalmente de otras manifestaciones, tanto físicas como psíquicas. Es habitual que un dolor mantenido durante largo tiempo ocasione alteraciones del sueño, deterioro fisico importante y también trastornos de tipo psicológico como agresividad, depresión..

El dolor, como síntoma subjetivo que es, puede ser percibido de forma distinta. No debe "juzgarse" la capacidad de resistencia al dolor ya que cada cual puede percibirlo con diferente intensidad.
  • La disnea, que es la sensación de falta de aire o de dificultad respiratoria. Este síntoma es común a enfermedades del aparato respiratorio, del aparato cardiocirculatorio, si se acompaña de palpitaciones, y también a algunos trastornos de la sangre.
  • El mareo. Es un vahído, la sensación de desmayo inminente o de movimiento en ausencia del mismo. Se puede acompañar de náusea. Aunque no sea una manifestación tan frecuente como las anteriores, es un tipo de síntoma que no va a permitir comprobar la dificultad de interpretación por el personal sanitario, de la terminología que se utiliza de forma común. Seguro que con ese término eres capaz de identificar una sensación de malestar, pero si refiexionas un poco verás que ese término puede indicar cosas muy distintas. En algunos casos lo referimos para indicar la náusea, esa sensación que precede al vómito; otras veces puede ser sinónimo de vértigo, en el sentido de sensación de pérdida de equilibrio o de que la cabeza da vueltas; e incluso puede indicar esa sensación previa a la pérdida de conocimiento.
  • Y por último, no debemos olvidar tres síntomas que aparecen a menudo simultáneamente acompañando a muchas enfermedades: la astenia, que es la sensación de decaimiento, de cansancio, de "falta de energia"; la urticaria o picor, y la anorexia, que es la pérdida de apetito, tan frecuente también cuando uno no se encuentra bien.

Los signos más frecuentes

Ante cualquier problema de salud, uno de los datos más valorables para concretar la sospecha diagnóstica es la detección de signos.

Ante una urgencia, por ejemplo, las primeras comprobaciones a realizar están relacionadas con la detección de determinados signos:
  • ¿Está consciente? 
  • ¿Respira? 
La inconsciencia y la ausencia de respiración son signos que podemos verificar perfectamente.
A nivel mucho más cotidiano existen también signos compartidos por distintas enfermedades, como por ejemplo:
  • La tos, la expulsión brusca del aire de los pulmones que se produce como mecanismo de defensa, ya sea reflejo o voluntario, ante la irritación de las vias respiratorias bajas, como por ejemplo por el humo del tabaco. Es un signo que a menudo indica infección respiratoria pero puede presentarse también en otros trastornos respiratorios y en enfermedades cardíacas.

  • El vómito, que es la expulsión del contenido del estómago precedido normalmente por la náusea. Generalmente se produce por un problema en el estómago pero también puede tener otros orígenes, como por ejemplo, algunas enfermedades del sistema nervioso, como la meningitis, e incluso puede acompañar a dolores intensos.
  • La fiebre, el aumento de la temperatura corporal por encima de 37°C, que como sabemos se determina con el termómetro. Hay que tener en cuenta que la temperatura corporal tiene oscilaciones a lo largo del día (es ligeramente superior por la tarde) y además, no se considera como tal hasta que alcanza los 38°C. Un aumento de temperatura entre 37°C y 38°C se denomina febrícula.

Reflexiona
Se trata de un signo con una gran carga negativa. Antiguamente se asociaba a enfermedades graves, posiblemente infecciones que en época sin antibióticos ocasionaban un gran número de muertes. La ilustración de este antiguo manuscrito nos permite intuir la gran cantidad de tipos y caracteristicas de la fiebre. Se le atribuyó un término, pirexia, que proviene del griego piro y que significa fuego. ¿Te parece que tiene relación con el término pirómano?.


Este signo aparece en muchos trastornos como infecciones, inflamaciones, tumores, problemas hormonales... pero en sí no es una enfermedad que haya que tratar. Generalmente se acompaña de otras manifestaciones, como la pérdida de apetito (anorexia), la rapidez en las respiraciones y el pulso o el dolor de cabeza... Cuando un conjunto de síntomas y signos aparecen de forma conjunta se habla de síndrome. En este caso hablaríamos de síndrome febril, para referirnos a todas esas manifestaciones mencionadas.

Síndrome es distinto de dolencia, ya que el conjunto de síntomas y signos que lo constituyen aparecen en diversas dolencias.


Los signos vitales

Hay otros signos que, más que frecuentes, son extremadamente importantes. Son los llamados signos vitales, que cobran especial importancia a la hora de valorar el estado de un paciente en una
emergencia. Se llaman signos vitales porque valores anómalos en cualquiera de ellos pueden comprometer incluso la supervivencia del paciente. Son los siguientes:
  • El pulso o frecuencia cardíaca. Es la pulsación provocada por la expansión de sus arterias como consecuencia de la circulación de sangre bombeada por el corazón. Su ausencia o una frecuencia cardiaca baja indica que el corazón ha dejado de bombear sangre, por lo que habrá que actuar de urgencia para intentar reanimar al paciente.
  • La temperatura. La temperatura corporal normal, de acuerdo con la Asociación Médica Americana (American Medical Association), puede oscilar entre 36,5 y 37,2 °C. Tanto la fiebre o febrícula como la hipotermia son signos claros de que algo no está funcionando bien en el organismo del paciente.
  • La presión arterial. Es la presión que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. Es imprescindible para que circule la sangre por los vasos sanguíneos y aporte el oxígeno y los nutrientes a todos los órganos del cuerpo para que puedan funcionar.
  • La frecuencia respiratoria. Es el número de respiraciones que efectúa un ser vivo en un lapso especifico (suele expresarse en respiraciones por minuto).

Los grupos de enfermedades

Si tuvieras que decir, entre todas las enfermedades que conoces, qué tipos son los más frecuentes en nuestro entorno, seguramente pensarías en las infecciones, en el cáncer o en las enfermedades del
corazón. En realidad estos son, por razones distintas, los tres grupos más representativos en nuestra sociedad, pero no es así en otros entornos geográficos, culturales, etc.
  • Las infecciones ya sabes que están causadas por agentes biológicos, gérmenes que invaden el organismo y se multiplican en su interior porque los mecanismos de defensa no han sido capaces de neutralizarlos.
El itinerario en la transmisión del germen se denomina cadena infecciosa.

El primer eslabón de la cadena lo constituye la fuente de infección, el lugar donde viven los gérmenes, generalmente una persona o un animal infectados o el propio suelo. Mediante distintos posibles mecanismos de transmisión o contagio los microorganismos llegarán a la persona sana. El contagio puede ser directo si hay contacto físico entre la fuente de infección y la persona, pero puede
ser a través de alimentos y agua contaminados, atraves del aire, de insectos o de objetos.

Aunque hay una incidencia muy alta de infecciones en nuestro medio, es cierto que buena parte de ellas son banales, y que la aplicación de vacunas para prevenirlas o el uso de antibióticos para tratarlas han reducido mucho su gravedad.

Sobre las enfermedades del corazón, seguramente se te ocurre el infarto como la más representativa.
Pero en realidad éste forma parte de un grupo de enfermedades en las que el problema común radica en las arterias, especialmente de algunas zonas como el cerebro o el corazón.

¿Recuerdas cuál era la diferencia fundamental entre un tumor benigno y un tumor maligno?

Las localizaciones más frecuentes en España varían según el sexo. En las mujeres el cáncer de mama es el más frecuente, seguido del cáncer de colon (intestino grueso); mientras que en los hombres es el cáncer de pulmón, seguido también del cáncer colon.


La evolución de la enfermedad

Las enfermedades transcurren por fases o periodos:
  • Inicialmente, la enfermedad no presenta todavia ningún tipo de sintomatología. En el caso de las enfermedades infecciosas este periodo se llama de incubación. ¿No has oido en alguna ocasión esta expresión?: "Creo que estoy incubando algo" Pues ya ves que es una expresión utilizada correctamente para describir esa sensación previa de que algo va ocurrir.
  • Cuando aparecen los primeros síntomas y signos de forma vaga se trata del periodo prodrómico. La persona nota las primeras manifestaciones de la enfermedad: malestar general, cansancio, pérdida de apetito. .. Y por ello a estas manifestaciones se les llama pródromos.
  • El periodo de estado o clínico es el que presenta el máximo de síntomas y signos de la enfermedad.
  • Si la enfermedad evoluciona favorablemente, disminuye la sintomatología, se trata del periodo de declinación.
  • Y finalmente, en la última fase, de convalecencia o resolución, de nuevo casi no hay síntomas. Es un periodo parecido al prodrómico.
Si la enfermedad se supera puede evolucionar hacia una curación total, o hacia la curación incompleta con secuelas, pero también puede convertirse en una enfermedad crónica.

Una enfermedad puede ser aguda o crónica según dure menos o más de treinta días respectivamente.

Una enfermedad crónica puede durar meses, como algunas hepatitis; años, como muchos cánceres; o quizás toda la vida, como la diabetes.

De todas formas a lo largo de la enfermedad pueden ocurrir incidencias que alteren esa evolución que se ha descrito.

Es relativamente frecuente en personas con enfermedades crónicas y un estado de salud realmente deteriorado, que se produzcan complicaciones.

La complicación de una enfermedad es la aparición de un nuevo trastorno que agrava la enfermedad inicial. En el ambiente hospitalario son relativamente habituales las complicaciones infecciosas.

Un paciente puede ingresar por un problema respiratorio, o una intenención quirúrgica, y a lo largo del ingreso padecer una infección nosocomial, adquirida en el propio centro hospitalario por gérmenes que generalmente son mucho más agresivos y resistentes a los antibióticos que los externos.

Obviamente su problema respiratorio o la evolución favorable de su intervención quirúrgica puede alterarse y modificar el curso de la enfermedad.

Teniendo en cuenta las condiciones de la persona que padece la enfermedad o lesión y el conocimiento de la evolución general que tiene cada enfermedad, puede establecerse su pronóstico.

Se trata de la predicción que hace el personal médico sobre la evolución futura y el desenlace de la enfermedad.

Como puedes imaginar hace referencia a muchas cosas: si va a vivir o no, si la enfermedad va a dejar secuelas, si podrá llevar el mismo tipo de vida que antes.

Teniendo en cuenta la gravedad, el pronóstico será:
  • Leve, si se prevé que la persona puede mejorar salvo si aparece una complicación imprevista.

  • Grave o muy grave, si existe un porcentaje alto de mortalidad.

  • Reservado, cuando hay posibilidad de equivocarse en la predicción, ya sea porque no se sabe con seguridad lo que tiene o se desconoce la posible evolución.

La terminología en patología

Veremos algunas de esas "palabras" o raices, con su origen en el latín o el griego, que constituyen el tronco para construir muchos términos médicos. Si las agrupamos por regiones, las más importantes son:


CABEZA Y CUELLO
Cabeza
Cuello
Ojo
Oído
Boca
Nariz
Meninges
Cefal-
Cervic-
Oftalm-
Ot-
Estomat-
Rino-
Mening-
ÓRGANOS DEL TÓRAX
APARATO LOCOMOTOR
Corazón
Pulmón
Costilla
Hueso
Articulación
Músculo
Cartílago
Cardi-
Neumo-
Cost-
Oste-
Artr-
Mio-
Condr-
ÓRGANOS DEL ABDOMEN
Estómago
Hígado
Vesícula biliar
Intestino delgado
Intestino grueso
Riñón
Bazo
Gastr-
Hepat-
Colecist-
Enter-
Col-
Nefr-
Esplen-
REGIÓN PÉLVICA
VASOS Y LÍQUIDOS
Vejiga urinaria
Útero
Trompas uterinas
Sangre
Orina
Arteria
Vena
Ganglio
Cist-
Hister-
Salping-
Hem-
Uro-
Arter-
Fleb-
Aden-
PIEL
Derm-


Vamos a intentar retener estos términos construyendo una palabra que indique inflamación de alguno de estos órganos. Para eso debemos añadirle la terminación -itis, que siempre indica "inflamación de":
  • Carditis (card-itis) es inflamación del corazón.
  • Rinitis (rin-itis) es inflamación de la nariz.
  • Colitis (col-itis) es inflamación del intestino grueso.
  • Artritis (artr-itis) es inflamación de la articulación.
  • Dermatitis (derm-at-itis) es la inflamación de la piel.
  • etc.


El significado de los sufijos

Añadiendo sufijos al final de las raíces vistas en el apartado anterior, que hacen referencia a los órganos, va a ser quien de reconocer un grande número de términos técnicos.

En general, estos sufijos van a indicar alguna situación o característica anormal del órgano en cuestión y algunos de los más utilizados son:


-algia
dolor
-emia
En la sangre
-itis
inflamación
-uria
En la orina
-megalia
Aumento de tamaño
-rragia
Salida de sangre o líquido
-plejía
parálisis
-osis/-patia
Enfermedad/alteración
-oma
Tumor benigno y maligno
-pnea
respiración
-patía
patología
-osis
degeneración


Intentaremos de nuevo deducir términos con las palabras troncales anteriores y estes nuevos sufijos. Primero vamos construír la palabra y deducir el significado:



Inflamación de la meninges:
meningitis
Alteración del útero:
histero-patía
Inflamación de hueso y cartílago:
Osteo-condr-itis
Dolor en el estómago:
gastralgia
Enfermedad muscular:
mio-patía
Parálisis del ojo:
oftalmo-plejía
Tumor en el hígado:
hepatoma
Inflamación de la arteria:
arteritis
Aumento de tamaño del bazo:
espleno-megalia



El uso de los prefijos

Ahora ya sólo nos quedan los prefijos; las palabras que se colocan antes de la palabra troncal. En general van a servir para indicar localización, velocidad, etc.


a-, an-
sin, ausencia
bradi-
lento
anti-
contra
taqui-
rápido
dis-
dificultad, distinto, desorden
hemi-
medio/mitad
supra-
encima
poli-
mucho
sub-
disminución/debajo
endo-
dentro
intra-
dentro
peri-
alrededor
epi-
superficial
homo-
igual
oligo-
poco
Hiper-
aumento
hipo-
disminución




Intentaremos nuevamente deducir términos con las palabras troncales anteriores y estos prefijos. Primero vamos a construir la palabra y deducir el significado:



An-uria:
Ausencia de orina
Hemi-plejía:
Parálisis de medio cuerpo
Endo-cardio:
Dentro del corazón
Dis-pnea:
Dificultad para respirar
Poli-uria:
Mucha orina
Bradi-cardia:
Ritmo lento del corazón
Poli-artritis:
Inflamación de muchas articulaciones
Sub-costal:
Debajo de las costillas
Peri-nefritis:
Inflamación de la envuelta del tejido conjuntivo del riñón ("alrededor" del riñón).
Intra-hepático:
Dentro del hígado

Y ahora vamos a hacerlo al revés, a partir de la definición, intentaremos buscar el término adecuado:



Rapidez en las respiraciones:
taqui-pnea
Contra la fiebre:
anti-pirético
Dificultad para orinar:
dis-uria
Alteración en muchos huesos:
poli-osteopatía
Medio tórax:
hemi-tórax
Alrededor del corazón:
peri-cardio
Debajo del hígado:
sub-hepático
Ausencia de respiración:
a-pnea
Rapidez en el ritmo del corazón:
taqui-cardia
Encima del bazo:
supra-esplénico




El diagnóstico de las enfermedades

El médic@ (no podemos olvidar que es competencia suya) debe llegar a la conclusión de la enfermedad que padece esa persona, para así poder iniciar el tratamiento más adecuado.

A eso se le llama hacer el diagnóstico de la dolencia; es decir, llegar a conocer el estado de la persona mediante la observación de todos los síntomas y signos posibles.

Este conocimiento se obtiene mediante el interrogatorio o la entrevista al paciente, la exploración física y el estudio con pruebas complementarias.
  • La entrevista al paciente es fundamental, ya que con ella debe obtenerse el máximo de información, los datos clínicos salientables y otros del historial del paciente (anamnesis). Por eso resulta quizá más adecuado denominarlo interrogatorio, ya que no sólo hay que escuchar, sino también indagar. La entrevista a menudo permite llegar ya al diagnóstico de la dolencia. Si se realiza de manera exhaustiva, como ocurre por ejemplo en los ingresos hospitalarios, proporciona información sobre los antecedentes familiares del individuo para conocer los caracteres hereditarios, sobre otras dolencias padecidas anteriormente y que pueden tener relación con el episodio actual, y sobre todas las manifestaciones, antiguas o recientes, del trastorno.
  • La exploración física se realiza con las manos y con instrumentos sencillos, y consta de estos procedimientos:
  1. Observación detallada del paciente.
  2. Palpación de diferentes partes del cuerpo, fundamentalmente del abdomen.
  3. La percusión sobre el tórax y el abdomen para percibir las variaciones de sonido o para ver movimientos reflejos.
  4. Auscultación cardíaca, respiratoria y abdominal con el fonendoscopio.


Exploraciones complementarias

Muestras para el laboratorio de Análisis Clinicos.
Podemos agrupar las exploraciones complementarias en 4 bloques:

1. Análisis clínico. Es una prueba complementaria imprescindible en el diagnóstico de muchas
enfermedades, por lo que se solicita con mucha frecuencia.
Consiste en analizar muestras de sangre, de orina o de cualquiera otro líquido corporal para realizar estudios bioquímicos, hematológicos, microbiológicos e inmunolóxicos.

2. Medición de impulsos eléctricos. Se utilizan 3 tipos de pruebas basadas en la medición de la
actividad eléctrica de distintos órganos:
  1. Electrocardiografia, para registrar la actividad eléctrica del corazón.
  2. Electroencefalografía, que registra la actividad eléctrica del cerebro.
  3. Electromiografia, para estudiar la actividad eléctrica del músculo.
Las técnicas de diagnóstico a través de la imagen, permiten ver algunos órganos y partes del interior del cuerpo. Las más importantes son estas:
Sala de radiografia.

3. Radiodiagnóstico: se basa en el uso de rayos X, que proyectados sobre el cuerpo muestran la imagen sobre una película. Es una exploración muy utilizada, aunque actualmente existen otras variedades más inocuas que se han impuesto. La obtención de una radiografía continúa siendo la
exploración de elección para el diagnóstico, por ejemplo, de las fracturas, y sigue siendo la exploración radiológica más frecuente en todas las patologías torácicas.
  • Tomografía axial computadorizada (TAC): es una exploración radiológica basada en la información obtenida por un escáner, que proporciona imágenes en corte de la zona explorada.
    TAC.

  • Gammagrafía: basada en la obtención de imágenes del cuerpo con el uso de isótopos radiactivos. Es una técnica muy utilizada para la exploración ósea.
  • Resonancia magnética nuclear (RMN): utiliza campos magnéticos para obtener imágenes de la zona que se quiera explorar.
  • Ecografía: consiste en la emisión de ultrasonidos que al rebotar sobre la zona del cuerpo son captados en un ordenador que los transforma en imágenes.
Microscopio óptico.
  • Endoscopia: significa mirar dentro, permite visualizar el interior de las cavidades y de los conductos del organismo, como por ejemplo los bronquios, el esófago, el estómago, el recto, el colon, etc.
4. Estudio citolóxico y anatomopatolóxico: examen macroscópico y microscópico de pequeñas muestras de tejido o de líquidos corporales. Es un estudio imprescindible para el diagnóstico del cáncer.



El tratamiento de la enfermedad

Hay diversas formas de tratamiento de las enfermedades: la administración de medicamentos, las intervenciones quirúrgicas, el uso de métodos físicos, la psicoterapia o los tratamientos naturales y no
convencionales.
  • Los medicamentos o fármacos son las sustancias capaces de producir en el organismo cambios que tengan un efecto curativo. Los fármacos pueden ser administrados por distintas vías y en función de eso van a tener diferentes presentaciones: una cápsula, un comprimido o un jarabe son administrados por vía oral, mientras que un supositorio se administra por vía rectal y los colirios, las gotas, las lociones y las pomadas por vía tópica (piel y mucosas). Después de administrado, el medicamento se absorbe y pasa a la sangre, donde es distribuido al órgano o a la zona afectada hasta que se elimina (excepto los tópicos, que sólo actúan en el lugar de aplicación). No debemos olvidar que además de provocar los efectos deseados, también presentan efectos secundarios indeseables.
¿Has oido alguna vez hablar del efecto placebo? 

Es el fenómeno por el cal los síntomas de un paciente pueden mejorar mediante el tratamiento con una sustancia placebo, es decir, una sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto curativo en el enfermo, si este la recibe convencido de que la sustancia posee realmente tal acción.
  • Las intervenciones quirúrgicas, aunque son tratamientos agresivos, constituyen en muchas ocasiones la mejor opción terapéutica. Generalmente se realizan en el quirófano, salvo casos de cirugía de menor importancia, y requieren de la administración de algún tipo de anestesia:
  1. Local, en la zona que se va a intervenir.
  2. Regional, abarca un área extensa, como es el caso de la anestesia epidural.
  3. General, que anestesia todo el cuerpo y se asocia la pérdida de consciencia.
La cirugía puede ser "abierta", y eso significa el corte de la piel y los tejidos para que el cirujano tenga una visión completa de las estructuras o órganos involucrados, pero actualmente existe una tendencia general a realizar, siempre que sea posible, lo que se denomina cirugía de invasión mínima, que se realiza en el abdomen introduciendo un tubo a través de un pequeño orificio, y que permite visualizar el interior y realizar intervenciones menos agresivas.

Las dos opciones terapéuticas anteriores son, probablemente, las más extendidas, pero existen otros procedimientos. Seguro que conoces otras muchas posibilidades.
Masaje subacuático.
  • Uso de agentes físicos para el tratamiento de dolencias (fisioterapia): supone el uso terapéutico de algunos agentes físicos naturales o artificiales como el agua, la electricidad, el frío, el calor, etc.
  • Psicoterapia: técnica de tratamiento de trastornos mentales que se basa en la relación entre dos o más personas, una de las cuáles es el terapeuta, quien aplica distintos tipos de técnicas psicológicas según el tipo de trastorno.
  • Algunos métodos terapéuticos naturales disfrutan de un reconocimiento generalizado, como es el caso de la Fitoterapia, que utiliza algunas plantas con propiedades terapéuticas para el tratamiento de algunos trastornos.
  • También existe una gran cantidad de métodos no convencionales, mal llamados alternativos, entre los que cabe destacar la Homeopatía, que se basa en la administración de remedios semejantes a la causa del problema (Cuidado con la Homeopatía que está comprobado que es un timo, carente de toda base científica).




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