lunes, 21 de marzo de 2016

Inmovilización del paciente.


La inmovilización del paciente es una acción a realizar dentro del Decálogo hospitalario.

La fase correspondiente a la inmovilización, igual que a la movilización es la séptima del Decálogo
prehospitalario, donde procedemos a la estabilización del paciente.

Recuerda que la estabilización del paciente son las maniobras destinadas a preservar la vida del paciente, en las mejores condiciones, evitando lesiones sobreañadidas, hasta su transferencia al centro hospitalario.


 Objetivos y principios generales de la inmovilización 

¿Qué objetivos pretendemos con la inmovilización de pacientes? Son los siguientes:
  • Atenuar los efectos de una posible lesión primaria
  • Disminuir o evitar daños o lesiones secundarias al accidente: medulares, nerviosas, musculares y vasculares.
  • Reducir el dolor y la posibilidad de shock.
  • Proporcionar reposo y comodidad a la zona afectada.
  • Movilizar y trasladar al paciente con la mayor comodidad posible, tanto para el propio paciente como para nosotros como personal sanitario.
¿Sabes cuáles son los principios elementales para inmovilizar / movilizar a un paciente?

1. Antes de movilizar al paciente, hay que inmovilizarlo. La inmovilización minimiza las posibilidades de agravar las lesiones que presenta el paciente. Pero existen unas excepciones en las que primero hemos de movilizarlo antes de inmovilizarlo:
  • Peligro en la zona de intervención, tanto para el paciente como para nosotros.
  • Una extricación de urgencia.
  • Riesgo para la vida del paciente.
  • Un paciente que dificulta el acceso a otro paciente más grave.
2. Antes de inmovilizar /movilizar a un paciente, hemos de hacer la evaluación inicial y sus posibles lesiones. Con ello podremos tomar la decisión más adecuada de la técnica y del material que utilizaremos.

3. La inmovilización /movilización la realizaremos aplicando las técnicas y los dispositivos de inmovilización / movilización en el lugar del incidente, siempre y cuando sea un espacio de intervención seguro.

4. Siempre planificaremos las acciones que hemos de realizar. De esta manera evitaremos movimientos inútiles, tanto del paciente como nuestros, en la inmovilización y en la movilización del paciente.

5. Trataremos al enfermo inconsciente con lesiones por encima de la clavícula como posible lesionado medular.

6. Siempre respetaremos el eje cabeza-cuello-tronco-pelvis-extremidades.

7. Hemos de conseguir el decúbito supino del paciente con los mínimos movimientos posibles.

8. Movilizaremos lo mínimo posible al paciente para poder inmovilizarlo, escogiendo el tipo de inmovilización en función del paciente y del entorno.

9. Los movimientos que realicemos en la inmovilización-movilización de un enfermo, o en la movilización-inmovilización, siempre los haremos de forma coordinada bajo las órdenes de la persona que coordina el equipo.

10. La inmovilización es la que debe adaptarse siempre a la zona que se desea inmovilizar y no viceversa.

11. Si la persona tiene mucho dolor, antes de inmovilizar se tendrá que proceder a su analgesia, siempre bajo la prescripción médica.


Material de inmovilización de las ambulancias

Los vehículos asistenciales están dotados de material y dispositivos de inmovilización, pero ¿sabías que no existe un dispositivo perfecto para conseguir una inmovilización, ni una técnica ideal? En cada momento tendremos que escoger el dispositivo más adecuado y la técnica que consideremos necesaria a la situación en la que se encuentre el paciente, a los medios disponibles y a la situación de la zona de intervención.

En el caso de una inmovilización completa, lo más recomendable sería lo siguiente:

1. Colocaríamos sistemáticamente el collarín cervical.

2. Utilizaríamos el inmovilizador de Kendrick o el tablero espinal corto para la extricación del paciente, o bien, realizaremos una movilización en bloque si es el caso.

3. Pondríamos al paciente en un tablero espinal largo o una camilla de cuchara para movilizarlo, utilizando también el inmovilizador de cabeza o Dama de Elche.

4. Inmovilizaríamos extremidades afectadas con fracturas o luxaciones con férulas.

5. Utilizaríamos el colchón de vacío para una inmovilización total durante el transporte.

Vamos a ver a continuación los dispositivos más frecuentes que podemos encontrar en la dotación sanitaria de las ambulancias:
  • El collarín cervical.
  • La Dama de Elche.
  • Las tablas espinales.
  • El colchón de vacío.
  • La férula de Kendrick.
  • Las férulas de inmovilización de extremidades.

El collarín cervical
 
Es un material o dispositivo de inmovilización prioritario. Sirven para inmovilizar la columna cervical para evitar lesiones medulares a este nivel.
Tienen una abertura en la parte anterior, para poder tomar el pulso carotídeo y poder hacer una traqueotomía si fuera necesario.
Son permeables a los rayos X para poder hacer una radiografía de la columna cervical y detectar las lesiones sin tener que extraerlo. Hay diferentes medidas para los diferentes tipos de pacientes.

 Indicaciones: 

Todos los pacientes que hayan sufrido un accidente y que tengan un traumatismo por encima de la clavícula, han de ser inmovilizados con collarín cervical.

Tipos: 

Existen de muchos modelos, homologados, no homologados, blandos (son de alerta, están hechos de espuma y no inmovilizan de forma correcta; se utilizan en tratamientos rehabilitadores), semirígidos (collarín hospitalario) y rígidos (los utilizados en emergencias extrahospitalarias).

Para utilizarlos en emergencias extrahospitalarias han de ser rígidos, deben permitir apoyar el peso de la cabeza en posición neutra, han de evitar los movimientos laterales, rotaciones y anteroposteriores de la cabeza y debe permitir la diversidad de tallas.

Veamos los tipos que más utilizamos en nuestra atención extrahospitalaria:
  • Collarines de vacío: muy útiles en luxaciones cervicales.
  • Collarines rígidos:
  1. Corto, con barboquejo o sin él. Por ejemplo tenemos el modelo Stifneck®, que poseen férula de tracción y acceso para realizar traqueotomía. Hay de distintos tamaños, desde neonatos hasta adultos. Es regulable en altura. No impide los movimientos laterales.
  2. De trauma, de dos piezas, como por ejemplo el modelo Thomas.
  3. De trauma, de una pieza. El más utilizado es el modelo Philadelphia. El collarín de una pieza es el más eficaz, y el que mayores prestaciones tiene en cuanto a los apoyos. Presta una inmovilización cervical completa y evitan la flexo-extensión cervical.

La Dama de Elche

También llamada inmovilizador de cabeza o inmovilizador tetracameral. 

Indicaciones:  

Como ya comentamos en unidades pasadas, la inmovilización con el collarín cervical se completa con el inmovilizador de cabeza o Dama de Elche, que se utilizan conjuntamente.

De esta forma aseguramos la completa inmovilidad de la cabeza, tanto los movimientos de flexión y extensión que impide el collarín cervical como los movimientos laterales y de rotación que impiden el inmovilizador tetracameral.

La Dama de Elche se sujeta a la tabla espinal larga mediante un velcro o con correas o cinchas de sujeción y también al paciente a través de dos cintas, una que irá colocada en su frente y otra sobre el mentón. También es permeable a los RX.


Las tablas espinales

Es un dispositivo de madera o de plástico rígido, que se utiliza tanto para la inmovilización completa del paciente como para su movilización hacia la camilla de la ambulancia. Permite inmovilizar bien al enfermo a la tabla gracias a los agujeros que tiene, que permite pasar las cintas de sujeción y transportarlo hasta la camilla. Permite pasar los rayos X, así se pueden hacer radiografías al paciente para un mejor diagnóstico de su lesión antes de quitarle el dispositivo de inmovilización.

Tipos:
  • Corta, 
  • larga, 
  • pediátrica.
Tabla espinal larga, tabla espinal pediátrica y tabla espinal corta.
  • Tabla espinal larga: Utilizada en adultos. Con ella se puede practicar una inmovilización del paciente de cuerpo entero. Se utiliza conjuntamente con el collarín cervical y de forma opcional con la Dama de Elche, para lo que posee unas ranuras en su parte superior para poderla fijar. Para proceder a la inmovilización del paciente se utilizarán un juego de correas o cintas de sujeción.
  • Tabla espinal pediátrica: Utilizada en niños. Es más pequeña que las tablas espinales largas. Tienen una depresión a nivel occipital para evitar la hiperflexión del cuello del niño.
  • Tabla espinal corta: Utilizada en rescates de pacientes atrapados en vehículos cuando no disponemos de la férula de Kendrick. Sólo la podemos utilizar como base de movilización, pero no podemos traccionar como medio de extracción como lo hacemos con la férula de Kendrick. Dispone de almohadilla para el apoyo cervical entre collarín y la tabla y de correas de inmovilización del tronco y fijación de la cabeza.


El colchón de vacío

Es un colchón de material plástico en su exterior, con una capa interna de caucho y con una cámara de material aislante en su interior (bolas de poliexpan). Tiene una bomba manual o aspirador que le hace el vacío a través de su válvula hermética, para que una vez colocado al paciente encima del colchón, se le extraiga el aire de dentro de la cámara y quede completamente adaptado a su cuerpo quedando inmovilizado.

Indicaciones:
  • Complementar inmovilizaciones parciales previas con collarín cervical, férulas o inmovilizador de Kendrich.
  • Inmovilización de pacientes con fractura de cadera.
  • Inmovilización de todo el cuerpo en pacientes politraumatizados o con sospecha de lesión de columna vertebral para la movilización hasta la camilla asistencial y su traslado al centro asistencial. Actúa como una gran férula. El colchón de vacío impide que se desplacen fragmentos de posibles fracturas que pueda tener el paciente y lo protege de las vibraciones y los efectos de la conducción de la ambulancia durante el transporte, ya que se ajusta a su cuerpo.

Inmovilizador espinal o férula de Kendrick

El dispositivo que se utiliza para inmovilizar la columna vertebral es la férula o inmovilizador de Kendrick. También se conoce como "Ferno kit®" o "body espinal".

Descripción: Tiene una forma que permite la extricación de pacientes atrapados en vehículos con una inmovilización de la columna vertebral en bloque. Hay una parte superior que se adaptará a la cabeza del paciente y una parte más ancha que sirve para la inmovilización del tronco. Tiene un refuerzo rígido de aluminio que le da consistencia cuando movilizamos al paciente hacia la tabla espinal.

Tiene un velcro en la parte de la cabeza para poder fijarla a la frente y barbilla del paciente, por encima del collarín cervical. Posee 3 cintas de colores a la altura del tórax para facilitar el trabajo de sujeción.

En la parte inferior tiene unas cintas negras que servirán para fijarla entre las piernas del paciente.
En la parte posterior de la férula tiene unas asas a nivel de la cabeza y otras a nivel de la espalda del paciente, que se utilizan para tirar del paciente que está en el vehículo y colocarlo sobre la tabla espinal larga.

Indicaciones: Extricación de pacientes atrapados en vehículos de los que se sospecha que puedan tener lesión cervical. También se puede utilizar para la inmovilización de pacientes con fractura de cadera.

Tipos: Hay algunos que son de una pieza, y otros que tienen la parte del cabecero extensible y regulable para fijarla al paciente.


Las férulas de inmovilización de extremidades

¿Qué son las férulas de inmovilización de extremidades? 

Son unos dispositivos de urgencias destinados a la inmovilización de extremidades superiores e inferiores.

¿Cuántos tipos hay?

Hay de varios tipos: las férulas de Kramer, las férulas hinchables o neumáticas, las férulas de tracción, las férulas de vacío y las férulas de Mei, las férulas de Matrix, entre otras. También se puede utilizar para la inmovilización de la cadera la férula espinal de Kendrick.
 Vamos a verlas a continuación:
  • Férulas de Kramer: Son férulas rígidas deformables. Son de acero maleable que se forran con vendas para poderlas insertar a los pacientes. Se pueden moldear fácilmente permitiendo que le hagamos diferentes angulaciones. Indicaciones: Sirven para entablillar y mantener inmovilizado la extremidad de un paciente, en todo tipo de facturas y fracturas con luxación.
  • Férulas hinchables o neumáticas: Son de plástico o de caucho, que al inflarse se adaptan a la forma de la extremidad y la inmovilizan. Suelen ser transparentes. Pueden ajustarse a través de una cremallera. Para inflarlas y desinflarlas tienen una válvula. Están formadas por varias cámaras de aire que permiten una mejor adaptación a la extremidad afectada. Existen férulas específicas para extremidades superiores y para inferiores. Indicaciones: No se amoldan bien a las deformidades de las fracturas, pero permiten visualizar si el miembro fracturado presenta sangrado durante el traslado al ser transparentes.
  • Férulas de tracción: Tienen forma de doble barra metálica, con un apoyo a nivel de la ingle del paciente y con un sistema de rueda dentada que permite realizar la alineación y estabilización la fractura. Hay diferentes modelos (Hare, Thomas o Sager). Se utilizan para hacer tracción en las fracturas de la parte distal del fémur y proximal de la tibia, cuando necesitan de una tracción fija y constante del eje de la extremidad, de esta forma se estabilizan los fragmentos y se evitan lesiones secundarias.
  • Férulas de vacío: Son de plástico resistente, con una cámara de bolas de poliexpan. Poseen una válvula de apertura y cierre a través de la cual se realiza el vacío con una bomba o bien con el aspirador. Al sacar el aire, las bolas de poliexpan se quedan unidas y compactadas sobre, quedando el miembro afectado completamente inmovilizado. Inmovilizan y se adaptan a la extremidad respetando su deformidad cuando se vacía el aire que contienen dentro. Son muy útiles cuando no podemos practicar la alineación de la extremidad para inmovilizarla. Normalmente en las ambulancias se suelen llevar de los dos tipos, para miembros superiores y para miembros inferiores. Las de miembros superiores también suelen utilizarse en fracturas de tobillo.
  • Férulas de Mei: Son de material rígido articulado con tres cinchas y tres anclajes contralaterales. Se utiliza en inmovilizaciones previas a la extricación de pacientes atrapados en vehículos que presentan fracturas de fémur. Estas férulas se pueden poner con la pierna en flexión.
  • Férulas de Matrix: Son de polímero y velcro. Tiene diferentes formas y tamaños para adaptarse a la extremidad afectada. Tiene unas cinchas de velcro para ajustarlas a la extremidad y así inmovilizarla.
  • Férula de Kendrick, como inmovilizador de cadera: Ya hemos visto que la férula de Kendrick es un inmovilizador vertebral que se utiliza en la extricación del paciente atrapado en un vehículo. También se puede utilizar en la inmovilización de la cadera.

 Los vendajes en la inmovilización

Los vendajes los podemos utilizar con varios fines:
  • Para sujetar apósitos.
  • Para proteger heridas contra infecciones.
  • Para favorecer que los bordes de una herida se mantengan aproximados.
  • Para complementar o sujetar dispositivos de inmovilización, como es el caso de la férula de Kramer.
  • Para una inmovilización improvisada con medios de fortuna.
¿Qué tipos de vendas utilizaremos?

Existen vendas de tela, de gasa y de tejido elástico. Hay diferentes anchuras de vendas. En función de la parte del cuerpo donde realicemos el vendaje elegiremos el tamaño:
  • 5 cm para los dedos.
  • 7 cm para la mano, antebrazo, codo, pierna, rodilla y cabeza.
  • 10 cm para el muslo, hombro y tronco.
Existen muchas formas de aplicar el vendaje según la parte del cuerpo y la patología o inmovilización que tengamos que realizar. Veamos algunos tipos:

Vuelta circular, Vuelta recurrente, Vuelta espiral, Vuelta en 8 y Vuelta en espiga.
  • Vendaje circular: Se realiza en las articulaciones de la muñeca y el tobillo. Las vueltas se dan en forma circular, por encima de la vuelta anterior.
  • Vendaje recurrente: Se utiliza para amputaciones y partes distales de un dedo. Pasamos la venda desde la parte posterior a la frontal, sucesivamente en dirección perpendicular a las vueltas circulares. El vendaje lo fijaremos con dos vueltas circulares.
  • Vendaje en espiral: Se utiliza para extremidades en que la parte distal es más estrecha que la proximal. Cada vuelta del vendaje ha de cubrir la mitad de la anterior en dirección de distal al proximal.
  • Vendaje en 8: Se utiliza para inmovilizar articulaciones y clavícula. Cada vuelta de la venda ha de cubrir la mitad de la anterior, y la dirigimos sucesivamente en dirección proximal y en dirección distal, hasta cubrir toda la articulación. Con estos movimientos de la venda dibujamos la forma del 8, de ahí viene su nombre.
  • Vendaje en espiga: Se utiliza para vendar articulaciones y extremidades. Cada vuelta de la venda cubre ligeramente a la anterior en progresión predominante proximal, pero siguiendo un movimiento de arriba y abajo hasta cubrir toda la zona. Forman un dibujo en forma de V.

Técnica para realizar un vendaje

¿Sabes qué técnicas utilizamos para la realización de un vendaje?

A continuación veremos qué técnicas utilizaremos para la realización de vendajes y factores a tener en cuenta a la hora de utilizar un vendaje en la inmovilización de pacientes.
  • Prepararemos todo el material (las vendas adecuadas, gasas para poner apósitos si fuera necesario, celulosa o algodón por si tenemos que hacer un vendaje compresivo, esparadrapo, tijeras).
  • Procuraremos que la región que hayamos de vendar se encuentre relajada y en posición funcional.
  • No vendaremos directamente, protegeremos la extremidad con celulosa para evitar problemas vasculares y para disminuir el dolor.
  • Si somos diestros, cogeremos el cabo de la venda con la mano izquierda, situándolo en la parte que comencemos a vendar e iremos enrollando la venda con la mano derecha, de izquierda a derecha. Si somos zurdos, lo haremos al revés.
  • El núcleo de la venda siempre ha de estar en la parte superior.
  • Empezaremos y acabaremos el vendaje con dos vueltas circulares.
  • El vendaje lo aplicaremos siempre de la zona distal a la proximal, para favorecer el retorno venoso. Y acabaremos el vendaje en la parte proximal. (como excepción tenemos los dedos de la mano, que el vendaje lo empezaremos por la muñeca, y el vendaje de miembros amputados).
  • A cada vuelta que demos con la venda, cubriremos la mitad o 1/3 parte de la venda de la vuelta anterior, evitando vueltas innecesarias.
  • Todos los salientes óseos, tendremos que cubrirlos con un relleno de algodón antes de colocar la venda.
  • En el caso de la inmovilización de una fractura, incluiremos la articulación distal y la proximal al foco de la fractura.
  • El vendaje ha de ser lo más confortable posible para el paciente. Lo haremos con una presión ponderada, es decir que sujete lo suficiente para que no se afloje ni desplace, pero sin apretar demasiado para no provocar isquemia. Si un vendaje aumenta el dolor del paciente, tendremos retirarlo y lo volveremos a realizar.
  • Acabaremos el vendaje sujetándolo. El sistema de sujeción puede ser diverso: con esparadrapo, un imperdible, cortando el extremo de la venda por la mitad y uniéndola con un nudo, con ganchitos especiales.
En los siguientes videos podrás visualizar diferentes técnicas de inmovilización y vendajes:

Inmovilizaciones y vendajes -1

 


Inmovilizaciones y vendajes - 2


Realizaremos un vendaje compresivo cuando hayamos descargado una fractura, pero haya que hacer una inmovilización articular. Son muy útiles para la estabilización de esguinces ligamentosos, contusiones en extremidades, para inmovilizar cuerpos extraños, o bien para controlar una hemorragia.

El vendaje compresivo lo realizaremos colocando unas vueltas de celulosa alrededor de la zona que deseamos vendar antes de realizar el vendaje con vendas de gasa.


Técnicas de inmovilización

En la atención extrahospitalaria nos encontramos con pacientes que han sido víctimas de un accidente. Este accidente puede haber producido fracturas y traumatismos diversos.Es importante que sepamos hacer una inmovilización de forma correcta. Y cuando hay que actuar en una emergencia, hemos de tener claro cuáles son los objetivos de la inmovilización, cuándo está indicada la inmovilización y cuál es la técnica más adecuada para realizarla. Veamos estos aspectos.

En la descripción de algunas de las técnicas de inmovilización haremos referencia a la inmovilización reglada. La inmovilización reglada consiste en movilizar previamente e inmovilizar a continuación al paciente en bloque, siguiendo la alineación cabeza-tronco-pelvis, colocarle el collarín cervical y ponerlo en la tabla espinal larga. Para garantizar la inmovilización lo hemos de fijar con las correas o cinchas de sujeción.

Si tuviéramos que generalizar una secuencia de inmovilización-movilización de un paciente traumático, la más recomendable contemplaría los siguientes pasos:

1. Le colocaríamos el collarín cervical rígido.

2. Utilizaríamos la férula de Kendrick si hemos de hacer una extricación.

3. Lo movilizaríamos con una camilla de cuchara si se encuentra en el suelo en posición de decúbito.

4. Utilizaríamos férulas para la inmovilización de extremidades si sospechamos que presentan fracturas.

5. Escogeríamos el colchón de vacío para el transporte.

Al inmovilizar a un paciente traumático, siempre hemos de mantener el eje cabeza-cuello-tronco-pelvis-extremidades inferiores.


Inmovilización en traumatismos de columna vertebral

¿Qué entendemos por traumatismo de la columna vertebral?

Es el que afecta, de forma conjunta o aislada, a las diferentes estructuras anatómicas de la columna vertebral. Estas estructuras comprenden: la médula espinal, las vértebras, los ligamentos, los músculos y los vasos sanguíneos. El resultado del traumatismo puede ser una lesión más o menos profunda y en diferente localización.

Si la parte afectada es la médula espinal, provocará un déficit neurológico en el paciente, o bien parálisis a partir del punto de la lesión medular. Esto nos ayudará a hacer la valoración para un correcto tratamiento por nuestra parte. Esto no siempre resulta evidente, lo cual nos lleva a sospechar que el paciente puede tener una lesión mayor de la que aparenta. Ante la posibilidad de cometer errores, es preferible extremar los cuidados, aunque no hubiesen sido necesarios. Siempre es preferible esta opción a la contraria. Por lo tanto, a pocos indicios de que haya lesión, la supondremos.

¿A qué pacientes consideraremos como lesionados medulares?

Se tiene que considerar a todo paciente politraumatizado que es un lesionado medular. También trataremos como tales a los pacientes inconscientes, a los que presentan lesiones por encima de la clavícula, a los pacientes que sean víctimas de accidente de tráfico, a pacientes que han sufrido un ahogamiento o a pacientes que han sufrido una caída desde una altura considerable.

La inmovilización de la columna vertebral nos permite conseguir la estabilidad de la zona lesionada e impide agravar las lesiones que se hayan producido durante el accidente. Para ello hemos de conocer perfectamente las técnicas manuales y saber utilizar correctamente los dispositivos de inmovilización.

Las técnicas manuales son la tracción cervical, la alineación de la columna vertebral y la movilización. Así, pues, tras la valoración del paciente, realizaremos el control del segmento cervical e inmovilizaremos al paciente alineado en bloque de forma reglada. Si el paciente es portador de casco, previamente procederemos a su extracción e inmovilización con collarín cervical.

A un paciente del que tengamos sospechas de que presenta una lesión medular, tenemos que prestarle una buena asistencia en el lugar del accidente y tenemos que trasladarlo siempre al hospital más apropiado para la naturaleza de sus lesiones, aunque no sea el hospital más cercano al lugar de intervención. Es importante que lo atienda personal especializado en lesiones medulares.

Ten en cuenta que si aplicamos las técnicas de inmovilización, movilización y traslado de forma incorrecta, podríamos agravar su lesión inicial y hacer que este paciente quede parapléjico o tetraplégico, y que se queden de forma permanente en una silla de ruedas o en una cama.

Las técnicas manuales las vimos en la unidad pasada, ya que son movilizaciones previas del paciente a la inmovilización. Vamos a ver a continuación cómo utilizaremos los dispositivos para realizar la inmovilización de pacientes que han sufrido traumatismos de la columna vertebral.

Los dispositivos para la inmovilización que utilizaremos son:
  • El collarín cervical. Muy importante para prevenir secuelas en traumatismos cervicales.
  • La Dama de Elche. Completará la inmovilización cervical realizada con el collarín cervical.
  • La férula de Kendrick, si tenemos que realizar una extricación de un vehículo o una zona de intervención de difícil acceso.
  • El colchón de vacío para una completa inmovilización y posterior movilización.
Piensa que el uso de una silla de ruedas es aceptable como el resultado del traumatismo producido en el accidente, pero no es aceptable como resultado de la ineptitud de quienes han asistido al traumatizado.


El collarín cervical

¿Sabes cuál es la forma de utilización del collarín cervical? 

Para su correcta colocación se necesitan como mínimo dos personas. Hay que elegir el tamaño adecuado para cada paciente. Sólo lo colocaremos con el paciente en decúbito supino o en sedestación.
  • El TES 1 procederá a realizar la alineación de la cabeza con el cuello y el tronco en posición neutra, según el eje que tenga el paciente, y realizará una ligera tracción del cuello en sentido longitudinal. Recuerda que el control del segmento cervical y su inmovilización manual lo vimos en la unidad pasada.
  • Una vez que el paciente está en esta posición El TES 2 selecciona el collarín adecuado, lo pone a la medida del paciente, comprueba si presenta heridas o deformidades, retira el cabello, la ropa y collares, etc. que puedan dificultar la colocación del dispositivo y coloca el collarín. El TES 1 no deja la alineación y tracción cervical hasta que el dispositivo esté colocado.
En los collarines de dos piezas tenemos que colocar en primer lugar la parte delantera, ajustándolo al mentón. Pasaremos la cinta de velcro por detrás. A continuación pondremos la parte trasera, ajustándolas con las dos cintas de velcro a los dos laterales del cuello de la pieza delantera.

Los collarines de una pieza tienen unas "patillas" que se han de desbloquear. Éstas suben y bajan y se ajustan al cuello del paciente.

Collarín cervical de dos piezas (modelo Thomas).

Collarín cervical de trauma de una pieza.
Para saber el tamaño, mediremos con los dedos de nuestra mano desde el músculo trapecio (hombro) al lóbulo de la oreja del paciente. Ésta será la medida a la que ajustaremos el collarín. En primer lugar colocaremos la parte delantera y a continuación pasaremos por la nuca la parte posterior y lo ajustaremos con el cierre, que suele ser de velcro. El velcro ha de venir por detrás y lo hemos de enganchar por el lado derecho de quien efectúa el ajuste del collarín.

Se puede completar la fijación de la cabeza con pequeñas almohada, celulosa o sábana colocada debajo de la nuca del paciente para mantener la posición neutra de la cabeza, y fijándolo con cinchas a la frente y mentón del paciente. Para evitar los movimientos laterales fijaremos con un inmovilizador de cabeza.

En este video podrás visualizar cómo se realiza la colocación del collarín cervical.



Debes saber:
  • Durante la colocación del collarín cervical, no dejaremos nunca de traccionar la cabeza, manteniendo su alineación. La inmovilización manual cervical ha de seguir realizándose hasta que se haya completado la inmovilización de la cabeza del paciente.
  • El collarín ha de quedar ajustado, pero nunca dificultará la respiración del paciente.
  • Siempre nos aseguraremos de que el collarín quede bien sujeto y centrado para que realice bien su función.
  • Si al alinear la cabeza el paciente ofrece resistencia o existe un aumento de dolor, podría indicar una luxación cervical. Ante la sospecha de luxación cervical, inmovilizaremos esta zona en su posición inicial y utilizaremos un collarín de vacío.
  • Si colocamos collarines cervicales que no sean de la medida adecuada al paciente, no serán efectivos y le causarán molestias al paciente.
  • Siempre colocaremos el collarín cervical a pacientes traumáticos inconscientes o en los que haya duda de que puede tener una lesión a nivel cervical.

El inmovilizador tetracameral o la Dama de Elche

Los collarines rígidos impiden los movimientos de flexión y extensión de la cabeza, pero no los movimientos laterales y de rotación. Para hacer una inmovilización en todos los sentidos, utilizaremos el dispositivo de inmovilización de cabeza tetracameral o Dama de Elche. 

¿Sabes cómo se utiliza la Dama de Elche?
  • La fijaremos en la tabla espinal. Se puede adherir con velcro o bien fijarla con correas o cintas de sujeción.
  • La sujetaremos al paciente que ya está inmovilizado con el collarín, a nivel de la frente y el mentón.
Si no disponemos de este dispositivo, podemos utilizar dos almohadillas, dos saquitos de arena o dos toallas colocadas a los lados de la cabeza, que las fijaremos con dos cintas, una por encima de la frente del paciente y otra sobre el mentón (por encima del collarín cervical).


La férula de Kendrick 

Para su utilización se necesita 3 sanitarios.
  • El TES 1 inmoviliza el cuello del paciente con un collarín cervical.
  • El TES 2, ayudado por el TES 1 para mantener la alineación el eje cabeza, cuello y tronco, ajusta la parte superior de la férula a la cabeza del paciente e introduce la parte inferior de la férula por detrás de la espalda del paciente. Para ello, se desplaza ligeramente el paciente hacia delante.
  • El TES 2 y el TES 3 hacen la presentación de las cintas de distal a proximal, primero las de las ingles y subir en sentido craneal.
  • Mientras el TES 1 mantiene la posición estable de la cabeza y cuello, los TES 2 y 3 ajustan las cintas toraco-abdominales, respetando el código de colores, de manera que el anclaje y la cinta del mismo color han de coincidir. Empezaremos a fijar la cincha del medio, seguida por la superior y después por la inferior.
  • Una vez que ya tenemos la férula situada correctamente, el TES 2 y el TES 3 ajustan la parte del cabezal de la férula al cráneo del paciente, dejándolo en posición neutra (que no esté ni en flexión ni en extensión). Si es necesario colocaremos almohadas o toallas entre el collarín cervical y la férula de Kendrick.
  • A continuación el TES 2 fija las cinchas en la frente y en el mentón del paciente, por encima del collarín cervical, también de forma cruzada. No reajustaremos las cinchas del tronco una vez hayamos situado las de la cabeza.
  • Por último el TES 2 y 3 ajustan las cintas de las nalgas y las ingles. Se pasan por de forma cruzada por la parte exterior de las piernas hasta la parte interior y se ata a la parte de la férula que queda en la espalda.
Antes de movilizar al paciente, revisaremos y reajustaremos todas las cintas para asegurar su correcta inmovilización y comprobaremos que no tenga los pies atrapados en los pedales del vehículo.

  • El TES 1 y 2 girarán al paciente hacia la puerta del vehículo, cogiéndolo de las asas del cabezal y de las dos asas del tronco del inmovilizador.
  • El TES 3 situará la tabla espinal larga en la espalda del paciente, poniéndola entre el asiento y su zona glútea.
  • Los TES 1 y 2 tirarán hacia arriba del paciente, sujetándolo por las asas del inmovilizador y lo girarán utilizando 2 ó 3 movimientos de forma coordinada has situarlo encima de la tabla espinal para proceder a su extracción.
  • Los TES 1 y 2 controlarán las extremidades inferiores y acabarán de deslizar al paciente sobre la tabla espinal.
  • Los 3 TES cogerán la tabla espinal con una mínima elevación en bloque del paciente y la colocarán en el suelo.
  • Sujetarán con cintas de sujeción o correas al paciente en la tabla espinal larga, o bien lo colocarán encima de un colchón de vacío para su movilización.

La tabla espinal

Para realizar una inmovilización de columna vertebral también podemos utilizar la tabla espinal larga o corta.
La tabla espinal larga, recuerda que es muy útil en la extricación de víctimas, una vez las hayamos inmovilizado con el collarín cervical y la férula de Kendrick. Repasa la utilización de la tabla espinal en la unidad de trabajo pasada: "Movilización del paciente"


El colchón de vacío

En pacientes con traumatismos de columna vertebral es el dispositivo de elección en la inmovilización y posterior movilización del paciente.
También es de gran importancia en pacientes politraumatizados o con fracturas de cadera.
Este tipo de inmovilización disminuirá los efectos de las lesiones del paciente y evitará agravarlas. También evitará provocar lesiones nuevas durante la movilización del paciente, su transporte hasta la ambulancia y durante la transferencia que hagamos al hospital.

En el siguiente video podrás visualizar la utilización del colchón de vacío.



Debes saber que:
  • Antes de colocar al paciente distribuiremos bien el contenido del colchón de vacío para que su superficie quede lo más lisa posible.
  • Es conveniente colocar siempre entre le colchón de vacío y el paciente una sábana y empapadores para facilitar su posteriormente la limpieza.
  • Cuando lo utilicemos, colocaremos siempre la válvula hacia los pies del paciente y hacia fuera del mismo para facilitar el vacío del colchón y evitar lesionar al paciente una vez compactado.
  • Siempre que realicemos el vacío al colchón se debe hacer entre varias personas para que el empaquetado sea el adecuado e iremos adaptándolo al cuerpo del paciente mientras realizamos el vacío.
  • Siempre mantendremos el paciente alineado (cabeza-columna cervical-tronco-extremidades).
  • Hemos de vigilar que no se pinche. Tendremos cuidado si en el lugar donde lo hemos de utilizar hay piedras, vidrios o plantas que lo puedan pinchar.

Inmovilización en traumatismos cráneo-encefálicos (TCE)

¿Qué son los traumatismos cráneo-encefálicos?
Son traumatismos que pueden presentarse con fractura de cráneo o sin ella y que ocasionan una lesión en la cabeza afectando al cerebro y a otras estructuras anatómicas importantes ubicadas en el cráneo. Estas lesiones pueden producir alteraciones en el nivel de consciencia del paciente. La valoración del paciente la podrás estudiar en el módulo de "Atención sanitaria especial en situaciones de emergencia".
 En estos casos siempre deberemos inmovilizar al paciente con un collarín cervical y dejarlo en posición lateral de seguridad.

Si se sospecha que el paciente presenta lesión de la columna vertebral, lo inmovilizaremos según hemos explicado en estos tipos de pacientes.

Si el paciente es portador de casco, procederemos de la siguiente manera:
  • Procederemos a la extracción del casco entre dos TES, tal como vimos en la unidad de trabajo pasada.
  • Le colocaremos el collarín cervical.
  • Le haremos la inmovilización reglada, realizando una alineación en bloque (cabeza-tronco-pelvis).
  • Una vez inmovilizado, lo movilizaremos con tabla espinal larga o camilla de cuchara.

Inmovilización de extremidades: Generalidades

Los traumatismos de extremidades suelen generar fracturas. Cuando sospechemos que un paciente presente una fractura en una de sus extremidades, siempre que nos sea posible, hemos de inmovilizarla antes de movilizar al paciente para que no efectúe ningún movimiento con el miembro afectado.

La inmovilización de extremidades la realizaremos cuando ya hemos la valoración primaria (ABC: consciencia, respiración y pulso) y después de hacer la valoración secundaria del paciente (el dolor, la deformidad de la extremidad, la impotencia funcional, la presencia o no de hemorragias, el color, la temperatura y los pulsos distales).

En la inmovilización de la fractura de una extremidad, siempre hemos de abarcar la articulación proximal (por encima de la zona fracturada) y la articulación distal (por debajo de la zona fracturada).

¿Sabes cuáles son los pasos a realizar en la inmovilización de una extremidad con fracturas?
  • Retiraremos las ropas y objetos (reloj, pulseras, etc.) del miembro afectado para visualizar la parte lesionada. Si es necesario cortaremos la ropa por las costuras.
  • Seleccionaremos la férula adecuada al tamaño del miembro, las características de la lesión y el tipo de lesión y la ajustaremos al segmento que queramos inmovilizar.
  • Tomaremos los pulsos distales, el pulso radial y/o el pulso pedio, en función si se trata de la extremidad superior o inferior.
  • Comprobaremos la sensibilidad de la extremidad inmovilizada.
  • En las fracturas de huesos largos de las extremidades, si presentan una desviación importante de los fragmentos fracturados (extremidad angulada), siempre que nos sea posible, alinearemos la extremidad mediante tracción (esta maniobra está contraindicada en las luxaciones).
¿Cómo se procede a la alineación de una extremidad?

Cogeremos la extremidad firmemente por su extremo: De los dedos de la mano, si es la extremidad superior y del dorso del pie y del talón, en la extremidad inferior:
  • Realizaremos una tracción suave y constante, alejando la extremidad del cuerpo. No dejaremos de realizar la tracción hasta que hayamos acabado el procedimiento.
Hay que tener en cuenta que la alineación la hemos de hacer en la posición anatómico-funcional de la extremidad.

Si al intentar alinear una extremidad en una fractura abierta durante la tracción el hueso exteriorizado sigue fuera de la piel, no lo introduciremos y colocaremos la férula dejándolo así.
  • Una vez la extremidad está alineada, se deja de hacer la tracción y se procede a la inmovilización: Colocaremos celulosa o similar y ajustaremos el dispositivo de inmovilización más adecuado al tipo de lesión, con el máximo cuidado posible.
  • Una vez hayamos concluido la inmovilización de la extremidad, la colocaremos en una posición elevada. Si presenta dolor en una posición determinada nos indica que no es adecuada para su fractura.
  • Colocaremos una manta para evitar la hipotermia.
  • Fijaremos al paciente con correas o cintas de sujeción para garantizar la inmovilización.
¿Sabes qué otros aspectos que tendremos que tener en cuenta en la inmovilización de extremidades y qué comprobaciones tendremos que realizar?
  • Si existe luxación o fractura con luxación, inmovilizaremos la extremidad en la posición que se encuentre. ¿Qué es lo que nos hace sospechar que existe una luxación? Veremos deformidades en las articulaciones o en zonas próximas a las articulaciones.
  • Si la fractura es abierta, controlaremos las posibles hemorragias. Protegeremos la herida con apósitos humedecidos con suero fisiológico (no utilizaremos povidona yodada) y encima un apósito seco, celulosa y vendaje de sujeción.
  • Dejaremos los dedos a la vista, para controlar en todo momento el color, la inflamación, etc.
  • Para estar seguros que hemos hecho la inmovilización correcta y que no hemos hecho más presión de la cuenta sobre la zona, impidiendo el riego sanguíneo. volveremos a tomar el pulso radial y/o pedio y lo vigilaremos después de la inmovilización.
  • Volveremos comprobar la sensibilidad y la movilidad de la extremidad inmovilizada.
  • Volveremos a valorar el pulso distal (radial o pedio), la coloración de la piel de la extremidad, su temperatura y si presenta parestesias.
  • Si posteriormente a la inmovilización se detecta alguna anomalía o dolor que previamente no existía, se ha de retirar y volver a valorar el estado y la conveniencia de la inmovilización o la valoración del cambio del dispositivo utilizado.

Inmovilización de extremidades: Utilización de dispositivos de inmovilización

Según el tipo de lesiones que presente la víctima de un accidente, tendremos que elegir diferentes tipos de dispositivos de inmovilización de su extremidad fracturada. Vamos a ver a continuación qué es lo que habitualmente se utiliza en cada caso:
  • Fracturas de los dedos: Las inmovilizaremos con férulas de aluminio cubiertas de espuma, o bien fijaremos el dedo fracturado al dedo contiguo que esté sano.
  • Fracturas que afecten a la mano: Las inmovilizaremos con férulas en posición anatómica y en un rollo de gasa en la cavidad palmar.
  • Fractura de muñeca: Se ha de inmovilizar alineada sobre férulas neumáticas o rígidas o bien la férula braquial.
  • Fractura de antebrazo: Lo inmovilizaremos entablillándolo con férula de Kramer, con férulas neumáticas o rígidas y poniendo en cabestrillo.
  • Fractura de húmero (diáfisis proximal). La inmovilizaremos con Férula "U de Palma" o Férula de Kramer en L y pondremos el brazo en cabestrillo.


  • Cabeza de húmero o esguince de hombro. Inmovilizaremos con un cabestrillo.
  • Fractura de clavícula. Utilizaremos un inmovilizador de hombro (también llamado vendaje de Gill-Christ) y en su defecto un cabestrillo.
  • Fractura de rodilla, tibia, peroné y/o tobillo. Se utiliza: Férula de Kramer en L desde el pie hasta por encima de la rodilla.
  • Fractura de fémur. Podemos inmovilizarlo con dos férulas de Kramer, con la otra pierna que haga las veces de férula, con la férula de Kendrick o con la férula de tracción. En fractura de diáfisis de fémur utilizaremos: férula Kramer posterior con férula de Kramer lateral y colchón de vacío.
  • Fractura de pelvis y articulación coxofemoral. Como el inmovilizador ha de sobrepasarla, se utiliza:
  1. Colchón de vacío
  2. Férula de Kendrick
Vamos a ver a continuación cómo se utilizan todos estos dispositivos de inmovilización.

Utilización de férulas hinchables o neumáticas para inmovilización de extremidades
  • Retiraremos las ropas y alinearemos la extremidad.
  • Seleccionaremos la férula necesaria, según la extremidad que vayamos a inmovilizar.
  • Alinearemos la extremidad.
  • Introducimos la férula en la extremidad con la cremallera abierta y desinflada, intentando mover el miembro afectado lo menos posible y manteniendo la alineación.
  • Cerramos la cremallera, asegurándonos que la férula esté en la posición adecuada y sin de arrugas.
  • La hincharemos con bomba de aire, haciendo la mínima presión que asegure la inmovilización pero que no impida la circulación sanguínea (si la presionamos con un dedo se ha de deprimir ligeramente el plástico: 1,5 cm.).
  • Cerramos la válvula y dejamos de hacer tracción en el miembro fracturado.
  • Mientras se mantenga la férula tendremos que vigilar si se inflama la zona. Si fuera así, hemos de desinflarla lo suficiente para que permita la circulación sanguínea normal.

Utilización de férulas de vacío para inmovilización de extremidades
  • Retiraremos las ropas y alinearemos la extremidad.
  • La situamos en la extremidad que hemos de inmovilizar, abarcando las articulaciones proximal y distal de la lesión.
  • Le realizaremos el vacío con una bomba o el aspirador para que adquiera consistencia.

En los siguientes videos podrás visualizar cómo se colocan una férula de vacío para brazo y para pierna respectivamente.







Utilización de férulas de tracción
  • Se han de poner sólo si interviene el médico.
  • Retiraremos las ropas y alinearemos la extremidad.
  • Apoyaremos la parte superior de la férula en el hueso isquion o en la ingle del paciente y la fijaremos al tobillo a través de correas.
En el siguiente video podrás visualizar cómo se coloca una férula de tracción.



Utilización de la férula de Kramer en una extremidad inferior
  • Mediremos la longitud de la férula de Kramer con la extremidad del paciente, y le hacemos la angulación correspondiente al pie.
  • Traccionaremos la extremidad para alinearla. Le pondremos celulosa y la colocaremos encima de la férula, manteniéndola alineada y con el pie en posición neutra.
  • Sujetaremos la extremidad a la férula con un vendaje.
  • Colocaremos una segunda férula de manera que impida que la extremidad rote lateralmente.
  • Fijaremos esta segunda férula con un vendaje.

Utilización de la férula de Kendrick como inmovilizador de cadera
  • Inmovilizaremos la pierna con una férula de Kramer.
  • La parte del cabezal de la férula de Kendrick la situaremos en la parte inferior de la pierna y la parte más ancha la sitúa remos a nivel de la cadera.
  • Ajustaremos la parte más estrecha a la pierna.
  • Ajustaremos la parte más ancha a la cadera, respetando el código de colores de las cintas.

Los siguientes 4 videos son un reportaje sobre la inmovilización de extremidades a nivel extrahospitalario y uso de férulas.

Inmovilización extremidades 1.


Inmovilización extremidades 2.



Inmovilización extremidades 3.



Inmovilización extremidades 4.




Inmovilización en situaciones especiales

En nuestra asistencia prehospitalaria nos podemos encontrar en situaciones muy diversas, a parte de las que ya hemos expuesto, y en las que también tendremos que realizar la inmovilización del paciente. Vamos a ver algunas de estas situaciones:
  • Amputaciones: pueden ser totales o parciales:
  1. Antes de la inmovilización tendremos que controlar la hemorragia, y lo haremos haciendo una compresión directa sobre la arteria responsable de la hemorragia, en el punto proximal más accesible.
  2. Si no cede la hemorragia, intentaremos detenerla con un manguito de un esfigmomanómetro, presionando la extremidad, hasta que ceda la hemorragia o bien aplicaremos un torniquete.
  3. Colocaremos un apósito con suero fisiológico en la herida.
  4. Si el segmento no está amputado totalmente, colocaremos unas gasas estériles sobre la herida e inmovilizaremos la parte lesionada con una férula.
  5. Si la amputación es total, haremos un vendaje compresivo y elevaremos el muñón. La parte amputada la limpiaremos de suciedad, la envolveremos en gasas o tallas estériles con suero fisiológico, y la introduciremos en una bolsa de plástico cerrada. La bolsa la introduciremos en un recipiente con agua y hielo para que mantenga el frío.
  6. Trasladaremos al enfermo a un centro donde realicen implantes.
  • Personas ancianas: Las inmovilizaremos como si fueran pacientes con lesiones de columna vertebral, tanto si han sufrido traumatismos como si presentan problemas médicos agudos en los que hemos de mantener permeable la vía aérea. Una persona anciana puede tener una artrosis degenerativa en la columna vertebral, por lo que si la manipulamos podríamos provocar una lesión medular. Una incorrecta manipulación cervical también podría tener como resultado una oclusión del riego sanguíneo cerebral, provocando un accidente cerebrovascular. Si una persona anciana tiene cifosis, al colocar un collarín cervical podríamos comprimir las vías aéreas o las arterias carótidas. Tendremos que valorar la posibilidad de inmovilizar la zona cervical con toallas enrolladas y el inmovilizador tetracameral o Dama de Elche.
  • Convulsiones: Inmovilizaremos al paciente fijándolo con las correas a la silla o camilla para evitar que se lesione si presenta nuevas convulsiones.
  • Evisceraciones: No intentaremos reintroducir los órganos. Los cubriremos con apósitos grandes humedecidos, poniéndoles por encima apósitos secos.
  • Mujeres embarazadas: Si le hemos de colocar una férula de Kendrick, le dejaremos libre el abdomen y tendremos especial cuidado al colocar y ajustar los cinturones. Para poderla trasladar, fijaremos a la paciente con correas para garantizar la inmovilización manteniéndola en el decúbito lateral izquierdo, para que evite la compresión de la vena Cava.
  • Pacientes pediátricos en asiento infantil de vehículo: Si el asiento infantil no ha sufrido deformaciones, lo utilizaremos como dispositivo de entablillamiento y lo inmovilizaremos en él Utilizaremos tollas y mantas para rellenar los huecos. Pondremos el asiento infantil sobre una tabla espinal larga. Lo aseguraremos a ella y lo trasladaremos a la camilla de la ambulancia. Si no se puede inmovilizar en el asiento pediátrico lo haremos en una tabla espinal corta, y si no disponemos de ella, en una tabla espinal larga.
  • Traumatismos con objetos penetrantes: Si el paciente tiene un objeto clavado (arma blanca, destornillador, etc.), no lo retiraremos. Se lo fijaremos con un vendaje para impedir que se mueva durante el traslado. Inmovilizaremos al paciente con el objeto, garantizando su inmovilizaron a través de la fijación con correas. Si el objeto estuviera en una extremidad, puede afectar alguna arteria profunda, para prevenir hemorragias, además le realizaremos un vendaje compresivo en la extremidad.

Técnicas de inmovilización con medios de fortuna

No siempre podremos disponer de los dispositivos necesarios para la inmovilización de un paciente. En estos casos tendremos que inmovilizarlo con medios de fortuna: tablas, pañuelos, sábanas, revistas o periódicos, cartones, tela, cuerdas, almohadas, prendas de vestir, etc.
Veamos algunos ejemplos de inmovilización con medios de fortuna:
  • Inmovilización de una extremidad con medios de fortuna. Podemos improvisar una férula con revistas, enrollándolas de forma que abarque la articulación superior e inferior a la fractura, como en todas las inmovilizaciones de extremidades inferiores, teniendo en cuenta no interrumpir la circulación sanguínea ni agravar la lesión. Lo realizaremos a cabo de la siguiente manera:
  1. Almohadillaremos la extremidad lesionada con ropa o toallas, sobre todo en las prominencias óseas, para así evitar que la piel se lesione a causa de la presión.
  2. Enrollaremos revistas en sentido longitudinal y las sujetaremos a la extremidad con cinta aislante, vendas, esparadrapo, pañuelos, etc.
  • Cabestrillo con medios de fortuna. Podemos utilizar la sábana de una camilla doblada en forma de pico, un pañuelo grande o una camisa para hacer un cabestrillo improvisado.
Llevaremos a cabo la inmovilización de la siguiente manera:
  1. Colocaremos un cojín o toalla bajo a axila.
  2. Doblaremos la prenda improvisada en forma de triángulo.
  3. La colocaremos sobre el tórax del paciente, con el vértice hacia el codo y los otros extremos en línea recta con el tórax.
  4. Flexionaremos la extremidad superior. Alinearemos la mano con el codo y el brazo con el tórax. El antebrazo quedará en flexión con la mano más alta que el codo.
  5. Nos situaremos detrás del paciente y elevaremos el pico inferior abarcando el brazo lesionado y subiéndolo hasta el cuello.
  6. Pasaremos el extremo superior, también por detrás del cuello del paciente y ataremos los dos extremosa la altura del hombro del brazo que no inmovilizamos, nunca sobre la columna vertebral.
  7. El brazo queda en cabestrillo apoyado en el tórax para que no se mueva.
  • Inmovilización de fémur con medios de fortuna.
  1. Situaremos al paciente en decúbito supino.
  2. Colocaremos dos férulas (tablas, bastones), una desde la axila de la extremidad fracturada hasta el tobillo y la otra en la parte externa de la pierna, desde la ingle hasta el tobillo.
  3. Sujetaremos las férulas con pañuelos, vendas, esparadrapo, etc.
  4. Si no dispusiéramos de estas férulas, la extremidad sana podría hacer de férula de la fracturada. Colocaríamos unas toallas o cojines entre las dos piernas para proteger las prominencias.
  • Inmovilización de falanges con medios de fortuna. Podemos utilizar depresores linguales para utilizarlos como férulas, al que sujetaríamos el dedo fracturado con esparadrapo o un vendaje. También podemos sujetar el dedo fracturado al dedo que no lo esté con esparadrapo, haciendo el dedo sano la función de férula.
En toda inmovilización de extremidades, los dedos deberán estar descubiertos para observar su color y temperatura y la extremidad elevada para evitar edemas.


Trabajo en equipo en la inmovilización de pacientes

Siempre es importante trabajar en equipo, pero especialmente lo es cuando asistimos a un paciente que tenemos que inmovilizar y movilizar.

¿En qué consiste el trabajo en equipo en estos casos? ¿Cómo nos podemos coordinar cuando procedemos a la inmovilización - movilización de un paciente?

  • El coordinador del equipo, o la persona con más experiencia en la manipulación de personas traumatizadas, es la que ha coordinar al resto de los sanitarios, desde la cabeza del paciente.
  • Coordinaremos los movimientos de todos los intervinientes y los haremos siguiendo las órdenes del coordinador del equipo.
  • El coordinador del equipo, realiza desde el primer momento la inmovilización cervical bimanual, mientras dirige las operaciones.
  • Los movimientos de todos los intervinientes han de ser precisos y suaves.
Es muy importante realizar una inmovilización adecuada del paciente, y por eso también es muy importante que trabajemos en equipo y de forma simultánea y coordinada, siguiendo las órdenes de la persona que asume el mando de los movimientos a realizar. De esta manera haremos nuestro trabajo con mayor eficacia, y sincronización y evitaremos movimientos bruscos que podrían agravar las lesiones y el dolor del paciente.

La tolerancia, el respeto y la sinceridad son una buena base en las relaciones del equipo de trabajo, y facilitarán nuestro trabajo en equipo.

Debes saber que para la correcta manipulación de un paciente traumático:
  • Hemos de conocer el equipamiento de inmovilización y movilización.
  • Hemos de conocer las técnicas de movilización / inmovilización manual.
  • Hemos de trabajar en equipo, de forma coordinada y sincronizada, obedeciendo las órdenes del coordinador del equipo.
  • Hemos de tener en cuenta nuestra autoprotección: utilización del equipo personal de autoprotección, establecer todas las medidas de seguridad en la zona de intervención y en el acceso al paciente, no precipitarnos para no provocar nuevos accidentes, hacer los movimientos y la carga con una mecánica corporal correcta para evitar lesiones de espalda.

4 comentarios:

  1. Mi mas sincero agradecimiento, por este trabajo tan completo y resumido, a mi me esta ayudando para poder sacar una promoción interna, sin haber tenido jamas contacto con estos temas.

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  2. Por qué hay que tomar los pulsos periféricos en una extremidad al inmovilizarla?

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    1. Para saber si hemos inmovilizado correctamente, ya que si has dejado la férula demasiado apretada, no llega correctamente la sangre hasta dicha extremidad, por presión incorrecta de la férula o material que utilices para inmovilización de la extremidad.

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